las 24 tesis Las veinticuatro tesis tomistasAntropología filosófica | |

Tesis XV
El alma humana y su naturaleza, origen y destino.

Cuatro afirmaciones capitales encierran esta preposición, las cuales serán explicadas a continuación.
I. Espiritualidad del alma
No satisfecha nuestra alma con alcanzar objetos del todo inmateriales, se considera que también de manera abstracta e ideal los objetos materiales que percibe, y los contempla desde puntos de vista enteramente desconocidos para los sentidos.
De los tres actos del entendimiento humano se descuella esta independencia.
La simple aprehensión se verifica por medio de un concepto enteramente abstracto que representa las cosas.
El juicio, hay un punto de vista más …ver más…

El ser comunicado por el alma
“Además, el alma comunica al cuerpo el acto del ser con que ella existe”
El cuerpo, el compuesto y el alma, todos tienen un mismo ser.
Al separarse del cuerpo, sigue el alma conservando su ser: el ser espiritual e incomunicable permanecen sin alteración, lo mismo que la inteligencia y la voluntad conservan a su identidad después de la muerte; es importante aclarar el termino resurrección: El ser del alma volverá a difundirse por todo el organismo restaurado, y todas las facultades estarán de nuevo en acto.

Tesis XVII
Las facultades.

I. Distinción real
Las facultades o potencias del alma significan los principios próximos e inmediatos de donde procede la operación.
La potencia y el acto están en el mismo género supremo, los accidentes se distinguen realmente de la sustancia.

El espíritu o la facultad intelectual, no es la esencia misma del alma, sino algo que se le añade como una perfección excelente.
Dado que la potencia y el acto no están en el mismo género supremo, las facultades o potencias de las cuales proceden actos accidentales no pueden confundirse con la sustancia.

II. Emanación de las facultades
La emanación de las facultades es una consecuencia física, al modo de las propiedades que resultan de la esencia, una emanación natural, espontanea, irresistible; estas son concreadas en virtud del acto divino que produce el alma y la une al cuerpo.
Tal es el alcance de ese origen que nuestra filosofía llama una