Caso kanu
Unos hombres movían el contenido de enormes tinas usando varas de bambú como si estuvieran preparando sopa para caníbales; otros, llenaban cubetas con el caldo y las acomodaban en filas interminables.
Olía a sudor y a pescado.
Dos gendarmes pasaron caminando junto a él. Se sumergió para no ser descubierto. Después volvió a sacar la cabeza del agua muy despacio. Identificó entre los trabajadores algunas caras conocidas: amigos, familiares, vecinos; todos ellos vigilados por los grotescos verdugos vestidos