Mitos De Teotihuacan
Los teotihuacanos al igual que otras civilizaciones, reinaban y creían en varios dioses.
Cuenta le leyenda, que esta ciudad, fue construida con ayuda y consejo de alguna mente superior a la humana, pudiendo haber sido estos dioses o tal vez seres de otro planeta. La construcción está diseñada con la finalidad de enseñar y dejar bien clara en el alma del hombre que lo más importante es la preservación dela especie, por eso se le indicó a los teotihuacanos construir algo de tal manera que quedara plasmado para siempre. Entonces, construyeron la pirámide de la luna (mujer) y la del sol (hombre) y unidos por una avenida de grandes extensiones que simbolizan el torrente y conducto de amor, que va de los dos sentidos, y …ver más…
Fue de ahí que se encendió el fuego, y lo nombraron roca divina.
Tecuciztécatl, hacía surgir de su penitencia, cosas hermosas; mientras que Nanahuatzin, sólo tenía sus ramas verdes de abeto.
A cada uno de estos, se les hizo un monte, donde cada uno permaneció en penitencia, se dice ahora que esos montes, son las pirámides del sol y la luna.
Y cuando estuvieron listos, y llegó la media noche, los ataviaron y los llenaron de cosas hermosas. Y todos los dioses se reunieron alrededor de la roca divina, forma en la que era nombrado el fogón.
Y ya estando ahí, los dioses incitaron a Tecuciztécatl a que se lanzara al fuego. Reste, sin tardanza, se lanzó; pero el miedo pudo más y lo hizo retroceder. Fue así, después de cuatro intentos, mandaron a Nanahuatzin quien valientemente se lanzó son regresar.
Luego, fue Tecuciztécatl a lanzarse. Los dioses se quedaron esperando a ver salir el Sol, muchos diferían al decir por dónde habría de salir.
Y, siguieron esperando. Mucho tiempo fue el que esperaron, mirándose unos a otros, preguntándose cuánto tiempo habría de tardar el llegar la luz.
Después de la espera, se vio llegar por el cielo, a Nanahuatzin, con sus rayos rojos, lastimando la vista de los dioses que esperaban. Detrás de él llegó Tecuciztécatl, que llevaba puestos, también, sus rayos rojos.
Ahora, los dioses tenían que decidir quién de los dos saldría primero. Así pues, al verlos a los dos puestos en el