El libro del caballero zifar fragmento
Y si por la nuestra desventura os hubiésemos a perder, mayormente por la nuestra culpa, perdidos y estragados seríamos nos, y no sin razón, ca seríamos en gran culpa ante Dios, y los vecinos nos estragarían. Mas tenemos por derecho y por aguisado que recibáis vuestra mujer y que os mantengáis con ella, y que conozcáis y lleguéis a vuestros hijos así como debéis. Y nos recibiremos a la vuestra mujer por señora y por reina, y a vuestro hijo el mayor por vuestro heredero después de los vuestros días.» Y comenzó el Conde a decir a todos los otros: «¿Tenéis esto por bien?» Respondieron todos a una voz y dijeron: «Tenémoslo por bien y plácenos.» Y de y adelante tomaron a su mujer y fuéronla meter en un palacio y vistiéronla de nobles paños y pusiéronle una corona de oro en la cabeza, muy noble, y fuéronla asentar en una silla a par del Rey, y los dos sus hijos a sus pies. Y fueron todos uno a uno a besar las manos y hacerle hombrenaje a la Reina y al hijo mayor del Rey. Ca convidados los había que fuesen sus huéspedes ese día. Y después de comer fueron las mayores alegrías que en el mundo podrían ser dichas, y eso mismo hicieron en todo el reino después que se tornaron a sus lugares los que y vinieron por