En “El malestar en la cultura” (1930), capítulo segundo, Freud nos enseña que la vida nos resulta gravosa, ya que al transitar por ella nos encontramos con dolores, desengaños, dificultades, restricciones, y diferentes afrentas. Continúa comentando que, para soportar éstos dolores, la vida misma nos provee de diversos “calmantes”, a los que clasifica en tres clases: poderosas distracciones; satisfacciones sustitutivas; y sustancias embriagadoras. En el filme “Parada”, cuando Miloud llega a Bucharest, en Rumania, observa que un grupo de niños estaba inhalando “Esmalte Aurolac”, un pegamento con efectos narcóticos. Ésta sustancia puede ser pensada como una de las “sustancias embriagadoras” de la que nos habla a Freud, que en éste caso era …ver más…

Además, más adelante en el filme, el mismo Miloud es acusado de pedofilia, quien obviamente no había incurrido en éste tipo de actividades. Y aún más: el apoyo que recibe de la embajada de su país (Francia) es mínimo, y también pierde el apoyo de la ONG que lo estaba financiando, aunque él fuera declarado inocente y su caso se cerrara. Luego de esto, Miloud expresa también su “odio hacia la cultura” de dos formas: primero insultando al representante de la ONG que lo financiaba, y luego haciendo un comentario irónico a uno de los miembros de la embajada de Francia (“en momentos como éste, me siento orgulloso de ser Francés”). Éste “odio u hostilidad hacia la cultura” también se manifiesta en los mismos niños, ya que algunos de ellos, al principio, se negaban a integrar a Miloud al grupo, puesto que lo reconocieron como integrante de otro círculo social más elevado. Esto concuerda con el “narcisismo de las pequeñas diferencias” (en este caso no tan pequeñas) del que habla Freud. Éste narcisismo consiste en que, al sentirnos identificados con un determinado grupo, discriminamos e injuriamos a aquellos que no pertenecen a éste grupo, es decir, a aquellos que son distintos de nosotros, satisfaciéndose así la inclinación agresiva presente en los seres humanos. Cabe destacar, que en la hostilidad hacia la cultura, también se satisfacen las pulsiones de agresión. Se puede apreciar que los niños, antes de la llegada de Miloud, gozaban de una amplia gama de