En el presente trabajo nos proponemos abordar La presencia de niños malvados en los cuentos de Silvina Ocampo.
En principio, plantearemos el análisis de tres de sus cuentos: La boda, Voz en el teléfono y Los amigos identificando a los narradores personaje dentro de un orden lúdico que carece de límites y está asociado a la maldad. Este comportamiento perverso en un principio se disfraza de broma o juego infantil pero en el transcurso del relato va evidenciándose con mayor claridad.
Por lo general, se trata de niños que se ven implicados en un crimen, directa o indirectamente, y quedan impunes frente al mundo de los adultos que no saben poner frenos o sucumben frente a su comportamiento malicioso.
Luego veremos que los narradores …ver más…

Por supuesto Roberta estaba enterada de esta broma y al salir de la peluquería le retorció el brazo a su pequeña amiga al tiempo que le decía -Todo esto será un secreto entre nosotras-.
“La novia estaba muy bonita con un velo blanco lleno de flores de azahar. De pálida que estaba parecía un ángel. Luego cayó al suelo inanimada”. En este cuento se narra una travesura infantil que en principio parece ser inocente, nadie iba a imaginarse que Gabriela iba a provocar la muerte de Arminda colocando una araña en el tocado. Ni siquiera los adultos presentes en la iglesia dieron crédito al testimonio de Gabriela, quien en su aparente inocencia, terminó siendo una criminal.
Como podemos ver, la pequeña Gabriela podría encajar en el arquetipo de niño perverso que hemos citado al comienzo de este trabajo. Durante el desarrollo de la narración Gabriela tiene un comportamiento que podría considerarse normal para su edad ya que le gusta jugar en la peluquería con los guantes del peluquero, una peluca vieja, etc. Hasta aquí nadie podría pensar que se trata de una niña malvada o cruel, hasta que se sucede el desenlace fatal producido por la muerte de Arminda durante la ceremonia de su casamiento.
Este “crimen” o “asesinato” queda impune, ya que Gabriela confesó haber sido la culpable, pero por tratarse de una niña nadie le creyó. “Tímidamente, turbada, avergonzada, durante el velorio que duró dos días, me