Cambio malo
Octavio Rodríguez Araujo
Carlos Fernández-Vega, como siempre, nos recuerda diariamente cómo está la economía de México, en este caso a partir de los gobiernos neoliberales (véase su columna del 25/10/11 en La Jornada). Establece, con acierto, una línea de continuidad entre Felipe Calderón Hinojosa y Enrique Peña Nieto en relación con las privatizaciones. Esta línea, la misma y sin desviaciones de fondo, se dio con Salinas, Zedillo y Fox. Es nuestra obligación, como mexicanos, no perderla de vista, pues en esto consiste la pugna por la Presidencia de la República hacia 2012. Lo que está en juego es el manejo de la economía del país: en manos privadas para las cuales el Estado sólo está de adorno y para proteger sus …ver más…
Hablan de acrecentar la productividad, de generar empleo, de aumentar el consumo interno, etcétera, y todo esto con base en la activación de las inversiones privadas.
Justamente esto es lo que se ha hecho y el resultado ya lo conocemos: mayor desempleo, pérdida del valor adquisitivo del salario, crecimiento económico casi nulo y, ¡sólo faltaba!, mayor enriquecimiento de unos cuantos, cada vez menos, pero cada vez más ricos, tanto que pueden perder miles de millones de dólares y siguen tan campantes.
Que quede claro que no estoy diciendo que las empresas en manos del Estado son mejores, necesariamente, que si estuvieran en manos privadas. Si una empresa estatal se administra como si fuera privada y no al servicio de la población más necesitada, el resultado no cambia. Ahí está la Comisión Federal de Electricidad como un ejemplo. El mismo Ortiz multicitado ya lo dijo: “el precio del servicio es mucho más alto del que se paga en Estados Unidos”. Y así es, porque el gobierno, expresión concreta del Estado, es el que orienta a las empresas estatales: éstas no se mandan solas. Y el gobierno ha resuelto que los costos del servicio lo paguen los consumidores por igual, sean ricos o sean pobres, en lugar de establecer sus precios verdaderamente diferenciados en favor de los más.
Lo que se requiere es un gobierno con sensibilidad