Análisis de: "la muerte y la brújula" de jorge luis borges
Como pionero en el género policial, Edgar Allan Poe deja su legado. Borges, con el cuento “La muerte y la brújula”, el escritor argentino, pudo destacar la admiración y el respeto hacia Poe; entonces, expone y escribe este relato del género policial. El detective del relato, es nombrado como Erik Lönnrot. Es un detective observador y con una capacidad de analizar con expectativas de llegar más lejos como sea posible con las pistas dejadas por el asesino y esclarecer el crimen. Red Scharlach, el asesino y la “mente maestra” de todos los crímenes que ocurren en el texto; comienza a “montar” su escenario, entonces, coloca pistas con la intención de conseguir la caída y la perdición del detective. Desde el comienzo de la investigación, surge un laberinto entre Red Scharlach y Erik Lönnrot. Esto ocurre, porque el detective, al investigar quién es el asesino y autor de la serie de crímenes, entra en ese laberinto con las pistas dejadas por el asesino, pero también con las pistas que Lönnrot se crea en su mente. Esta “cacería”, provoca que el investigador se pierda con lo que su mente y su percepción le hacen creer; que todo lo que haya investigado y encontrado, aclararán la verdad de los crímenes. El detective, entra en un proceso para relacionar pistas, creyéndose el cazador, pero en realidad el detective es la presa y el asesino es el cazador.