Método demostrativo
“Con el puño cerrado no se puede intercambiar un apretón de manos” Mahatma Gandhi Hablar de violencia y adolescencia nos lleva inevitablemente a plantearnos, el porqué de un fenómeno que parece estar convirtiéndose en una pandemia. En los últimos estudios, las cifras son alarmantes, acerca de violencia en la calle, (delitos y violencia en el ocio), la violencia en la casa, (violencia intrafamiliar) y la violencia en la escuela (acoso escolar o bullying).
Las cifras
Los delitos cometidos por menores siguen una escalada vertiginosa. En la década de los 90 se incrementaron en un 34 % lo cual supone una subida exponencial que debería alarmarnos. Pero la escalada de delitos es vertiginosa en …ver más…
Adolescencia y violencia: ¿Crisis o patología?
Feb-2006
Isabel Menéndez Benavente
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Adolescencia: la crisis, el crecimiento
La adolescencia está considerada como una de las etapas de mayor estrés para los padres. Los hijos atraviesan un momento difícil, en el que la rebeldía, el inconformismo, la crisis de identidad multiplican los conflictos. La preocupación de los padres por el futuro de sus hijos, su educación, la influencia de sus amigos, que no tomen alcohol, ni drogas ni hagan mal uso del sexo, se añade al propio conflicto generacional… ¿Es necesaria la crisis de adolescencia para un desarrollo normal? ¿Cuando es normal y cuando patológica? La adolescencia es una época que sólo se recuerda feliz, cuando se ha pasado y estamos en plena madurez, e incluso puede añorarse, simplemente porque la hemos olvidado…. Encontrarse a sí mismo de nuevo es la difícil tarea en la que está inmerso todo adolescente. No hay que olvidar que etimológicamente, adolescencia quiere decir crecer. Se trata por tanto de pasar de la etapa infantil a la adulta, y eso conlleva un cambio importante, para el que hay que estar preparado. El primero al que debemos preparar para ese cambio es al propio niño pero también resulta imprescindible la preparación para esta etapa desde la familia y la sociedad... La adolescencia se define con una de mis frases favoritas, es de Jean Jacques Rousseau, el filósofo