a Decisión Más Difícil no es un mal producto, pero sufre de problemas temáticos que la afectan profundamente y se tornan insoportables en cierto punto. La película se debate entre querer ser y no ser, entre querer decir y no decir; entre la discusión del valor del sacrificio por sobre la autonomía moral del sujeto, y el exhibicionismo meloso y forzosamente ético al que nos ha acostumbrado el director del film.
Y es que Nick Cassavettes pareciera no atreverse a asumir una posición que rompa con los temas que, simulando comprender la complejidad de las decisiones humanas frente a la enfermedad del ser querido (The Notebook, John Q) , optan por la expresión efectista, que no deja paso a la reflexión. En este caso particular, el tema