Los Objetos De Silvina Ocampo
“Los objetos” es un cuento fantástico escrito por Silvina Ocampo, escritora argentina del siglo XX. El título de este cuento ya anticipa el hecho de que hay muchos nombres de objetos en el texto: por ejemplo “una pulsera, la cadena de plata, cuadros, mesas, consolas, biombos...” (etc.) son todos hipónimos de la palabra objeto, es decir, palabras cuyo significado está incluido en el de la palabra objeto. Hay también otros campos semánticos, como el de la pérdida (pérdida, desaparición, perdiendo...) o el de las emociones negativas (duelo, lloró, malestar, temor, preocupación, miedo...).
En este texto hay un narrador subjetivo: esto es evidente por causa del uso de expresiones como “creo que lloró..., sospecho …ver más…
Hay una progresión de sentimientos explicitados en el texto: en el comienzo de la historia ella logra estar más lejos de los objetos aunque le gustan, pero después empieza a sentirse molestada por ellos y esta emoción negativa crece cada vez más hasta convertirse en ansiedad y nostalgia. Aunque ella siente felicidad recuperando sus objetos, esta emoción se convierte en breve tiempo en sensaciones negativas.
Las personas que aparecen en el texto no tienen mucho valor: la única persona importante a la que se llama con nombre propio es a Camila Ersky, la protagonista, mientras que las otras personas (amigas, hijos, marido...) no tienen un papel importante. Al marido y a los hijos de Camila el asunto de los objetos no les interesa y esta indiferencia los hace parecer como personajes bastante insensibles e incluso antipáticos. Los objetos, por lo contrario, tienen rasgos de persona desde el principio (“Llegaban a visitarla como personas, en procesiones...”) hasta el final.
La historia está contada con verbos en condicional presente, condicional perfecto, imperfecto, pretérito perfecto simple, pretérito pluscuamperfecto del indicativo y también imperfecto y pretérito pluscuamperfecto del subjuntivo. Solo hay unos pocos verbos en tiempo presente, es decir, los que señalan la opinión del narrador. Todo esto podría servir para dar al cuento un ulterior aspecto fantástico,