Cartas literarias a una mujer y rimas de bécquer
CONFRONTACIÓN CARTAS LITERARIAS A UNA MUJER Y RIMAS
Las Cartas Literarias a una mujer de Bécquer ofrecen al lector una poética completa del autor.
De hecho, a traves de un discurso fingido con una mujer, Bécquer logra perfectamente describir lo que él quiere hacer con sus poesías, incluso lo que es poesía para él mismo.
Hay entonces algunos conceptos principales contenidos en las cartas que se reflejan en sus Rimas, que llegan a ser el espejo más refinado del mensaje que quiere transmitir.
Las Cartas Literarias empiezan con una pregunta principal “¿Qué es la poesía?” que será después desarrollada en toda la obra. De todas formas, cuando empezamos a leer, todavía no nos podemos enterar del hecho de que él …ver más…
“Sacudimiento extraño/ que agita las ideas/ como huracán que empuja/ las olas en tropel./ [...] ideas sin palabras, / palabras sin sentido,/ cadencias que no tienen/ ni ritmo ni compás,/ memorias y deseos/ de cosas que no existen/ accesos de alegría/ impulsos de llorar [...]” hasta que no llega a lo que es ser escritor “[...] embriaguez divina/ del genio creador./ Tal es la inspiración.”. Esa es la revelación. Es ese concepto que nos lleva pronto a la carta siguiente, De hecho, si en la primera carta Bécquer hablaba del sentimiento, en esta lo desarolla hablando del proceso poetico.
Las ideas fundamentales de esa carta son dos: primero, cuando el poeta siente no escribe, sino guarda lo que necesita. No es una una inspiración directa sino algo que él ya tiene en su mente. Es a traves de su espíritu que puede recuperar esas impresiones guardadas y convertirlas en poesía. Encima, todo el mundo podría potencialmente mirar las cosas de manera “poética”, pero son sólo los poetas que pueden guardar esos eventos como si fueran un tesoro. Es exactamente lo de que habla la rima V “[...] Yo en fin soy ese espíritu,/ desconocida esencia,/ perfume misterioso/ de que es vaso el poeta.”.
Otra referencia de las Rimas a cartas literarias a una mujer la vemos en la Rima XXVII donde dice “Dormida, en el murmullo de tu aliento acompasado y tenue escucho yo un poema