Cada uno debe aprender a recordar lo mejor de su vida, lo que nos anima a seguir adelante, por supuesto no podemos olvidar esos momentos difíciles que un día nos formaron pero podemos hacer mayor énfasis en aquellos que un día nos levantaron, esto nos lleva a recordar en un tiempo de Semana Santa, no podemos olvidar que en este tiempo hace mas de dos mil años nuestro Señor Jesucristo padeció por causa de nuestros pecados, esto es muy cierto y es la esencia de entender que es la causa de lo que un día nos vino a dar libertad, pero también fue un momento que vino a poner un parte aguas en la historia, algo tan importante que nos vino a dar libertad, causa de una crucifixión donde Jesús vino y pago nuestros pecados, fue lo que hizo que se …ver más…

Debemos de apartar ese día para recordarle al diablo que fue derrotado, que el reino de las tinieblas cayo, fue el día que se estableció el reino de los cielos, que recobro su posición, fue el día que venció nuestro Señor Jesucristo a la muerte, y yo me imagino cuando hay victoria, es un tiempo de celebración por que Jesucristo resucito, entonces por qué estar entristecidos, como algunos que no tienen esperanza como dice en el libro de filipenses.
Por eso nos hemos reunido a celebrar la victoria, lo que se celebra es que fue vencido el diablo, pero he aquí el balance, no podemos celebrar con pecado, no podemos tener alegría causa del pecado que fue lo que llevo un día a nuestro Señor Jesucristo a la cruz. Usted no puede estar celebrando con pecado, es como una burla, pero si podemos celebrar en victoria, bajo principios, bajo valores de la palabra de Dios, y si podemos celebrar, lo malo es que la gente desvirtúa todo este asunto de celebración y termina todo en pecado. Es como si usted quiere celebrar en pecado, viene a mi mente, cuando terminaba la segunda guerra mundial y llego el ejército que disiparía el régimen y lo somete y ¡celebran somos libres! Y de repente sale un soldado por ahí con una bandera de los nazis diciendo: somos libres, somos libres. Pero como, si es a quien se acaba de derrocar.
Lo mismo