Analisis De Ragnarok De Borges
690 palabras
3 páginas
Análisis de un cuento de Borges, "Ragnarok 1) En el primer párrafo del cuento queda delineado el esquema que luego se desarrolla en los párrafos subsiguientes. Éste se basa en explicaciones dentro de explicaciones que se cierran formando un círculo. El narrador explica (es decir, escribe, ya que el narrador parece ser Borges) que Coleridge escribe (explica) que los hombres explican su horror a partir de un objeto que sueñan. Y uno de los hombres, de esa generalización, que en el texto está expresada en segunda persona del plural, será el mismo narrador, quien soñará el episodio de los Dioses. Entonces Coleridge soñará al narrador que sueña o se explica su horror por medio del sueño. Por eso lo que escribe Coleridge es el sueño del
…ver más…
La totalidad característica del sueño no impone una identificación que singularice a los personajes. Esto se puede ver en la manera que el narrador se refiere a los Dioses y también a él mismo (“cuatro a cinco sujetos”; “uno”; “otro”; “uno, ya no sé cuál”; “todos”). También sostendrá el argumento de la totalidad, la diferenciación que se hace del sueño y la vigilia. El narrador identifica, singulariza con nombre y apellido a Pedro Henríquez Ureña, persona de la vigilia que aparecía en el sueño, mientras que él mismo en el sueño se nombra como “todos” (“Todos aplaudimos”). Esta totalización de la primera persona, del narrador demuestra que está siendo soñado por Coleridge. Debido a la regla de la totalidad, los Dioses son todo: humanos y animales. Dentro del sueño se desplegará esta oposición, cada naturaleza tendrá su momento en el cuento. En un primer momento es la magnificación, vinculada estrechamente con la humanidad de los Dioses. Se verá en “Aula Magna”, “agrandados”, “autoridades”. El segundo momento es el de la animalidad y se manifiesta en la descripción física de los Dioses: “mano que era una garra”, “encorvado pico”, “cloqueo victorioso”. Luego, se mezclan, en ciertas construcciones descriptivas, partes humanas y adjetivos que, calificando a esas partes, las transforman en rasgos animales: “frentes muy bajas”, “dentaduras