ELos adolescentes y su bienestar socio afectivo

Problemas

Para construir una nueva forma de ser en el mundo… los adolescentes deben salir de sus casas. El grupo de amigos es lo más importante en este momento de la vida, y es el lugar donde ellos van a construir su nueva subjetividad. Los padres se hacen menos imprescindibles. Los jóvenes pasan mucho tiempo hablando por teléfono, al frente de la computadora, escuchando música o fuera de casa, lo que irrita a los padres y produce conflictos.
Hay muchos problemas en los adolescentes pero unos que sobresalen de otros. Los diez problemas más graves entre los adolescentes:

1. Consumo de alcohol. Lo hace, habitualmente, más del 60% de los jóvenes
2. Iniciación en las drogas. El 31% de …ver más…

Pero nadie tienes el derecho de maltratar a alguien o acosar, de la explotación sexual o discriminar. Aun así la gente lo hace y estos problemas son muy comunes en la adolescencia. Entonces los adolescentes son las principales víctimas.
Todos tenemos derecho al bienestar socio afectivo. Pero muchos adolescentes no ponen en práctica su derecho. ¿Por qué? Esas personas no tienes la suficiente autoestima para darse a respetar ante personas que abusan de sus capacidades. Y tienen miedo a hablarlo con gente de confianza porque son amenazados.
Para la construcción del bienestar social todos debemos de tener muy buena autoestima y sobre todo el respeto.
La autoestima es un conjunto de percepciones, pensamientos, evaluaciones, sentimientos y tendencias de comportamiento dirigidas hacia nosotros mismos, hacia nuestra manera de ser y de comportarnos, y hacia los rasgos de nuestro cuerpo y nuestro carácter. Es como la evaluación de sí mismo.
La importancia de la autoestima estriba en que concierne a nuestro ser, a nuestra manera de ser y al sentido de nuestra valía personal. Por lo tanto, puede afectar a nuestra manera de estar y actuar en el mundo y de relacionarnos con los demás. Nada en nuestra manera de pensar, de sentir, de decidir y de actuar escapa a la influencia de la autoestima. Todo ser humano, sin excepción, por el mero hecho de serlo, es digno del