LA PARÁBOLA DEL CARRETE ROTATORIO.
Henry L. Sisk , Mario Sverdik, Administración y Gerencia de Empresas. Edit. Sguthwester. V 43. Pág.132.
Cierta vez el presidente de una gran cadena de restaurantes-cafeterías de servicio rápido, asistió a una conferencia sobre el tema “Las relaciones humanas en el comercio y la industria”. Motivó su concurrencia la esperanza de que aprendería algo útil; sus años de experiencia le inducían a pensar que los problemas de relaciones humanas eran frecuentes y de fundamental efecto en la buena marcha de las empresas; ello se cumplía, por cierto, y con largueza, en el negocio del restaurante.
El conferencista discutió las muchas presiones que crean problemas de relaciones humanas. Mencionó las: …ver más…

4. El gerente tiene el status más alto en el restaurante.
5. El cocinero tiene el siguiente grado más alto del status
6. La mesera, sin embargo, son siempre reclutadas localmente y tienen el status más bajo. Por su puesto que ellas tienen status más alto que los lavadores y peones de limpieza, pero ciertamente, tienen status más bajo que el cocinero, y aún sí ellas le dan órdenes a éste.
7. No parece correcto que una persona con status inferior le dé órdenes a una persona de mayor status.
8. Debemos encontrar un medio para evitar la relación de cara a cara entre la mesera y el cocinero; debemos de fijarla de manera que ellos no tengan que hablarse.
9. RECOMENDACIÓN: Es colocar un carrete rotatorio en el mostrador de órdenes. Este carrete, que puede ser de metal o cualquier otro material apropiado, consiste en una especie de rueda, girando sobre su eje, con grapas o presillas fijadas a distancias regulares en derredor de su circunferencia, en los que las meseras pueden simplemente poner sus órdenes escritas en lugar de gritarlas al cocinero.
PSICÓLOGO
1. Descubrí algo fundamental, tan obvio que por lo mismo, puede probablemente haber pasado desapercibido hasta ahora. Sus problemas de relaciones humanas se presentan y multiplican en las horas de mayor demanda. Ahí es cuando las meseras rompen llorar, los cocineros se ponen temperamentales y en un momento