Mala luna
¡ Alza arriba! —Un potente grito del contramaestre estalló desde. la escotilla del entrepuente. Un estridente toque de corneta anunció la diana, y, como un solo hombre, todos los marineros saltaron de sus coyes.
Alejandro también bajó de su coy y sintió sobre sí la mirada de asombro de cientos de ojos.
—,Y éste? —dijo, en tono despectivo, un marinero.
—¡Sólo falta que traigan guaguas y mujeres!
—gritó otro.
—¡Caliente el biberón, mi cabo Santos! —.exclamó un pecoso mala cara. El niño, parado, con sus ropas ajadas, sintió una Intensa congoja.
Ese enorme y obscuro entre- puente, lleno de hombres extraños, hostiles, burlones, sobrecogió su tierno espíritu. El pañol de las ratas era un paraíso al lado de la …ver más…
Y ya, desde ese momento, lo era.
Durante la mañana pasó por todas las disposiciones reglamentarias: filiación, examen médico, corta de pelo al ras y, por último, lo llevaron al pañol de ropa, donde le entregaron su uniforme de dril para el servicio y de paño azul para salida, ropa blanca, alpargatas y zapatos.
Cuando vestido de grumete, con su pequeño gorro blanco de faena, subió a cubierta para presentarse a sus superiores, una intensa emoción lo embargaba. Se sentía marino, su gran sueño; la sangre de su padre revivía en el océano. Hinchó, orgulloso, el pecho con el aire salino, miró la esbelta proa de su buque, y se dio cuenta de que, después de su madre, lo que más amaba era la gloriosa corbeta.
La vieja nave pareció tener alma, pues levantó su bello mascarón de proa oteando los lejanos horizontes y emprendió con