PRIMER ACTO
NARRADOR: Sobre el CERRO SAN CRISTOBAL, la niebla había puesto una cubierta sucia, una garua densa cernía entre los arboles lavando las hojas y formando fango volviendo la tierra de color pardo y en el callejón de nuestra señora del perpetuo socorro, una vecina vieja dejo sobre un trapo la plancha caliente encima de la tabla de planchar, generando un grave incendio.
AURORA: ¡auxilio! ¡Socorro! Ayúdenme por favor.
DEMETRIO: qué ha pasado llamen a los bomberos, mi esposa mi hijo ayúdenme por favor.
AURORA: estoy en el cuarto, ayúdame no puedo salir.
DEMETRIO: maría saca al bebe que se asfixia.
MARIA: lo estoy sacando, apuren ustedes que se cae la casa.
NARRADOR: La creencia de la época hizo que los padres buscaran a …ver más…

Chupitos sabía que:
CHUPITOS: la cocina no es un juego de hombres, los trompos deben pelearse a tajos y a quiñes existiendo en ellos un ganador y un derrotado.
NARRADOR: chupitos andaba medio triste por haber perdido su trompo, le había costado 20 centavos era de naranjo, así como su padre preparaba sus gallos, el arregló su trompo, lo pulió le puso cera para hacerlo mas resbaladizo y le cambio la púa de garbanzo por un clavo afilado y brillante, como las navajas que su padre amarraba a las patas de los gallos.
CHUPITOS: bien, ya acabe de arreglar mi trompo, el será mi orgullo, con el partiré muchos trompos.
NARRADOR: chupitos se afanaba con la frase:
CHUPITOS: “los hombres cuando ganan, ganan” ya está.
CARMONA: ese trompo será mío, cayó a mi lado juguemos cocina, cocina.
CHUPITOS: no, yo no juego cocina, si quieres a los quiñes.
RICARDO: tu sabes, el que manda, manda así es la ley.
NARRADOR: chupitos ante la desaprobación del grupo no tuvo más remedio que tirar su trompo y pegarse a la pared a esperar que Carmona hiciera lo que quisiera con su trompo.
CHUPITOS: Carmona, chotano tenias que ser.
CARMONA: gane, ahora el trompo de chupitos es mío.
FAUSTINO: ¡no puede ser, gano!
FELICIANO: gano que envidia ese trompo ya era casi mío.
CARMONA: ya no juego más

TERCER ACTO
Narrador: Fue la primera lección que aprendió Chupitos en su vida