Mexico independiente. latifundios
El 17 de noviembre de 1821 el gobierno provisional de la república expidió un decreto en el que convocaba a elecciones de diputados para el Congreso, que comenzó sus sesiones el 24 de febrero de 1822. Se llegó al acuerdo de establecer la religión católica como oficial y única tolerada, de dividir el gobierno en tres poderes; sin embargo, los diputados se dividían en republicanos y monárquicos, y entre los últimos existían dos facciones: iturbidistas, partidarios de Agustín de Iturbide, y borbonistas, deseosos de ser gobernados por un príncipe español.
El 18 de mayo el sargento Pío Marcha encabezó una rebelión cuyo fin era llevar a Iturbide a la corona imperial. El Congreso, presionado, decidió aceptar la propuesta …ver más…
Los mismos conquistadores fomentaban la codicia de la Iglesia y de los grandes dignatarios de ella.
Así fue como la Iglesia Católica se convirtió en el mayor latifundista del país, y si agregamos a las enormes facilidades que tenía a su alcance para aumentar su patrimonio, las grandes concesiones y donaciones de riqueza que frecuentemente le hacían los representantes de la Corona y del Gobierno Colonial, y principalmente Hernán Cortés, llegamos a la conclusión del por qué el poder temporal del clero llegó a ser tan inmenso en la Nueva España y a prolongarse, con la complicidad de los gobiernos, durante toda la época del México independiente, hasta la Reforma. Había dos clases de propiedades religiosas: la destinada a las obras pías, hospitales y casas de beneficencia, y la que pertenecía a los religiosos propiamente dichos, principalmente a los grandes dignatarios. Una de las prerrogativas principales que tenía la Iglesia era la de no pagar impuesto alguno; es decir, era una propiedad privilegiada. Como la propiedad territorial de la Iglesia comprendía fincas rústicas, urbanas, y exentas de toda clase de impuestos, se originó un desequilibrio económico, que afectó principalmente al fisco, ya que por concepto de impuesto dejó de percibir grandes ingresos. Esto originó un Concordato que celebró España con el Papado en el año de 1737, mediante el cual se convino en que la Iglesia empezara a pagar impuestos tanto en España como en sus