Política Internacional Felipe Moreno G Facultad de Comunicación
Escuela de Periodismo

“Santos y pecadores, algo en nuestro interior, somos El Señor de las Moscas”

El señor de las Moscas, es una obra de William Golding, que nos narra la vida de niños que sobreviven de un accidente de avión en alta mar y naufragan en una isla desierta en la que no hay adultos que los controlen y para sobrevivir se ven obligados a tomar decisiones de las cuales no tienen la madurez apropiada, situación que en el transcurso de la historia los llevará a comportarse como verdaderos salvajes. Es este sistema de crisis que los lleva a un conflicto latente, …ver más…

Y este pequeño sabe controlar muy bien a sus seguidores puesto que utiliza esta inseguridad en los niños y las pesadillas que sufren para controlar a sus pares por el miedo, utilizando como herramienta a la fiera (“El Señor de las Moscas”) y rendirle tributos para que su grupo no sufran sus ataques.
De esta forma Jack comienza a acumular cada vez más poder, puesto que es quién les entrega comida y los tranquiliza por el posible monstruo que los pueda atacar, pero en este mismo intento de acumular cada vez más poder, comienza un dilema de seguridad porque al alejarse del grupo que lidera su rival Ralph hay una especie de carrera armamentista ya que en su esfuerzo de preservar su propia seguridad comienza a tomar decisiones para disminuir la seguridad del otro grupo, como cuando le quita las gafas a Piggy para poder hacer fuego, de esta forma se comienza a crear una cierta de desconfianza ante sus vecinos tal como plantean Art & Jervis: “En su esfuerzo por preservar o promover su propia seguridad un estado puede tomar medidas que disminuyen la seguridad de otros estados y provocar que estos adopten contra medidas que neutralicen las acciones del primer estado y que pueden incluso amenazarlo”- Este mismo hecho hace que el conflicto siempre esté latente entre ambos grupos, por las mismas desconfianzas entre unos y otros, Morgenthau plantea que el estado, el poder, los principios y la moral difícilmente se mezclan, puesto que hay una tensión ineludible entre ellos y