El Nuevo Dardo En La Palabra (Reseña Literaria)
Fernando Lázaro Carreter
“El nuevo dardo en la palabra” es una obra realizada por Fernando Lázaro Carreter, conocido filólogo zaragozano y antiguo director de la Real Academia Española. Se trata de una compilación de artículos publicados en el diario madrileño El País entre 1999 y 2002, donde muestra con ironía y humor gran cantidad de errores lingüísticos protagonizados generalmente por los medios de comunicación y los políticos. Estos errores han acabado extendiéndose y formando parte de nuestro lenguaje del día a día. Mediante estas críticas no pretende inculcar ninguna de sus ideas, sino suscitar un contraste; estimular a la reflexión y a la gimnasia mental para prevenir lo que vendría a ser la “ruina …ver más…
Ejemplos en los que las distinciones se anulan serían “oír” y “escuchar” (en el que insiste mucho a lo largo del libro), “deber” y “deber de”, o “asequible” y “accesible”. Estos son utilizados como sinónimos, cuando realmente tienen distinto significado.
También hay palabras cuyo significado inicial ha ido evolucionando. En el artículo “El rollo”, nos explica la evolución de “rollo”, hasta significar “lío, relación...”. En “Espíritu de la geometría”, nos muestra cómo se hace un gran uso del vocabulario geométrico dándole otro significado. Por ejemplo, la metáfora “espiral de la violencia” (la violencia vista como tornado que se empina vertiginoso); el término “horizontal” (dama de cama fácil) o la expresión “en su recta final” (falta poco para que algo acabe).
Como vulgarismo encontramos “alante” por “adelante”. Por ejemplo, en el ámbito deportivo, al citar “el portero echa el balón alante” se debería decir “el portero echa el balón adelante”.
En “Telefonía sin tildes” o “Chuzos sin punta”, Carreter no se olvida de los errores gramaticales de acentuación, de los que hoy podemos encontrar gran cantidad, como “miercoles” o “Africa”, que les falta la tilde; y “exámen” o “jóven”, que les sobra. Incluso la empresa “Telefonica”, cuyo nombre ha sido visto por tantos ojos, continúa sin llevar la tilde que le falta.
El deseo de la modernidad también se ve reflejado en la manipulación que se hace de las