Una linda mañana de Febrero, en una calle cerca del barrio de la colonia Roma, en México, me crucé con la chica perfecta.

Realmente no era tan guapa. No resaltaba de alguna forma en especial. No vestía de ninguna forma en particular, llevaba aún las marcas de recién haber despertado. Tampoco era joven- tendría cuando menos veinticino años. Aún así, a unos metros de distancia sé que ella es la chica perfecta para mi. Desde el momento que la miré algo dentro de mi golpeó por dentro y mi boca quedo tan seca como un desierto.

Quizá todos tienen un propio tipo de chica favorita: como de tobillos delgados, o de grandes ojos, o delicadas manos, o sin tener una razón te enloquecen las chicas que se toman su tiempo para comer. Yo tengo mis …ver más…

Pero ellos creían con todo su corazón que en algún lugar del mundo vivía el muchacho perfecto y la muchacha perfecta para ellos. Creían en el milagro. Y ese milagro sucedió.

Un día se encontraron en una esquina de la calle.

"Esto es maravilloso", dijo el. "Te he estado buscando toda mi vida. Puede que no creas esto, pero eres la chica perfecta para mí."

-¿Y tú?-, ella le respondió- Eres el chico perfecto para mi, exactamente como te he imaginado siempre. Es como un sueño.

Se sentaron en la banca de un parque, se tomaron de las manos y dijeron sus historias hora tras hora. Ya no estaban solos. Era maravilloso encontrar y ser encontrado por tu otro perfecto, un milagro cósmico.

Sin embargo, mientras se sentaron y hablaron una pequeña, pequeñísima duda echó raíces en sus corazones: ¿estaba bien si los sueños de uno se cumplen tan fácilmente?

Y así, tras una pausa en su conversación, el chico le dijo a la chica: Vamos a probarlo, sólo una vez. Si realmente somos los amantes perfectos, entonces alguna vez en algún lugar, nos volveremos a encontrar sin duda alguna y cuando eso suceda y sepamos que somos los perfectos, nos casaremos ahí mismo, ¿cómo ves?

-Sí- ella dijo- eso es exactamente lo que debemos hacer.
Y así fué, ella al este y él hacia el oeste.

Sin embargo, la prueba en que estuvieron de acuerdo era absolutamente innecesaria, nunca debieron hacerla porque en verdad eran el amante perfecto el uno para el otro y era un