La guerra de los cien años
El derecho internacional humanitario constituye una base sólida para la protección de las personas en tiempo de guerra, principalmente mediante los Convenios de Ginebra y sus Protocolos adicionales. Para mencionar tan sólo un ejemplo, la violencia sexual constituye, de manera inequívoca, un crimen de guerra tanto en los conflictos armados internacionales como en los no internacionales.
Hacer respetar las normas es un desafío permanente y la responsabilidad principal incumbe directamente a los Estados, que han ratificado universalmente los Convenios de Ginebra. No sólo deben velar por la aplicación de las normas sino también hacer que sean plenamente respetadas.
La trata y tráfico de personas suele