La santa inquisicion
La Iglesia, durante la Edad Media, se encargaba de mantener el orden y el poder supremo para dominar a toda Europa con el único fin de que ella fuera la dominante antes que cualquier otro tipo de autoridad. También se caracterizó por desarrollar técnicas y aparatos de tortura, que a través del tiempo se fueron adaptando según la conveniencia de la Iglesia para ser aplicados a los que se revelaran contra ella y no cumplieran con los lineamientos que esta imponía.
La Iglesia tomaba las decisiones que creía correctas para castigar aquellos que eran considerados como locos, herejes, leprosos, brujas y homosexuales. Estos eran castigados. Brutalmente torturados, ejecutados ocasionando una …ver más…
Si el prisionero pasaba la cuarta etapa sin confesar y sin dar nombre de otros pecadores y ya no había nada más que esperar, se pasaba a la última y quinta etapa, que era la hoguera.
Los instrumentos se salpicaban con agua bendita y la tortura física empezaba. Por ley estaba prohibida la repetición de la tortura sobre una persona, de manera que si la víctima había soportado la tortura y mantenido su inocencia, entonces esta no debía ser torturada otra vez. Los inquisidores, no obstante, encontraron una fácil salida a esto. Ya que ellos afirmaban que en realidad no repetían la tortura, sino más bien continuaba día tras día, cualquier intervalo lo consideraban técnicamente como una mera suspensión.
La gente que era torturada sufría grandes tormentos físicos donde eran forzados a realizar sus confesiones por opiniones religiosas. Existían notas de la Santa Inquisición,
de todo lo que sucedía cuando se realzaban dichos castigos que sufrían las victimas en donde confesaban sus llantos, sus lamentos y sus suplicas pidiendo misericordia.
Lo que cautivó más no fue la forma de redactarlos sino que eran escritos sin ninguna compasión puesto que hay que entender que su mentalidad era diferente a la nuestra.
A continuación se explicará quienes eran acusados y en qué forma eran sentenciados. Herejes
La herejía fue un gran desafío para la Iglesia Católica, el descubrimiento de ésta causó una intensa crisis a finales del siglo XII. A este desafío tanto las