Latifundio
El estrés es un hecho habitual en la vida de todos. No puede evitarse, ya que cualquier cambio al que debamos adaptarnos nos representa estrés.
Nuestras experiencias estresoras provienen de tres fuentes principales: nuestro entorno, nuestro cuerpo y nuestros pensamientos. El entorno nos bombardea día a día con demandas de adaptación, viéndonos obligados a soportar el ruido, las aglomeraciones, relaciones interpersonales, aglomeraciones, normas de conducta y muchas otras en donde puede verse amenazada nuestra seguridad o autoestima. La segunda fuente es fisiológica; cambios en la adolescencia, envejecimiento, enfermedades, trastornos del sueño, etc, todas estas circunstancias afectan a el