La relación del Primer y
Segundo Gobierno de
Perón
con las masas obreras y los estudiantes
universitarios
- Diez ideas caracterizadoras de la
década - Primer Gobierno de Juan D.
Perón (1946 – 1952) - Plan Quinquenal (1947 –
1951) - La Reforma Constitucional de
1949 - Segundo Gobierno de Perón
(1952 – 1955) - Segundo Plan
Quinquenal - ¿Quiénes apoyaron
y quiénes se enfrentaron a
Perón? - El papel de los sindicatos y de
los obreros - La oposición de los
estudiantes - Conclusión
- Bibliografía
Frente a los múltiples aspectos que
caracterizaron el Primer y Segundo Gobierno del General
Perón, haremos hincapié en la cuestión
obrera y en la relación entre los estudiantes
universitarios y el movimiento
surgido el 17 de Octubre de 1945, para señalar lo que
entendemos como los mayores aciertos y los peores errores
cometidos en esa época de la historia
argentina.
Al mismo tiempo, para
señalar al sector del que mayor apoyo recibió
Perón y a uno de sus opositores. Paradójicamente,
cuando Perón estaba en exilio en España,
con su movimiento prácticamente proscripto, cuando las
masas populares se levantaban contra los gobiernos militares, una
de las consignas que más despertaban la adhesión de
la mayoría era aquella de "obreros y estudiantes, unidos
adelante". Por ejemplo, los que se habían enfrentado en el
‘45/’46 y en el ’55, se unían en el
’69 (Cordobazo).
Para situarnos en las cuestiones más importantes de esa
década es necesario hacer una pequeña reseña
de sus momentos más destacados; pero también de las
ideas, posiciones e intereses de los sectores sociales de la
época.
Por razones vinculadas a lo que pensaban sobre la defensa
nacional, en las décadas del ’30, ’40 y
‘50, el Ejército Argentino era partidario de la
industrialización y sus ideas en este sentido
coincidían históricamente con la vaga tendencia de
la burguesía industrial (los nuevos empresarios de la
argentina surgidos en el proceso de
"sustitución de importaciones").
La primera consecuencia de esa coincidencia fue la puesta en
marcha de una política
económica proteccionista por parte del gobierno
militar del General Farell, donde Perón fue su
Vicepresidente y Secretario de Trabajo y
Previsión.
La reacción del "imperialismo"
norteamericano –que al promediar la Segunda Guerra
Mundial había reemplazo al inglés– y de las fuerzas internas pro
imperialistas ligadas al antiguo orden, fue inmediata y
determinó la adhesión de las masas populares hacia
el nuevo régimen. Perón comprendió la
transformación que se había operado en el
país. Mientras las fuerzas políticas
de la vieja Argentina se polarizaban alrededor de la democracia
formal incumplida, Perón desafió el potencial
económico de los intereses imperialistas, de los grandes
diarios, de la burguesía mercantil de Buenos Aires, de
la mayoría de la intelectualidad y apeló a los
sectores populares decepcionados del radicalismo, a las peonadas
del interior que habían votado bajo la voluntad del
caudillo lugareño a radicales o conservadores, pero sobre
todo, su campo de acción
inmediato, fue el proletariado industrial de las ciudades sin
conexiones con los partidos de izquierda (socialistas y
comunistas) carentes de prestigio en las masas.
El sentimiento de que el capital
extranjero era la causa de todos los males era generalizado,
sobre todo entre los más humildes y entre los cuadros
jóvenes del Ejército. La composición social
del Ejército Argentino, cuyos oficiales no
pertenecián a las clases altas, favoreció la mayor
comprensión de la fuerza que
anidaba en el pueblo, y explica en parte, por que el
Ejército no reprimió a los obreros en Octubre de
1945 en Plaza de Mayo, a pesar de su temor a las masas en las que
siempre vio, por la educación
profesional y política recibida, el
espectro del comunismo.
Perón logró rápidamente el sostén
de un sector social hasta entonces excluido, la clase obrera
de origen provinciano. El desarrollo
industrial explica el gran movimiento de masas que
desembocó en Perón. En 1943 la CGT contaba con
sólo 200.000 afiliados. La gran mayoría de los
trabajadores se mantenía indiferente o marginal a la
organización sindical, que habría de llegar
durante el régimen de Perón a los seis millones de
afiliados.
Si tal política se personificó en un hombre fue
porque ella coincidía con la realidad de la clase
trabajadora argentina en una fase de su desarrollo
histórico, que era, al mismo tiempo, el de la industria
nacional. Esa masa hasta entonces dispersa, en poco tiempo dio un
salto histórico formidable hacia su unidad de clase en
medio del desconcierto general de los partidos acostumbrados a
"comprar" voluntades o hacer fraude electoral.
El apoyo desde arriba a la masa trabajadora, fortaleció al
gobierno de Perón como a la clase obrera.
En ese contexto, los estudiantes universitarios y sobre todo
los dirigentes estudiantiles nucleados en la Federación
Universitaria Argentina (FUA), se opusieron al surgimiento de
Perón y a su gobierno y así como apoyaron en 1945 a
los partidos tradicionales que constituyeron la Unión
Democrática (radicales y conservadores, junto a
socialistas y comunistas, con el apoyo del embajador
norteamericano Braden) también apoyaron el golpe contra
Perón de la "Revolución
Libertadora" en 1955.
DIEZ IDEAS CARACTERIZADORAS
DE LA DÉCADA.
El peronismo
llegó al poder
exhibiendo un pensamiento político debido casi
exclusivamente a su líder. Perón venía
exponiendo sus ideas desde 1943. Su ideología condensó influencias
que iban desde el nacionalismo y las encíclicas papales
de acento social hasta su admiración por la Italia
fascista. El nuevo presidente contaba con la incondicional
adhesión de grandes sectores populares, sustentada a
través de una sensibilidad popular marcada y una
especial aptitud para manejar un lenguaje
directo como uno de los rasgos políticos más
sobresalientes de su personalidad.- El ascenso de Perón.
Sin duda alguna este es el día más
importante de nuestra historia
contemporánea porque señaló la falencia
de los partidos tradicionales y de los factores de poder
vigentes hasta entonces, para exaltar un elemento que todos
habían invocado siempre, pero que no existía
como hecho físico concreto:
la masa, el puro pueblo, el hombre
común que rompió los esquemas de sus
dirigentes, aun de los más respetables, para imponer
su voluntad. De allí en adelante queda abierto el
camino de Perón hacia el triunfo electoral. - El 17 de octubre de 1945.
No puede desestimarse la seguridad,
el regocijo, la exaltación con que el alma
nacional se vistió en aquellos años. Las
grandes mayorías argentinas confiaban en Perón
y en Eva
Perón. Pero no solamente les agradecían los
bienes
materiales
a que habían accedido en pocos años. Era una
nueva dignidad
la que sentían: y por eso mismo, porque su gratitud no
tenía fundamentos venales, siguieron agradeciendo y
añorando durante muchos años ese tiempo
irrepetible. - El primer gobierno.
Es en este ámbito donde pueden contabilizarse
algunos de los logros más perdurables del gobierno
justicialista. Con la intención de realizar una
más equitativa redistribución del ingreso se
planearon mejoras sociales que implicaron mejores salarios y
el reconocimiento de conquistas obreras, algunas de vieja
dada y de inspiración socialista que se reactivaron:
legislación laboral,
indemnizaciones por despido, salario
familiar, vacaciones pagas, etc. Uno de los más
importantes méritos del peronismo reside justamente en
estas medidas. El gobierno insistió con su
política de reformas sociales (sobre todo en la
primera presidencia) constituyéndose en un verdadero
portavoz y defensor de la clase obrera. - Política social.
El gobierno encaró una política
económica que incluyó la nacionalización
de importantes empresas de
servicios
públicos y la creación de otras, lo que
produjo el apoyo de diversos e importantes sectores de la
población, entre ellos cabe destacar a
abundantes grupos
pertenecientes a las fuerzas armadas. También se
advirtió el apoyo dado a la industria liviana. En el
plano social, esta política se complementó con
una legislación laboral que contempló las
reales necesidades de los sectores obreros. En cuanto al
campo, se propiciaron leyes que
beneficiaron al trabajador rural. - Política económica.
El triunfo de 1946 había sido la victoria del
sentimiento nacional herido por la intromisión del
Departamento de Estado en
nuestra política interna. La política
internacional de Perón se movía dentro de
límites cada vez más estrechos a
medida que la situación del país tendía
a deteriorarse. En suma, se movió con la relativa
independencia que le permitían las
relaciones coyunturales del mundo, en el contexto del pico
más álgido de la "guerra
fría". En la medida de las posibilidades, mantuvo
el principio de autodeterminación de los pueblos y la
solidaridad con los pequeños
países, que contribuían a fortificar la
conciencia
nacional e individualizar la posición argentina en el
mundo. - Política internacional.
Perón encontró una eficaz colaboradora
en su esposa María Eva Duarte. Desde la
Fundación que llevaría su nombre supo
granjearse la simpatía y el agradecimiento de los
sectores más desvalidos: niños, ancianos y especialmente el de
las mujeres, por quienes bregó hasta conseguir el
reconocimiento de sus derechos
cívicos.Evita desarrolló una fuerza arrolladora que
convocó a millones de argentinos hasta convertirla en
un polo de poder tan grande como el del propio Perón.
La prematura muerte (26
de julio de 1952) de Evita – tenía 33 años –
renovó los sentimientos de adhesión al
peronismo y fue motivo para la expresión de un
auténtico dolor en vastos sectores populares de
nuestra sociedad. - Eva Perón.
Con la iniciación del segundo gobierno, la
política peronista comenzó a poseer una
conducta
más demagógica y propagandista, presionando
más a los opositores y buscando todo el respaldo
posible de aquellos a los que había beneficiado hasta
ese momento (los obreros del campo y la ciudad); sobre todo
que comenzaban a aparecer los primeros signos de
la crisis
económica que sobrevendría. - Segundo gobierno.
En el segundo gobierno se advirtieron algunos signos
de inquietud en la tendencia general de la economía: falta de reservas monetarias,
pérdida del crédito exterior, inflación. Los
empresarios ya no tenían las tasas de ganancia que
habían alcanzado en el primer período, a pesar
de la puesta en marcha de las conquistas obreras, y el Estado
ya no contaba con las reservas monetarias que había
tenido como fortaleza en los primeros años.En una concentración de homenaje al
Presidente Perón estallaron bombas;
por lo cual entre las filas opositoras fue tomando cuerpo la
idea de un golpe armado para superar la situación. El
oficialismo se presentaba débil y la oposición
cada vez más fortificada. Y así llegó el
golpe del ‘55. - La
crisis. - Exilio de Perón: hechos
concretos.
En el terreno de los hechos concretos dejó a la
clase obrera con una clara idea de su poder, organizada en
poderosos sindicatos,
así como una industria apta y experimentada que no
permitiría el retroceso del país a la
economía pastoril. Esto permitió, que luego de 18
años, Perón volviera del exilio apoyado por los
obreros y los empresarios industriales en su Tercera
Presidencia en 1973.
Primer Gobierno
de Juan D. Perón (1946 – 1952)
Perón asumió y con él se
terminó un período corto de Gobierno Militar. Al
acceder al poder la Argentina se encontraba en una
situación delicada y esta debía mejorar, las
palabras del General parecía convencer a muchos. Se
prometía la implantación de la justicia
social sobre la base de la soberanía política y la
independencia económica.
Su llegada al poder fue desde la Secretaria de Trabajo,
ocasión que le convendría ya que le
brindaría la posibilidad del apoyo popular, cosa que supo
aprovechar. Se asocio con una de las CGT desplazando a la otra
(ya que se encontraban divididas); persiguiendo a dirigentes
socialistas y comunistas.
En la primera etapa se desarrollo una política
diseñada para un período de posguerra. Se
especuló con la posibilidad de una nueva guerra y se
puso en marcha el plan quinquenal
comprando equipos industriales, y material bélico. La
exclusión Argentina del plan Marshall en 1948
agudizó la crisis, al reducirse las reservas de oro y las
divisas
Perón decidió entonces un cambio
drástico en la política económica.
Nombró para ello un nuevo equipo encargado de ordenar la
situación reduciendo el déficit en la balanza de pagos
y obteniendo un préstamo en los Estados
Unidos.
Este fue presentado el 21 de octubre de 1946 ante el
poder legislativo y se informó de su puesta en marcha
desde el 01 de enero de 1947. Constaba de cuatro aspectos
fundamentales para su éxito:
– Prever las necesidades de materia prima
de origen nacional, combustibles, energía
eléctrica (hidráulica y térmica)
maquinarias y transportes.
– Conocimiento y
verificación del estado y eficiencia de los
sistemas de
explotación, producción y distribución de esos elementos.
– Desarrollar el programa
mínimo de inversiones y
obras necesarios para asegurar los suministros de materias
primas, energía y combustible y desarrollar así la
industria y agricultura.
– Descentralizar la industria, diversificar la
producción, crear fuentes de
energía, vías de comunicación, medios de
transporte y
aumentar los mercados
consumidores.
Se incluyeron también una serie de medidas para
reformar la educación en todos
los niveles, organizar la sanidad y los servicios
públicos.
La Reforma
Constitucional de
1949
El 3 de septiembre de 1948 Perón anunció al
país la próxima reforma de la Constitución Nacional.
El 9 de marzo de 1949 se aprobaron las reformas
propuestas.
Las principales reformas incorporadas incluían los
derechos del trabajador, la familia y
la ancianidad, el derecho a la propiedad
privada con una función
social y el capital al servicio de la
economía nacional. Por el artículo 40 se
nacionalizaban los minerales, las
caídas de agua, los
yacimientos de petróleo, de carbón y de gas y las
demás fuentes de energía exceptuando los vegetales.
Nacionalizaba también los servicios públicos y
prohibía su enajenación o concesión a
particulares. No estableció un monopolio
rígido estatal sino que prohibió el lucro privado
permitiendo sociedades
mixtas o cooperativas.
Segundo Gobierno de
Perón (1952 – 1955):
En lo económico esta etapa de crisis e inflación
contrastó con la de los primeros tiempos y lo llevó
al Presidente a revisar más de un tema de su
política de gobierno.
A partir de 1953 se dio un acercamiento entre los EE.UU. y la
Argentina, se alentó la incorporación a la
economía nacional de capitales extranjeros.
Logró una serie de importantes acuerdos
económicos con Chile, Ecuador,
Paraguay,
Bolivia,
Nicaragua y finalmente con Brasil, la
Unión Económica. Estos acuerdos promovieron la
reducción de las barreras aduaneras, liberación de
impuestos de
ciertos productos y la
apertura de una línea de crédito entre los
países firmantes.
Fue sancionada una Ley de
Inversiones Extranjeras, duramente cuestionada por la
oposición, que tuvo como objetivo
alentar la participación del capital privado en
áreas claves de la economía, como la
energética.
El ritmo inflacionario se desaceleró notablemente desde
la última parte del año ' 52 y se produjo un
crecimiento de las exportaciones
agropecuarias en 1953.
El 1 de enero de 1953 entró en vigencia el Segundo Plan
Quinquenal. En él se admitía el "estrangulamiento"
que se presentaba en el comercio
exterior, en el transporte, la energía y la
producción agropecuaria. Por estas razones se
estableció un orden de prioridades en materia de
inversiones públicas:
1) agro, energía, minería,
siderurgia, química;
2) transporte, vialidad, obras sanitarias e
hidráulicas;
3)puertos y vías navegables, comunicaciones
y desarrollo forestal.
En 1953 se dictó una nueva ley sobre inversiones
extranjeras. Se firmaron convenios con Mercedes Benz, Kaiser
Motors y Fiat para producir automotores y tractores. Se
negoció un préstamo con el Eximbank para financiar
la acería de San Nicolás.
La crisis energética obligó a Perón a
replantear lo dispuesto por el art. 40 de la Constitución
de 1949 que establecía que las riquezas del subsuelo eran
propiedad imprescriptible e inalienable de la Nación.
El país no podía gastar sus reservas de divisas en
la compra del 60% de los combustibles que utilizaba. En abril de
1955 el gobierno firmó contrató con la Standard Oil
de California para la explotación de un área de
50.000 Km. ² en el sudoeste de la provincia de Santa Cruz.
El proyecto no
logró salir del Congreso porque el propio movimiento
peronista hizo imposible el cambio de rumbo que su líder
reclamaba.
¿Quiénes apoyaron y
quiénes se enfrentaron a
Perón?
Las instituciones
políticas de la nación
no estaban equipadas, en ese momento, para absorber grandes
grupos de nuevos participantes políticos. Las estructuras,
los programas y los
dirigentes de los partidos
políticos existentes no eran capaces de ofrecer nada
de valor a la
clase trabajadora. Hasta 1940 el Congreso estuvo dominado por los
conservadores, que parecían totalmente indiferentes a los
problemas de
los trabajadores; durante los tres años siguientes los
radicales utilizaron su mayoría parlamentaria para poner
en dificultades al Presidente e impedir la aprobación de
cualquier tipo de programa.
Éste era el escenario en 1943 cuando los jefes de
las fuerzas armadas asumieron nuevamente el papel
protagónico y depusieron al gobierno conservador. En el
gobierno militar que surgió del golpe, el poder se fue
concentrando gradualmente en las manos de un coronel destinado a
dominar el curso de la política
argentina durante los 30 años siguientes: Juan
Domingo Perón.
Perón fue uno de los pocos hombres de la
revolución que percibió que había algo que
satisfacer en el pueblo y que hacerlo iba a ser el elemento
legitimador de la revolución. Perón uno de los
hombres del G.O.U (Grupo de
Oficiales Unidos) quien desde los cargos que ocuparía en
progresivo ascenso sabría "oír" las necesidades del
pueblo argentino y comenzar a planear un movimiento de
opinión.
Después de que Rawson y Ramírez
pasaran fugazmente por el sillón presidencial hubo un
cambio importante, el tono gremial del Gobierno cambió
debido a que el coronel Perón, secretario del Ministerio
de la Guerra, asumió la jefatura del Departamento Nacional
de Trabajo, que un mes después se transformaría en
Secretaría.
La vicepresidencia de la nación estaba vacante y
por este motivo la oficialidad del ejército, puesta en
asamblea, votó a los candidatos y ganó, por escaso
margen, Perón contra Perlinger. Perón fue designado
vicepresidente con retención de sus dos cargos anteriores.
La suma del poder se encontraba en sus
manos.
La llegada del embajador norteamericano, Spruille
Braden, radicalizó el proceso político interno y
las fuerzas opositoras encontraron en el representante de Truman
un verdadero jefe, cuya primera decisión fue suspender los
acuerdos que se habían logrado semanas antes con una
misión
económica norteamericana. De allí en adelante,
Braden y Perón se agredieron prolijamente. Se clarificaba
rápidamente el panorama político y las dos grandes
alternativas que habían de plantearse los argentinos en
términos electorales redondeaban sus respectivas
propuestas. De un lado, la democracia liberal,
políticamente formalista y convencional, deseosa de
retornar al sistema anterior
a la revolución del 43 con las correcciones debidas. Del
otro lado, un fervoroso caos popular que tenía a
Perón por líder indiscutido y se abrigaba un
profundo contenido nacional y una adelantada actitud en el
campo social.
Varios de los partidos políticos y diversas
agrupaciones cívicas postulaban desde tiempo atrás
la unión de todas las fuerzas democráticas para
enfrentar al gobierno militar. La Unión Cívica
Radical aprobará el 13 de noviembre de 1945 la
formación de la Unión Democrática de Fuerzas
Opositoras, con el lema: "Por la libertad
contra el fascismo". Tras
dicha unión, el radicalismo elige a José P.
Tamborini y Enrique M. Mosca para integrar la fórmula que
sostendrá en los comicios presidenciales de 1946. Le dan
su apoyo los partidos Socialista, Democrático Progresista
y Comunista; y también lo harán, aunque no
oficialmente, numerosos distritos del Partido Demócrata
Nacional.
Las elecciones de 1946 sorprendieron a los partidos
tradicionales. Las fuerzas en ascenso, las clases populares y los
empresarios que se habían beneficiado con la
industrialización de la última década,
más los radicales yrigoyenistas (los jóvenes de
FORJA, por ejemplo) apoyaron decididamente a Perón, en
esas elecciones que fueron, desde el punto de vista de la libre
emisión del voto, las más impecables de cuantas se
habían realizado en el país hasta ese
momento.
El papel de los
sindicatos y de los
obreros
Cuando Perón llega como interventor al Departamento
Nacional de Trabajo y Previsión Social –que luego se
convertiría en Secretaría de Trabajo– y luego
con la acumulación de poder que obtiene con Vicepresidente
de la Nación y Ministro de Defensa, pone en marcha una
impresionante lista de medidas obreristas que le terminará
granjeando la adhesión de las clase obrera.
En 1944 firma 143 convenios colectivos que favorecen a
1.400.000 obreros, crea los Tribunales de Trabajo, funda la Caja
de Jubilaciones y Pensiones para empleados de Comercio,
promueve el Estatuto del Periodista (Cabe recordar que los
diarios más importantes de ese entonces, La Prensa y la
Nación, pertenecían a la clase oligarca pero los
empleados, periodistas, no), impulsa el Policlínico
Ferroviario, suprime las agencias particulares de
colocación, dicta el Estatuto del Peón,
prohíbe el pago de salarios en vales o especies, congela y
reduce alquileres, etc. En el ’45 se crean escuelas
técnicas, se nacionalizan los servicios
sanitarios de Partidos de Gran Bs. As., se firman 347 convenios
colectivos que benefician a 2.186.868 obreros, etc. Al mismo
tiempo impulsa el surgimiento de nuevos gremios o de sindicatos
paralelos a los de la oposición comunista. Aparece la
F.O.T.I.A. y sindicatos paralelos en la construcción, textiles, carne y
metalúrgicos.
En octubre del ’45 Perón es desplazado por
fuerzas de ultraderecha que pasan a controlar el Gobierno
Militar, por otro lado, la Unión Democrática exige
la entrega del Gobierno a la Corte Suprema de Justicia. La
dirigencia sindical vacila pero el 16 se declara huelga general
para el 18 en oposición a los socialistas y comunistas.
Sin embargo, ya desde el 15 hay movilizaciones obreras
espontáneas que inciden para la declaración de la
Huelga General por la CGT para el día 18. Pero es el 17 de
octubre donde la movilización obrera consigue el retorno
de Perón a la Secretaría de Trabajo y comienza ese
movimiento de mazas que será conocido como el
peronismo.
Se completa la formación de la clase obrera y su
concentración en grandes ciudades del litoral por el
acelerado desarrollo industrial y las migraciones internas. Por
otro lado, se pasa de un sindicalismo
"heroico" pero defensivo, a una participación política mas abierta
por el surgimiento de Peronismo.
El apoyo sindical al Peronismo significó una ruptura de
la tradición anarco-sindicalista, que sostenía en
que la política debilitaba y dividía al movimiento
sindical. Este apoyo unificó al viejo movimiento sindical
con los migrantes recientes.
Es evidente que la política de Perón consigue la
adhesión de los distintos sectores y tradiciones de la
clase trabajadora. Además alienta la participación
de los trabajadores en la vida político-electoral a
través de un partido político. En el partido
laborista aparece un puñado de dirigentes sindicales que
rompen con la tradición anti política del
gremialismo argentino. El nivel de acuerdo entre ellos era el
apoyo a Perón y el mantenimiento
de la autonomía política del nuevo partido. Partido
que sirvió a Perón como herramienta electoral.
Ese primer acuerdo entre los dirigentes sindicales y
Perón, luego se profundizaría por la
incorporación del sindicalismo al Estado y el abandono de
la tradición de lucha "revolucionaria" de los sindicatos.
Aunque en esta fase se sigue manteniendo cierta relación
entre el desarrollo
económico y las respuestas obreras, aparece el papel
muy activo del Estado, que se caracteriza por su intervensionismo
en la vida social.
El aumento del salario real entre el 1946 – 1950 y la
aplicación de una legislación social que aumenta
considerablemente los ingresos de los
trabajadores se reflejan en una participación de las
remuneraciones en
el ingreso nacional de alrededor del 50%. Además, la
redistribución de la renta social permitió mejorar
otros aspectos como la vivienda, la sanidad pública o la
educación.
Con relación a la vivienda, el renovado Banco Hipotecario
Nacional impulsó la creación de numerosas Barrios
Obreros. Con lo referido a la sanidad pública, se
logró hacer bajar la mortalidad infantil al nivel de los
países más desarrollados, se erradicó el
paludismo y se
construyeron cientos de hospitales, policlínicos y salas
de primeros
auxilios.
El mismo avance se registra en la infraestructura educativa.
Se crean numerosas escuelas de enseñanza media, técnicas y la
Universidad
Obrera que posteriormente pasaría a llamarse Universidad
Tecnológica Nacional. Por último, se observa un
avance considerable en el esparcimiento de los trabajadores. El
pago del aguinaldo y las vacaciones se hacen cumplir
rigurosamente y se construyen colonias de vacaciones en distintos
gremios.
En el decenio peronista el bloque en el poder se conforma
alrededor de los intereses de la empresa
industrial mediana y pequeña, protegida por el Estado, de
la burocracia
política y sindical que fue emergiendo en el proceso, de
una fracción industrialista –al principio
mayoritaria– del Ejército y de algunos sectores de
la gran empresa
industrial que se vieron beneficiados por la política del
gobierno.
Ese bloque de poder, luego se fue rompiendo y esa ruptura
más la crisis económica de los primeros años
de la década del ’50 permitió la
recomposición de la oposición y el golpe militar
del ’55. Allí, entre los opositores, siempre
estuvieron los estudiantes.
La oposición de los
estudiantes
Así como los partidos de izquierda (socialistas y
comunitas) tenían como objetivo la lucha contra el
"nazismo y el
fascismo" y el apoyo a la Unión Soviética, la
dirigencia estudiantil de la Federación Universitaria
Argentina también. Tampoco ésta supo ver lo que
pasaba en las profundidades de la sociedad argentina y su lucha
contra el gobierno militar de Farrel y contra el "Eje",
llevó a la FUA también a adherir a la Unión
Democrática. Así, a pesar de las proclamas,
terminó apoyando a los conservadores y al embajador
norteamericano Braden.
Es cierto que a fines del ’45, a pesar de no comprender
los acontecimientos del 17 de Octubre, la FUA dudó en
apoyar a la Unión Democrática, por algunas
candidaturas que rechazaban. Sin embargo, los partidos
tradicionales incorporaron a su programa de gobierno todas las
exigencias de la cúpula estudiantil para la universidad:
autonomía universitaria y cogobierno entre profesores y
estudiantes (las grandes consignas de la Reforma Universitaria de
1918). Allí la FUA se embarcó en la
oposición decidida a Perón. Creyó que sus
consignas a favor de la Libertad podían atraer a los
obreros, mientras que éstos no querían tener la
"libertad de morirse democráticamente de hambre" como en
la Década Infame (tras la caída de Irigoyen).
Por otro lado, a la Universidad concurrían los hijos de
las capas medias urbanas de la ciudad, los hijos de los
profesionales y de las clases más pudientes. Por supuesto
que no los obreros ni los peones rurales, precisamente los que
adhirieron mayoritariamente a Perón. Fue Perón, por
otra parte, quién promovió la creación de
escuelas industriales para los trabajadores y terminó
creando la Universidad Obrero (luego Tecnológica).
Esa condición de clase de los estudiantes
universitarios y sus ideas antifacistas –que terminaron a
favor de los aliados (Inglaterra, EEUU,
Francia y
Rusia)–
los alejaron de la posibilidad de entender que el sentimiento
antiimperialista de las masas populares había crecido a
tal extremo que para la inmensa mayoría los males de la
Argentina eran culpa de los "oligarcas y pitucos" y del
imperialismo norteamericano. El propio Perón
resumió en una frase ese sentimiento: "Braden (embajador
norteamericano en la Argentina) o Perón"; mientras que la
FUA hablaba de "Libertad y Progreso".
Pero también el peronismo cometió errores que
alejaron aún más a los estudiantes de su
movimiento. Intervino la Universidad y puso al frente a uno de
los personajes más nefastos de la educación
argentina, el ultra-conservador y clerical, Oscar Ivanissevich;
el mismo que volvió a la Universidad en el Gobierno de
Isabel Perón –tras la muerte de
Perón y antes del golpe de ’76-. Este personaje y la
intervención a las universidades, persiguieron a los
profesores opositores (cientos de ellos fueron expulsados o
dejaron la Universidad en el primer año del Gobierno de
Perón), no permitieron ninguna posibilidad de
autonomía universitaria y menos de co-gobierno. En fin,
pusieron en prácticas ideas totalmente contrarias a los
postulados de la Reforma Universitaria, con lo que se ganaron la
oposición cerrada de la cúpula estudiantil.
Por eso, cuando los conservadores, una parte importante de los
militares, los radicales y gran parte del clero, comenzaron a
unirse para derribar a Perón, allí estuvieron los
estudiantes apoyando a la Revolución Libertadora. Claro,
pocos meses después del golpe, fueron los primeros en
oponerse a Aramburo y Rojas, pero ya era tarde…
Lo que hizo Perón en cuanto a la
industrialización del país y las cuestiones
sociales, fue algo excepcional. Le permitió a la clase
obrera una inserción en la vida económica,
política y social que antes no tenía. En ese
sentido, su gobierno fue revolucionario. Por ejemplo, un
trabajador ahora podía tener una jubilación, un
salario digno, derechos laborales, educación, y varios
logros que antes eran inimaginables por la "democracia" de
entonces. Hasta llegó a hacer que la renta sea la
más equitativa. En ese entonces, llego a distribuirla casi
en un 50% para la clase rica y la otra mitad para los
trabajadores. Los trabajadores argentinos alcanzaron un nivel de
vida inédito en América
Latina, quizás sólo superado por la Revolución
Cubana.
Cabe destacar que esa clase trabajadora fue el instrumento que
le dio su poder político y le permitió hacer todo
lo que hizo. Sin embargo, su gestión
para la clase trabajadora se vio opacada por el trato que tuvo
con la oposición, porque pensaba que su movimiento era la
totalidad de la Nación ("Para un peronista no hay nada
mejor que otro peronista"). Todos los que se le oponían
eran "gorilas", entre ellos la cúpula estudiantil
universitaria.
Perón no quería que se hiciera política
en la Universidad y desconfiaba absolutamente de los estudiantes
que en ese momento eran universitarios, porque precisamente esa
era una de las cunas de la oposición. Y mientras asfixiaba
a la Universidad tradicional, por otro lado creaba becas para que
los hijos de las clases populares pudieran acceder a los estudios
universitarios y al mismo tiempo creaba estudios industriales y
hasta una Universidad Obrera.
Por eso, cuando pasaron los años y los golpes de estado
se sucedían en la Argentina y la mayoría
quería el regreso de Perón, la consigna "obreros y
estudiantes, unidos adelante" demostraba el cambio operado en la
Argentina después de la caída de Perón. El
mismo cambio que hizo que a su regreso, para su Tercera
Presidencia en 1972, su consigna fuera "Para un argentino no hay
nada mejor que otro argentino")
- "De la Cultura del
Trabajo al Malestar del Desempleo"
(Daniel Cieza) Universidad de Nacional de La Plata y
Cámara de Diputados de la Provincia de Buenos Aires.
2000. - "Estudiantes: Reforma y Revolución" (Gustavo
Hurtado) Editorial Cartago. 1990. - "La formación de la conciencia nacional"
(Hernández Arregui). Editotrial Plus Ultra. 1973.
Realizado por:
Pons, Matías
Navarro Mugas, Martín
TRABAJO PRÁCTICO PARA LA CATEDRA DE INGENIERIA Y
SOCIEDAD
UTN