Las ideas psicologicas del renacimiento
Una vez había un potro oscuro. Su nombre era Potro-Oscuro.
Siempre se llevaba a los niños y las niñas a la Gran Ciudad del Sueño.
Se les llevaba todas las noches. Todos los niños y las niñas querían montar sobre el Potro-Oscuro.
Una noche encontró a un niño. El niño dijo:
- Llévame, caballo pequeño, a la Gran-Ciudad-del-Sueño.
- ¡Monta! -dijo el Potro-Oscuro.
Montó el niño, y fueron galopando, galopando, galopando.
Pronto encontraron en el camino a una niña. La niña dijo:
- Llévame, caballo pequeño, a la Gran-Ciudad-del-Sueño.
- Monta a mi lado. -dijo el niño.
Montó la niña, y fueron galopando, galopando, galopando.
Pronto encontraron en el camino un perro blanco. El perro blanco dijo:
- ¡Guado, guado,