El Romanticismo En El Matadero, De Esteban Echeverría
El escritor, desde su humilde oficio, tiene que conseguir a través de su obra cambios políticos que repercutan en todos los aspectos de la historia del propio país, tanto a nivel económico, como social o cultural, una especie de “liberación” o búsqueda de la propia identidad. En esta particular visión del oficio de escritor, el crítico Bart L. Lewis señala la gran influencia supuso Madame de Stäel para Echeverría: “there is no more urgent moment for a country to define its nacional identity than the time of liberation, a being born into history. It is this sense of taking stock and looking forward that allows us to relate Madame de Stäel’s analysis of Western literature and culture to the brainstorms of Echeverría and his compatriots”[4]. Así, un escritor debe conseguir modificar las costumbres, proponer un sistema legislativo y constitucional alternativo al establecido, buscar una teoría política acorde con los sentimientos, el bienestar de la nación y la libertad de sus ciudadanos…a fin de cuentas, poner la literatura al servicio de la sociedad y la política de un país, en este caso, Argentina. Esta es, a fin y al cabo, la característica fundamental del Romanticismo que Echeverría heredó y que trató de imponer en su país con sus obras: el sentimiento de obligación a mejorar el orden establecido. Por decirlo de otra manera, se trataría de aplicar