- Introducción:
- Gobierno
de J. A. Roca (1880 – 1886) - Gobierno
de Juárez Celman (1886
–1890) - Gobierno de Carlos Pellegrini (1890
– 1892) - Gobierno
de Luis Sáenz Peña (1892 –
1895) - Segundo
Gobierno de Julio Argentino Roca (1898 –
1904) - Gobierno de Manuel Quintana (1904 –
1906) - Gobierno de José Figueroa Alcorta
(1906 – 1910) - Gobierno de Roque Sáenz
Peña (1910 – 1914) - Gobierno de Victorino de la Plaza (1914
–1916) - Gobierno de Hipólito Irigoyen (1916
– 1922) - Gobierno
de Marcelo T. de Alvear (1922 –
1928) - Segundo gobierno de Hipólito
Irigoyen (1928 – 1930) - Gobierno de José Félix
Uriburu (1930 – 1932) - Gobierno de Agustín P. Justo (1932
–1938): - Gobierno
de Roberto M. Ortiz (1938 – 1940) - Gobierno de Ramón S. Castillo (1940
– 1943) - Gobierno de Arturo Rawson:( 04 al 07 de
Junio de 1943) - Gobierno de Pedro Pablo Ramírez
(1943 – 1944) - Gobierno de Edelmiro J. Farrel (1944
– 1946) - Gobierno de Juan D. Perón (1946 –
1952) - Gobierno del General Eduardo Lonardi
(23/09 1955 – 13/11/55) - Gobierno de Pedro E. Aramburu
(1955-1958) - Gobierno de Arturo Frondizi
(1958-1962) - Gobierno de José María Guido
(1962-1963) - Gobierno de Arturo U. Illia (1963
–1966) - Gobierno de J. C. Onganía (1966 /
70) - Gobierno de Roberto M. Levingston (1970
–1971) - Gobierno de Alejandro A. Lanusse (1971
– 1973) - Gobierno de Hector J. Campora (25/05/1973
– 13/ 07/ 1973) - Tercer Gobierno de Juan D. Perón:
12 de octubre de 1973 al 29 de junio de
1974 - Gobierno de María E. Martinez de
Perón: 1 de julio de 1974 al 23 de marzo de
1976 - El Golpe Militar del 24 de marzo de 1976
(Gobierno de J. R. Videla) : - Gobierno de
Leopoldo F. Galtieri: (1981 –
1982) - Gobierno de R. Alfonsín:
(1983-1989) - Gobierno de Carlos Saúl Menem.(1989
– 1995) - Conclusión
- Apéndice
- Bibliografía
La Argentina hacia 1870
reorientó decididamente sus economías para
responder a las demandas de un mercado mundial
en expansión. Estas consistían en la
provisión de materias y alimentos para la
industria y
los habitantes de los países capitalistas. Para
satisfacerlas contaron con el aporte de capitales y
tecnologías de los países industriales, que se
concentró en los sistemas de
transporte y
comunicación que hicieron viables las
exportaciones.
También se produjeron grandes avances en la agricultura, y
en las tierras de las comunidades campesinas. En algunas regiones
del país, se produjo un enorme flujo de
inmigrantes.
En pocos años la Argentina
se convirtió en uno de los principales exportadores de
cereales y carnes, y recibió el mayor porcentajes de las
inversiones
Inglesas hacia América
latina, que se dedicaron a la extensión del ferrocarril, a
empréstitos a los gobiernos, y a la instalación de
frigoríficos.
Entre 1880 y 1910 se abrió
una corriente masiva de extranjeros de los cuales la
mayoría de ellos se radicaron en el
país.
En la Argentina se
manifestó con particularidad nitidez el conflicto
entre el régimen oligárquico y las fuerzas
reformistas que, después de un cuarto de siglo de
enfrentamientos llegaron al gobierno
1916.
En la Argentina, en 1930 se
produce el primer golpe de estado
que derrocó al gobierno de Yrigoyen que condujo a un
intento de restauración del régimen
oligárquico. El régimen restaurado coincidía
en la necesidad de excluir el radicalismo de cualquier
posibilidad de acceder al gobierno. Los medios para
lograr este objetivo
fueron la proscripción y el fraude electoral.
Las tensiones internas del régimen restaurado, agudizadas
por la creciente presión de
la oposición, condujeron a una crisis
política
interna que se resolvió cuando un sector del
ejército forzó un golpe militar en junio de 1943.
Desde una posición dominante dentro del gobierno militar,
el coronel Juan Perón
consiguió forjar un sólido respaldo de la clase obrera
que le abrió el camino a la presidencia en las elecciones
de 1946. Después de casi diez años de gobierno el
coronel Juan Perón es derrocado por un golpe de estado, en
1955 abriendo una larga etapa de inestabilidad
política.
En la Argentina, entre 1966 y
1973, las Fuerzas Armadas ejercieron el poder
directamente. En 1973, el peronismo, llego
nuevamente al gobierno. Tres años más tardes, el
gobierno de Isabel Perón, destruido por violentos conflictos
internos, fue derrocado por los militares. El nuevo gobierno
militar se propuso reorganizar drásticamente la sociedad
Argentina por medio de una trágica combinación de
represión brutal y política
económica neoliberal.
A comienzos de la década
del ’80, la dictadura
había perdido el apoyo de los sectores civiles, y el
frente militar estaba cruzado por divisiones entre las tres
fuerzas y dentro de cada una de ellas. La recuperación de
las Islas Malvinas
fue entonces el intento de recomponer la autoridad del
gobierno y prolongar el dominio militar.
La funesta derrota frente a las fuerzas británicas,
precipitó la agonía del régimen. Las
elecciones de 1983 dieron el triunfo al candidato radical,
Raúl Alfonsín, quien, después de un
traumático gobierno –asolado por la amenaza del
retorno militar y por la crisis económica-, en 1989
entregó el mando al candidato triunfante en las elecciones
de junio de ese año, el justicialista Carlos Menem.
Gobierno de J. A. Roca (1880 –
1886)
Durante el gobierno de Julio A.
Roca se cumplió una gran actividad legislativa: se
creó el Banco Hipotecario
Nacional, se dictó la ley de Registro Civil de
las Personas (1884), se aprobó la Ley Orgánica de
Tribunales, los Código
Penal y de Minería y
se comenzó la construcción del puerto de Buenos
Aires.
El comercio exterior
alcanzó cifras no registradas hasta
entonces.
La política ferroviaria
elevó los 2.315 Km de líneas férreas
existentes en 1880 a más del doble en un período de
seis años.
La Ley de Territorios Nacionales
(1883) incorporó al dominio de la Nación
importantes regiones: Misiones, Chaco, Formosa, La Pampa,
Río Negro, Neuquén, Chubut, Santa Cruz y Tierra del
Fuego. El gobernador de la provincia de Bs. As. dotó a la
misma de una nueva capital.
La libertad de
cultos y la igualdad de
derechos civiles
estimuló la corriente inmigratoria.
La ley de Matrimonio y de
Registro Civil y la exclusión de la enseñanza religiosa en las escuelas
dividió a la opinión
pública en clericales y anticlericales o
liberales.
Gobierno de Juárez Celman (1886
–1890):
- La crisis
financiera
La prosperidad creciente
despertó el afán especulativo de empresarios y
particulares atraídos por las concesiones ferroviarias, el
alto precio de
la tierra y
los juegos en la
Bolsa de Comercio.
Entre los factores desencadenantes
de la crisis debemos mencionar los empréstitos contratados
en el exterior con vencimiento a plazo fijo, la emisión
descontrolada de papel moneda, la inflación, el alza del
gasto
público y la deficiente balanza de
pagos.
Un punto crítico durante el
gobierno de Juárez Celman fue la política
ferroviaria. Se autorizaron los servicios
desencadenando negociados y corrupción.
El caos político,
económico y social provocó la reacción de la
sociedad. La agitación obrera fue cada vez más
creciente y se produjeron las primeras huelgas por la depreciación de los salarios.
Gobierno de Carlos Pellegrini (1890 –
1892):
En 1890, cuando cayó el
gobierno de Juárez Celman, los servicios de la deuda
representaban alrededor del 60% de los valores
exportados anualmente.
De todas formas el país se
recuperó gracias a la venta de
excelentes cosechas, carnes congeladas y
refrigeradas.
Antes de que estallara la primera
Guerra Mundial
el oro acumulado
en la Caja de Conversión garantizaría la salud monetaria del
país.
La obra de gobierno de Pellegrini
se orientó al ámbito económico y financiero
para superar la aguda crisis que llevó a la quiebra a los
bancos
oficiales. El "piloto de tormentas", como se lo apodó al
nuevo mandatario, reunió a hombres de empresa
(estancieros, comerciantes, banqueros) para solicitarles apoyo
económico concreto. De
esta manera logró obtener un empréstito interno de
15.000.000 de pesos con lo que se pudo pagar un vencimiento
externo.
Se creó la Caja de
Conversión para afianzar la moneda. Se realizaron
gestiones ante la Banca Rotchschild
de Londres para que respaldara un empréstito consolidando
una moratoria de tres años en favor de nuestro
país.
Se reorganizaron los servicios
públicos, se dictó la ley orgánica de
los ferrocarriles y se nacionalizó obras sanitarias de la
Capital.
Gobierno de Luis Sáenz Peña (1892
– 1895):
Luis Sáenz Peña
intentó una política independiente y de mayor
apertura: colocó en sus ministerios a
un Cívico Nacional,
Manuel Quintana y más tarde a un radical,
Aristóbulo del Valle.
En las provincias se produjeron
levantamientos a los que se respondió con las
intervenciones federales y a nivel nacional existía la
amenaza de una revolución
radical. Esta difícil situación acarreó el
reemplazo de Quintana por Aristóbulo del Valle como figura
central del gabinete, aunque específicamente era el
titular de Guerra y Marina.
Gobierno de José E. Uriburu (1895 –
1898 )
Ante la renuncia de Luis
Sáenz Peña asumió la Presidencia José
Evaristo Uriburu, su Vicepresidente.
En 1898 una Convención
Constituyente reformó la Constitución Nacional en los siguientes
aspectos:
– Elevó a ocho el
número de Ministros del Poder
Ejecutivo Nacional.
- La representación de las
provincias al Congreso Nacional se estableció en 1
diputado cada 33.000 habitantes y no cada 20.000 como era hasta
ese momento. El Congreso determinaría, luego da cada
censo, la representación pudiendo aumentar pero no
disminuir la base expresada por diputado.
Se realizó el Segundo Censo
Nacional el 10 de mayo de 1895 que evidenció un
significativo aumento demográfico sobre el de
1869.
Segundo Gobierno de Julio Argentino Roca (1898
– 1904):
Durante su presidencia
entró en vigencia la reforma constitucional que elevaba a
ocho el número de Ministerios. Se incorporaron los de:
Agricultura, Obras Públicas y Marina. El Departamento de
Culto que dependía del Ministerio de Justicia fue
anexado al de Relaciones Exteriores.
El Poder Ejecutivo presentó
un proyecto al
Congreso para consolidar la deuda externa.
Debido a la variedad de empréstitos obtenidos en diversas
condiciones, se pensaba renegociar la deuda por un plazo mayor y
con menor interés.
Un porcentaje de las rentas de aduana
sería la garantía, cuya recaudación se
aseguraría una inspección
inglesa.
Al crecer la oposición al
proyecto, Roca no dudo en retirarlo del Congreso y
responsabilizó, para librarse de culpas, a Carlos
Pellegrini quien había sido uno de los promotores de la
idea (1901).
El aumento del comercio exterior
produjo un crecimiento de las rentas fiscales, que en gran parte
se destinaron a obras públicas:
-Extensión de vías
férreas
-Construcción del Palacio
del Congreso Nacional, inaugurado en 1905
-Dragado del Río de la
Plata
-Habilitación del puente
trasbordador sobre el Riachuelo
También se emprendieron
obras en el área educativa. Se construyeron escuelas e
institutos regionales de enseñanza.
En diciembre de 1901 se
sancionó la ley de Servicio
Militar obligatorio por iniciativa del Ministro de Guerra Pablo
Ricchieri.
El 25 de julio de 1903 se inaugura
el tranvía eléctrico que va desde Plaza de Mayo
hasta la Boca. El nuevo medio de transporte que reemplaza a los
antiguos carros tirados por caballos resulta más
rápido y económico. Cambia la vida de los
trabajadores que gracias a él pueden establecer su
residencia más lejos del lugar de trabajo. Esto
les posibilita adquirir lotes donde el precio de la tierra cuesta
menos y construir su casa propia. También transforma el
aspecto de la ciudad en la que el tránsito empieza a tener
el ritmo y el peligro de las ciudades modernas. Asimismo el
tendido de cables eléctricos modifica la fisonomía
de la capital. Las cifras del censo económico de 1905
revelará que las ganancias de la compañías
dedicadas a esta actividad ascienden a casi a más de 58
millones de pesos anuales. Y su existencia significa una fuente
de trabajo para más de 14.000 personas.
Gobierno de Manuel Quintana (1904 –
1906):
En 1904, para dar mayor impulso a
la actividad agrícola, el gobierno decide estatizar en su
totalidad el paquete accionario del Banco de la Nación
Argentina.
- Inmigración y
exportaciones.
En 1905, los embarques a Inglaterra de
carne producida en los frigoríficos nacionales superan a
los de los Estados Unidos. Todos los indicadores
económicos revelan que existe en el país una
excelente coyuntura económica. La red ferroviaria crece en
todo el país, la producción agrícola se desarrolla en
forma sostenida, el flujo de inmigrantes no cesa y los resultados
de la incorporación de mejoras en la producción
ganadera y en el proceso de
faenamiento alcanza rápidos resultados exitosos. Las
estadísticas reflejan claramente esta
consolidación del crecimiento
económico del país. Las exportaciones de trigo,
que en 1900 llegaban a 1.929 toneladas, alcanzan en 1905 las
2.868 toneladas. Las de maíz pasan
de 713 toneladas en 1900, a 2.222 en 1905. Y las de lino, de 223
toneladas en 1900, a 650 en 1905. Otras fuentes
estadísticas, registran que las exportaciones de carne,
que en 1900 alcanzaron los 2 millones y medio de pesos oro,
llegan en 1905 a 15,2 millones medidos en la misma moneda. Las
exportaciones totales del país, que en 1900 alcanzaron
49,1 millones de libras, crecen hasta 76,8 millones de libras en
el ejercicio de 1905. Mientras tanto, la población aumentó de 4,6 millones de
habitantes en 1900 a 5,2 millones en 1905. Y por último,
el tendido de vías de la red ferroviaria que alcanzaba
16.767 kilómetros en 1900, llega en 1905 a 19.682
kilómetros.
- Reabre sus puertas el
Banco Provincia de Bs. As.
El 1° de junio de 1906 reabre
sus puertas el Banco de la Provincia de Buenos Aires. Esta
entidad había dejado de funcionar en 1890, debido a la
crisis financiera que se produjo en el país. La entidad se
convertirá, en unos años más, en una
institución financiera poderosa que se vinculará
estrechamente con el desarrollo del
comercio, la ganadería
y la industria bonaerense. Ejemplo del desarrollo industrial de
la zona es el establecimiento, durante este mismo año, de
la fábrica de envases Rigolleau en la ciudad de
Berazategui, que se instala básicamente para abastecer de
botellas de vidrio a la
fábrica de cerveza Quilmes,
otra industria floreciente del momento.
- Record de
inmigrantes:
En 1906 se cuadruplica el
número de inmigrantes respecto de los ingresados en 1900.
La cifra marca un
récord para la década: ingresan en el año un
total de 302.000, lo que en el balance
general de población deja un saldo de 198.300 nuevos
habitantes producto
básicamente de la inmigración. Esa es la cifra del record. De
los 302.000 recién llegados, los dos sectores más
importantes son los 48.000 españoles y los 107.000
italianos. De éstos, la cuarta parte son sicilianos. La
población del país, que es de 2.500.000 habitantes
en 1881, se eleva a 4.600.000 en 1900. Ya en 1905, es de
5.200.000.
Gobierno de José Figueroa Alcorta (1906
– 1910)
- El país en
huelga.
El año 1907 bate el
récord de huelgas. La celebración del 1° de
mayo es fuertemente reprimida. Y la actividad de socialistas y
anarquistas pone a los sectores trabajadores en pie de guerra
permanente. Desde el "Régimen" la respuesta es dura. La
más llamativa de las huelgas es la que se conocerá
para siempre como "huelga de inquilinos" o "huelga de
conventillos". De marcada inspiración anarquista, su
objetivo fue lograr una rebaja en los alquileres del 30%,
además de una serie de mejoras en las condiciones
contractuales y de calidad de
vida. Los propietarios responden a la falta de pago de
alquileres solicitando los desalojos por vía
legal.
- Censo industrial y
producción récord de
trigo.
Los índices del crecimiento
económico no cesan de dar valores en
aumento. En 1908 la producción nacional de trigo alcanza
la cifra récord de 5,2 millones de toneladas, la cual es
exportada en un 70 por ciento. También se realiza un censo
industrial que arroja signos de
expansión en todas las actividades. En todo el país
se cuentan 31.966 establecimientos fabriles y manufactureros. La
mano de obra en ellos alcanza la cifra de 292.893 obreros. Las
fábricas más importantes se encuentran en Buenos
Aires y Rosario y predominan los establecimientos de productos
alimenticios y bebidas. Empieza a desarrollarse la industria de
la confección. En estos rubros, la manufactura
nacional prácticamente borra del mercado a los productos
importados. La industria vitivinícola cuenta con 3.409
fábricas, la azucarera, con 37 ingenios. La primera ocupa
a 45.776 personas y la segunda, a 38.311. Las fábricas de
cerveza son 29 y elaboran unos 80 millones de litros anuales .
Algunas de ellas, como la Quilmes, figuran entre las más
importantes del mundo. Su competidora, la Bieckert, traslada su
fábrica a la localidad de Llavallol, al sur de la ciudad
de Buenos Aires. Los molinos harineros instalados en el
país son 250 y en 1908 producen 700.000 toneladas de
harina, de las cuales 128.000 se destinan a la exportación que va en su totalidad al
Brasil.
- Expansión
ferroviaria
En 1909 se construye el
ferrocarril al Paraguay.
También se abre el túnel trasandino que une a la
Argentina con Chile, por el cual en 1910 pasará el
Ferrocarril Pacífico. Con el trazado de estas
líneas prácticamente se completa el desarrollo de
la red de vías que cubre la mayor parte del territorio
nacional. Durante los últimos tres años en que
está al frente del gobierno el presidente José
Figueroa Alcorta, esta red ferroviaria aumenta en 7.000 km. De
los 20.653 km de vías que había tendidos en 1906,
se pasa ese año a una extensión de 27.715 km. El
capital con el que cuentan las empresas
ferroviarias se modifica de 695.301.620 pesos oro en el
año en que asumió Figueroa Alcorta a 898.900.000
pesos oro declarados al 30 de junio de 1909. De esta cifra,
799.600.000 pesos oro pertenecen a compañías
privadas y 99.300.000 al Estado.
Se calcula en nuestro país
una población aproximada de 270 habitantes, por cada
kilómetro de vías extendidas, mientras
kilómetros de vías extendidas 26.684 pertenecen a
líneas de interés general y 454 km son de
interés privado. De las primeras, 22.998 km son propiedad de
compañías particulares y 3.686 pertenecen al
Estado. Ningún otro país de América cuenta
en ese momento con una red semejante, que
abarca extensiones enormes. Llega hasta La Quiaca, en la frontera con
Bolivia, hasta
Neuquén en la Patagonia y
también a San Rafael, Mendoza y, la construida ese
año alcanza la ciudad de Posadas, en Misiones, desde do
que Francia cuenta
con 850, Alemania con
1.000 y Gran Bretaña con 1.100.
Gobierno de Roque Sáenz Peña
(1910 – 1914)
- La Ley Sáenz
Peña (1912)
Roque Sáenz Peña ni
bien asumió la presidencia, en su primer mensaje ante el
Congreso Nacional, manifestó sus ideas sobre el sufragio
libre, obra que se proponía concretar.
La Reforma Electoral,
requería una Ley de Enrolamiento General de los ciudadanos
nativos y naturalizados y la confección de un nuevo
padrón electoral.
El proyecto de Ley electoral
estuvo listo a fines de 1910 y fue aprobado luego de arduos
debates. La Ley Sáenz Peña, puesta en vigencia en
1912, establecía:
– Voto secreto, libre, individual,
obligatorio.
– Sistema de lista
incompleta: la mayoría obtenía 2/3 de los cargos y
el tercio restante lo ocuparía la primera
minoría.
Los partidos
políticos, como consecuencia de la Ley Sáenz
Peña, tuvieron que reorganizarse: revisar sus Cartas
Orgánicas, crear centros seccionales o comités,
convocar a convenciones o congresos y elaborar plataformas
electorales.
- El Grito de
Alcorta
El 25 de junio de 1912 la Sociedad
Italiana de Alcorta declaró una huelga de arrendatarios
que se extendió a la zona sur de Santa Fe y norte de
Buenos Aires.
Se levantaron en defensa de sus
intereses ante la baja de los precios de los
granos, no pudiendo afrontar los
arrendamientos.
Los terratenientes después
de un mes y medio cedieron ante la fuerza
movilizada por los chacareros.
Gobierno de Victorino de la Plaza (1914
–1916)
Durante el gobierno de Victorino
de la Plaza se aprobaron las leyes de:
accidentes de
trabajo; inembargabilidad de sueldos, jubilaciones y pensiones de
empleados ferroviarios y la de creación de la Caja
Nacional de Ahorro
Postal.
- Argentina y la Primera
Guerra Mundial
Con el estallido del conflicto
bélico entre las grandes potencias se modifica
sustancialmente el panorama económico nacional. La guerra
en Europa afecta el
desarrollo de todas las actividades y plantea la necesidad de
enfrentar situaciones inéditas hasta el momento. Las
industrias
alimentarías, sobre todo las que se dedican a la
manufactura de carnes enlatadas, reciben una gran demanda para
abastecer a los soldados en el frente. También, con la
merma de productos que antes eran provistos por la industria
europea y estadounidense es preciso desarrollar aceleradamente
muchas actividades industriales que hasta el momento no se
realizaban en el país. De esta manera, la estructura
fundamentalmente agropecuaria de la Argentina se ve modificada
por un importante aumento del peso de la industria en la
estructura económica. Además, el gobierno central
crea la Dirección Nacional de Industrias. Otro
factor que varía es el flujo de la inmigración, que
cesa bruscamente y hasta se revierte, debido a los grandes
contingentes de ciudadanos o hijos de ciudadanos de los
países en guerra que vuelven a su tierra para combatir en
el frente de batalla. Ese año, por primera vez desde 1891,
el saldo migratorio resulta negativo. La guerra submarina
interrumpe de hecho las comunicaciones
comerciales regulares y paraliza el tráfico internacional.
Y puesto que el gobierno no puede evitar el retiro masivo de oro
hecho por los Estados beligerantes se producen graves problemas
fiscales. A este sombrío panorama se suma una mala cosecha
que acentúa aún más la crisis. Se deben
tomar medidas de urgencia: el gobierno cierra la Caja de
Conversión, establece una moratoria para las deudas
privadas y prohíbe la exportación de trigo, harina
y carbón de piedra.
- Inversiones de Estados
Unidos.
En 1915 se acentúa
llamativamente la inversión de capitales provenientes de los
Estados Unidos. La empresa Armour
termina la construcción de su frigorífico en la
localidad de Berisso. También se instala en el país
Otis Elevator, compañía dedicada a la
fabricación de ascensores. También llegan agentes
comerciales y de colonización. La Kodak abre filiales y
las empresas dedicadas a la industria farmacéutica como
los laboratorios Merck y Parke Davis, hacen lo mismo. Esta
última rama de la industria encuentra en nuestro
país, alejado del flagelo bélico, la posibilidad de
establecer una base de operaciones para
la fabricación y desarrollo de especialidades medicinales
que no es posible elaborar en medio de la contienda mundial.
También influye en este proceso el mercado existente que
se ve privado de la producción de drogas y
productos medicinales que llegan de Europa y que significa una
interesante fuente de consumidores. Esta situación genera
colateralmente las posibilidades de que productores locales
fabriquen algunos medicamentos. Será la base de nuestra
futura industria farmacéutica, una de las más
desarrolladas de la actividad económica
local.
Gobierno de Hipólito Irigoyen (1916 –
1922)
Durante la primera presidencia de
Hipólito Irigoyen al final de su mandato (1922) se
creó Y.P.F. (Yacimientos Petrolíferos Fiscales)
destinado a promover la explotación petrolera y
dependiente del Ministerio de Agricultura, aunque su crecimiento
se produjo durante la Presidencia de Alvear.
Las dificultades comerciales
generadas por la Primera Guerra
Mundial inspiraron un proyecto para crear una Flota Mercante
Nacional. Su aprobación se demoró un tiempo porque
fue obstaculizada en el Congreso.
Firmó convenios con
Inglaterra, Francia e Italia para la
comercialización de granos; en aquellos
el Estado
argentino fijaba los precios de los cereales
vendidos.
Se sancionaros leyes laborales
sobre: jubilación en empresas privadas, contratos
colectivos de trabajos y salarios.
En 1920 comenzó la
construcción del Ferrocarril Trasandino que uniría
a la Puna con Chile, permitiendo al Noroeste argentino la
comunicación con el Pacífico.
- La reactivación de
1917
En 1917 se producen los primeros
signos de reactivación tras la crisis económica que
se desató en 1913. Esta crisis trajo aparejado un aumento
de la desocupación, la baja en las exportaciones
y un aumento de la inflación. El alivio se traduce ahora
en el crecimiento de las exportaciones. Las encabezan,
lógicamente, la producción de carne enlatada para
alimentar a los soldados europeos en el frente de la Primera
Guerra
Mundial. Ocurre lo mismo con los textiles, para la
confección de abrigos y frazadas. Esto hace subir la
producción de lana y de algodón. La desocupación se retrae
debido a la instalación de empresas extranjeras que crean
fuentes de trabajo. Entre ellas figuran las estadounidenses
International Bank of Boston, National Lead y Ford, cuyo
crecimiento vertiginoso en la producción de automotores se
dará a partir del 1920. Esta reactivación de la
economía, paradójicamente, no trae tranquilidad al
gobierno de Hipólito Irigoyen. Al comprobar mejores
condiciones en los beneficios de sus empleadores, los obreros
reclaman por una porción mayor en el reparto de la
riqueza. Una ola de huelgas recorre el país y obliga a
Irigoyen a mediar en numerosos conflictos.
- Conflictos
sociales:
En esta nueva etapa se produjeron
numerosas huelgas, el año 1919 fue muy significativo en
este aspecto.
El Presidente
desempeñó un rol conciliador ante los conflictos
sociales.
Las protestas fueron alentados por
la difusión de las ideas socialistas y anarquistas, el
mayor desarrollo sindical, la influencia de ciertos hechos
internacionales revolucionarios (la Revolución bolchevique
en Rusia y la
Mexicana) y el aumento del costo de vida
como consecuencia de la Primera Guerra Mundial.
- Conflicto en
Patagonia
A fines de 1920 se originó
una huelga en Río Gallegos (provincia de Santa Cruz) en
reclamo de mejoras a las condiciones de trabajador
rural.
Se produjeron actos de violencia
entre los manifestantes y la policía .
El gobierno nacional envió
como mediador al Teniente Coronel Héctor Varela, pero un
grupo no
aceptó las condiciones y reinició la
huelga.
En agosto de 1821 se
declaró huelga general en el territorio. Se tomaron
rehenes y se incendiaron estancias.
La liga Patriótica
Argentina actuó como grupo de choque contra los
manifestantes. El gobierno envió nuevamente a Varela,
quien realizó una férrea
represión.
Gobierno de Marcelo T. de Alvear (1922 –
1928):
Llegó a la presidencia
cuando finalizaba la crisis mundial de posguerra, lo cual le
permitió mejorar la economía y las finanzas sin
mayores contratiempos.
Impulsó el crecimiento de
YPF con el objetivo de alcanzar el auto abastecimiento, vital
para el desarrollo autónomo del país y
promovió medidas tendientes a disminuir la competencia de
empresas extranjeras. En 1924 se promulgaron los primeros
decretos que restringían las concesiones de
exploración, delimitaban posibles zonas productivas y
fijaban los plazos de vencimiento para efectuar
exploraciones.
Desde el ministerio de Guerra, al
frente del cual estaba el coronel Agustín P. Justo, se
renovó el material bélico, se dispuso la
creación de la primera fábrica de aviones con sede
en Córdoba, se instaló la base de submarinos en Mar
del Plata y se renovaron unidades de la flota de
guerra.
En materia de
obras públicas se inició la construcción de
los ministerios de Hacienda, Obras Públicas, Guerra y
Marina, el edificio del Banco Nación y las
destilerías de petróleo de la Plata.
Durante su presidencia y con
motivo de la finalización de la guerra se reactivó
el flujo de inmigración hacia nuestro país. Desde
1924 a 1929 entraron al país casi dos millones de personas
y quedaron radicados en el país 650.000
inmigrantes.
Se sancionaron leyes de
previsión social, ellas fueron: la 11371 (año 1924)
que reglamentó el trabajo de
menores, la 11278 (1925) que reglamentó el pago de
salarios. En 1923 se aprobó la ley 11289, que fue un
avance hacia la jubilación universal y obligatoria aunque
la Unión Industrial consiguió anularla en 1925
aduciendo lo costoso que resultaría a los industriales su
aplicación. El movimiento
obrero también renegó de ella, no querían
que se descontara de sus salarios el 5% correspondiente a los
aportes obreros.
En agosto de 1927 se creó
la Caja de Conversión permitiendo la instalación
del Patrón de Oro, para beneplácito de las bancas
internacionales y de la opinión general.
La balanza
comercial fue favorable. No se estimuló el desarrollo
industrial aunque aumentaron las inversiones extranjeras,
alemanas y norteamericanas estableciéndose la Standard
Oíl, Standard Electric, Westinhouse y general Motors entre
otras.
Segundo gobierno de Hipólito Irigoyen
(1928 – 1930):
- Préstamos para
modernizar el agro.
Según los datos
estadísticos de 1928, el número de tractores con
que se cuenta para las tareas agrícolas supera los 8.000.
Fruto de la difusión de la era del petróleo
este tipo de maquinarias con motor a
explosión se hace cada vez más común en el
campo. En lo referente a otro tipo de maquinarias, como las
trilladoras y desgranadoras, todavía predomina el uso de
las que funcionan a vapor. Estas tienen la ventaja de la
economía de combustible, debido a que funcionan con la
paja, los marlos y otros residuos de la trilla y el desgrane. La
adquisición de maquinaria moderna por parte de los
productores se da gracias a la ley 10.676 por la cual se autoriza
al Banco Hipotecario Nacional a conceder préstamos a los
agricultores por el 80 % del valor de las
tierras que trabajan. La preocupación del gobierno durante
este período es mantener los índices de
exportación agropecuaria que sufre peligro de contraerse.
Para ello el 21 de febrero del año próximo, 1929,
dictará un decreto por el cual se rebajan las tarifas de
embarque de cereales en el puerto de Rosario.
- Crisis económica
de 1929:
La crisis económica y
financiera se inició con el crack de la Bolsa de Wall
Street el 29 de octubre de 1929.
Provocó en Europa y Estados
Unidos la quiebra de numerosas entidades financieras. En la
Argentina no se llegó a la quiebra de bancos pero
sí de numerosos comercios e industrias.
Quiebras (en millones de
pesos):
1928………………………………..147.40
1929………………………………..164.90
1930………………………………..226.20
1931………………………………..365.40
1932………………………………..278.00
Fuente: El Cronista Comercial,
Anuario de diciembre de 1975.
Se paralizó la
construcción, disminuyeron las ventas,
bajaron los valores inmobiliarios y aumentó de manera
alarmante la desocupación.
Otro elemento que acentuó
los efectos en nuestro país fue el deterioro de nuestra
balanza comercial. Argentina exportaba exclusivamente productos
agropecuarios e importaba manufacturas, mientras los primeros
perdían valor los segundos aumentaban
vertiginosamente.
La gravedad de la crisis fue tal,
que obligó a los países centrales a cambiar las
reglas de intercambio. Europa y Estados Unidos impusieron fuertes
medidas proteccionistas trabando las exportaciones para estimular
así su producción local, evitar la salida de
divisas y ocupar
más trabajadores. También empezaron a retirar oro y
dólares de nuestro país. El método era
sencillo, obtenían prestamos bancarios a bajo
interés para comprar aquí dólares y oro que
luego transferían a Nueva York, salieron así 200
millones de pesos oro (equivalentes a las inversiones
norteamericanas durante 1927 y 1928).
Para impedirlo Irigoyen
cerró la Caja de Conversión, impidiendo la salida
de oro del país. también colocó
títulos públicos en el sistema bancario y
autorizó el cambio de
papeles comerciales por billetes. Esto provocó la crítica
de la oposición que consideró excesivas las medidas
adoptadas.
A fines de 1929 llegó a
Buenos Aires la misión
D'Abernon para tramitar la firma de un convenio recíproco
de créditos con Gran Bretaña. Ambos
países abrieron líneas de créditos por la
suma de 100 millones de pesos cada uno durante dos años.
Argentina adquirió material ferroviario y Gran
Bretaña productos agropecuarios.
En materia de salud
pública se creó el Ministerio de Salud
Pública, el Instituto de Nutrición y se
otorgaron varias subvenciones para investigaciones
médicas.
Gobierno de José Félix Uriburu
(1930 – 1932)
En el plano económico, su
presidencia se caracterizó por una aguda recesión.
Los aspectos más acentuados fueron la disminución
de los ingresos, la
caída del consumo, el
crecimiento alarmante de la desocupación y el aumento de
la presión fiscal.
Para contrarrestar los efectos de
la crisis del 29 de planteó la intervención del
gobierno en el área financiera. Creó la
Comisión de Control de
cambios (10/10/31) para conservar el oro y poder así
cumplir con los pagos de empréstitos externos. Se
emitieron 300 millones de pesos papel y se tendió a la
sobre valuación de la moneda.
Para eliminar el déficit en
el presupuesto se
crearon nuevos impuestos a las
transacciones, a los réditos, se aumentaron los servicios
públicos y los aranceles
aduaneros.
Con el objeto de abaratar los
costos en la
producción agrícola, para compensar así la
baja de los precios internacionales, se encaró la
construcción de elevadores de granos y de nuevos caminos
que permitieran reducir el valor de los fletes. La
Asociación de Cooperativas
Argentinas fue la entidad que más trabajó para
impulsar el proyecto de los elevadores. El primero fue inaugurado
en la terminal de Rosario (julio 1931).
Para la obtención de fondos
en la construcción y reparación de caminos se
aumento el precio de la nafta, esta
recaudación se enviaba a un ente que lo
administraba.
Implanto la ley marcial y
restableció la pena de muerte
prohibida por el Código Penal Argentino.
Reconoció a la
Legión Cívica, organismo formado por civiles
uniformados y armados que participaron de la represión
política. Todas estas medidas no impidieron que la crisis
se profundizara.
- Las nuevas líneas
económicas y la inversión privada en
petróleo.
En 1931 se realizan dos
importantes exposiciones vinculadas al área
económica. La primera es la Exposición
Británica de Artes e Industrias, que se realiza en Buenos
Aires, La otra, la Exposición Nacional de Comercio e
Industria, se lleva a cabo en Córdoba. En agosto de este
año se concreta también la Conferencia
Económica Extraordinaria, que reúne a los miembros
de la Confederación Argentina del Comercio, la Industria y
la Producción para discutir los problemas derivados de la
crisis desatada a partir de 1929. En sus conclusiones, los
participantes se declaran en contra de que el Estado maneje
empresas industriales. el capítulo dedicado a combustibles
nacionales se recomienda estimular el empleo de
capitales privados en la exploración y explotación
de los yacimientos petrolíferos argentinos, el apoyo de
las compañías petroleras extranjeras, se manifiesta
diciendo sentirse perjudicadas por la política de monopolio
nacionalista en favor de YPF. En la sección de fomento
industrial se plantea la conveniencia de desarrollar
fábricas para procesar la lana y el algodón
producidos en el país y realizar los procesos de
hilado y tejeduría en la Argentina. De esta manera se
podría atender al mercado sudamericano Finalmente se
reclama la urgente necesidad de crear un Ministerio de Industria
para impulsar el crédito
y revisar los regímenes fiscal y aduanero, de manera tal
que permitan el desarrollo de la actividad privada en este
ámbito.
Gobierno de Agustín P. Justo (1932
–1938):
- Creación del
Impuesto a
las Ganancias Personales.
El gobierno de Agustín P.
Justo que asume en 1932 debuta con problemas en el área
económica. El titular de la cartera de Hacienda, Alberto
Hueyo, diseña una política de contención
fiscal para paliar los efectos de la crisis que afecta al
país desde el año anterior y que se hace sentir
duramente en las arcas del Estado y en los bolsillos de la
población. Las medidas contemplan un aumento de los
impuestos a nivel general y la puesta en marcha de un
Empréstito Patriótico. También se crea
durante ese año el Impuesto a las Ganancias Personales. La
causa de la deteriorada situación que el gobierno de
Justo, tiene su raíz en la drástica caída
del sistema
financiero mundial por el crack de la Bolsa de Nueva York en
1929 y por el consiguiente descenso del comercio exterior y del
valor de las exportaciones que durante 1931 alcanzaron un tercio
del valor registrado durante el ejercicio
anterior.
Las medidas de gobierno de Justo,
inspiradas en los principios
económicos del inglés
John M. Keynes
ampliaron las funciones del
estado dotándolo de un carácter
intervencionista.
En septiembre de 1932 se
creó la Dirección Nacional de Vialidad, desde
allí se construyó una vasta red caminera,
especialmente de Buenos Aires a Córdoba y de Buenos Aires
a Mar del Plata.
El estado intervino en el aspecto
financiaron mediante la creación del Banco Central de la
República Argentina en 1935. Este sustituyó el
mecanismo de emisión de la Caja de Conversión,
desde ese momento la referencia para emitir papel moneda
consideraría la existencia de oro y divisas en el tesoro
del Banco. Se constituyó como una sociedad mixta con la
estabilidad de la moneda, regular el crédito y ser agente
financiero del gobierno en operaciones de crédito externo
e interno.
Creó también el
Instituto Movilizador de Inversiones Bancarias para eliminar la
situación de quiebra de algunos bancos privados por
créditos incobrables. El Instituto debía encargarse
de esos créditos y pagarlos a los
bancos.
Se llevó a cabo una
importante reforma del sistema impositivo con el objeto de
modernizarlo y reducir el déficit fiscal mediante la
percepción de impuestos. Para ello se
creó la Dirección General Impositiva, como una
entidad autónoma, dotándola de la
legislación adecuada. El Congreso aprobó el
impuesto a las transacciones comerciales. También se
unificaron los impuestos internos, cuya percepción
correspondía según la Constitución a las
provincias, por medio de esta ley pasaron a formar parte de los
recursos
nacionales con la condición de ser devueltos con
posterioridad en forma de coparticipación federal. Esta
medida fue criticada por considerársela violatoria del
federalismo
económico.
La reforma impositiva implementada
en la gestión
de Justo fue resistida por comerciantes e industriales, quienes
presionaron con huelgas y cierre de negocios
durante 1933 y 1934.
A principios de 1933 la
recesión en el sector agrícola se hizo sentir
especialmente entre los colonos hipotecados y los arrendatarios
de la zona de Santa Fe, Entre Ríos y Córdoba. Estos
iniciaron una amplia movilización de agricultores
encabezada por la federación Agraria, dirigida por Esteban
Piacenza. Obtuvieron del gobierno la sanción de la ley
11.741 en octubre de 1933 que dispuso la moratoria por tres
años de las deudas hipotecarias y la creación de
una Junta Central y Juntas locales que revisarían los
cánones de arrendamiento. También se
reglamentó la instalación y control de la red de
elevadores de granos creándose de 1934 la Comisión
Nacional de Granos y Elevadores.
Con respecto a la
producción se crearon numerosas juntas reguladoras que
reglamentaron y controlaron a distintos sectores de la
producción, tenían facultades para controlar la
elaboración, el expendio y la comercialización,
fijar precios, imponer multas, limitar la producción,
almacenar y destruir stock. Estas fueron la Junta Reguladora de
Granos, la Junta Reguladora de Vinos, la Junta Nacional de
Carnes, la Junta Reguladora de la Industria Lechera, la
Comisión Reguladora de la Producción y Comercio de
la Yerba Mate, la Junta Nacional del Algodón, la
Comisión Nacional de coordinación de Transportes,
etc.
Se firmaron también varios
tratados con
Brasil incluyéndose un acuerdo antibélico. Justo
visitó Río de Janeiro en 1933 y se presidente
Getulio Vargas retribuyó la visita en
1935.
- El Tratado Roca
Runciman
Argentina atravesaba una crisis en
sus exportaciones debido a la reducción impuesta por Gran
Bretaña a la compra de productos agropecuarios,
especialmente carne.
La conferencia que la Comunidad
británica (Commonwealth) realizó en Ottawa en 1932
agravó la situación. En ella los británicos
se comprometieron con los países de su comunidad
(Australia, Canadá y la Unión Sudafricana) en dar
preferencia a sus carnes reduciendo la compra de otras
procedencias.
Como consecuencia de estos
tratados las exportaciones de carnes argentinas comenzaron a
descender un 5% mensual.
Para encontrar una
solución, el gobierno nacional envió a Gran
Bretaña una misión encabezada por el vicepresidente
Julio A. Roca, quien firmó con el ministro
británico Walter Runciman, el 1 de mayo de 1933, el
convenio conocido como Roca – Runciman.
El tratado comprendía un
documento principal, un protocolo
adicional aclaratorio y una convención arancelaria. En
él el Reino Unido aseguraba a nuestro país una
importación no inferior a 390.000 toneladas
de carne enfriada (chilled) la cual podía ser
disminuída un 10% hasta llegar al 65% del total. Reservaba
a los frigoríficos extranjeros el 85% de la cuota de
exportación y el 15% restante a empresas argentinas sin
fines de lucro (cooperativas). Los productos debían ser
colocados por buques y comerciantes ingleses.
Argentina otorgaba a Gran
Bretaña ventajas en materia arancelaria al reducir las que
estaban vigentes desde 1930, no reduciría las tarifas
ferroviarias, se destinaba a compras
británicas la totalidad de las divisas obtenidas por
compras inglesas a Argentina, el tipo de cambio sería el
mejor de plaza, se dispensaría a las empresas
británicas de servicios públicos de ciertos
impuestos y se les daría un tratamiento
benévolo.
- El Debate de
las Carnes
El tratado Roca – Runciman dio
protección a los grandes ganaderos e invernadores
asociados a los frigoríficos extranjeros en perjuicio de
los pequeños productores. Esta situación dio origen
al famoso debate parlamentario conocido como "debate de las
carnes". Se inició en septiembre de 1934 cuando el senador
Lisandro de la Torre propuso la creación de una
comisión investigadora para establecer cual era la
situación del comercio de exportación de carnes
argentinas y verificar si los precios pagados por los
frigoríficos a los productores guardaban relación
con sus precios de venta en el exterior.
La comisión investigadora
presentó dos despachos, uno por mayoría en el que
se afirmaba que los precios pagados eran justos y uno por
minoría que presentó de la Torre el 18 de junio de
1935. En él probaba que la exportación de carnes
argentinas producía ganancias solo a los intermediarios.
Los frigoríficos extranjeros evadían impuestos
llevando una doble contabilidad
(el Anglo) y también evadían los controles
cambiarios reservando divisas para negociarlas en el mercado
libre, que era más alto que el oficial, con lo cual
compensaban las pérdidas producidas en sus dominios.
También acusó a los ministros Pinedo y Duhau de
tergiversar la información y recibir
prebendas.
El debate tuvo un fin
trágico cuando el 22 de julio de 1935 el senador electo
por Santa Fe, Enzo Bordabehere, amigo de la Torre fue asesinado
dentro del recinto parlamentario. Desde ese momento Lisandro de
la Torre abandonó la lucha
política.
Gobierno de Roberto M. Ortiz (1938 –
1940)
El 20 de febrero de 1938 Ortiz
asumió la presidencia de la Nación. Durante su
gobierno se realizaron reformas en la
administración de justicia y en la enseñanza y
cultura en
general:
- Informe final sobre la
corrupción en el comercio de
carnes.
En 1938, la comisión
parlamentaria que investiga el comercio de carnes anglo-argentino
desde 1935, presenta su informe final. El
mismo da cuenta de la existencia de un pool que beneficia al
grupo de los ganaderos invernadores que participan en la
producción de carne. Este tema había sido puesto en
el tapete desde la firma del tratado Roca-Runciman en el cual
aparecían indicios de estos privilegios. Por iniciativa
del senador Lisandro de la Torre se formó en 1934 una
comisión mixta de diputados y senadores para investigar la
cuestión. Ese año, durante un allanamiento al buque
británico "Anglo", se secuestró importante documentación probatoria sobre los
verdaderos precios pagados por Inglaterra al grupo de productores
locales beneficiados en la operatoria. Posteriormente los
frigoríficos extranjeros se negaron a colaborar con la
investigación. Pero ésta
continuó. Debido al manejo fraudulento entre los ganaderos
y los frigoríficos, el gobierno percibía una cifra
menor por impuestos que la establecida por ley. En las
conclusiones del informe se recomienda la creación de la
Corporación Argentina de Productores de carne (CAP) para
controlar ese negocio y evitar el manejo indiscriminado del mismo
por parte de los frigoríficos
extranjeros.
- La Segunda Guerra
Mundial y la economía
Argentina.
En 1939 estalla la Segunda Guerra
Mundial. En un primer momento, el conflicto bélico
crea graves problemas en la economía de nuestro
país, sobre todo en lo que se refiere a insumos y
productos industriales de los cuales no hay producción
nacional. La falta de transportes afecta las exportaciones y el
cese de llegada de maquinarias y repuestos necesarios para la
producción local crean innumerables complicaciones. Faltan
cubiertas de caucho para
los colectivos y en la ciudad de Buenos Aires se experimenta un
sistema para hacerlos circular con ruedas de hierro sobre
el trazado de la red de tranvías. La falta de combustibles
obliga a las usinas generadoras de energía
eléctrica a funcionar quemando maíz y
leña. Más adelante, la necesidad de
autoabastecimiento obligará a desarrollar diversas
actividades industriales que no se realizaban en el país.
Estas irán creciendo hasta abastecer el consumo interno y
en muchos casos generaran saldos exportables. La escasez de
bienes
importados produce el crecimiento de las manufacturas locales,
por mayor consumo del mercado interno y de los países
limítrofes.
Gobierno de Ramón S.
Castillo (1940 – 1943)
Desde 1940 el presidente Roberto
M. Ortiz había delegado el mando en el vicepresidente
Ramón S. Castillo por razones de salud. Este
ejerció la presidencia en forma provisional hasta
1943.
- Creación de la
Flota Mercante del Estado.
En 1941, el vicepresidente
Ramón Castillo impulsa la creación de la Flota
Mercante del Estado. Esta iniciativa pretende resolver un viejo
problema que existe en el área del comercio exterior del
país: la excesiva dependencia de potencias extranjeras
para el transporte por mar de la producción nacional.
Hasta el momento las presiones para mantener aquella
situación, que brindaba enormes dividendos a las
compañías dedicadas al negocio, son más
poderosas que las intenciones de crear una empresa
estatal que permita la salida de la producción local al
exterior con tarifas más bajas. Las condiciones creadas
por la Segunda Guerra Mundial permiten que el gobierno concrete
sin resistencias
su proyecto. En primer lugar, por temor a los ataques, los buques
mercantes de los países participantes de la contienda ven
restringidas sus posibilidades de operar normalmente. A esto se
suma el aumento de la demanda de exportaciones por parte de los
países en guerra, generando la necesidad de una operatoria
ágil en los puertos. Con este cuadro de situación,
Castillo aprovecha la presencia de varios buques anclados durante
meses en el puerto de Buenos Aires. Son naves pertenecientes a
las potencias del Eje que temen el ataque de las naves de guerra
británicas que controlan el Atlántico sur. La
mayoría de estos buques es de bandera italiana, mientras
Italia tiene una creciente deuda con nuestro país debido
al aumento de la demanda de productos argentinos. El presidente
negocia con las compañías propietarias y adquiere
las naves en condiciones muy ventajosas para el país,
creando con ellas la compañía naviera estatal. La
flamante Flota Mercante del Estado llega a contar en pocos meses
con una cincuentena de barcos que lideran en poco tiempo la
operatoria del comercio ultramarino realizada en nuestros
puertos.
- Record de exportaciones
industriales.
En 1942, los indicadores muestran
un importantísimo crecimiento de las exportaciones
industriales. El total supera cuatro veces los porcentajes que se
habían alcanzado en el año 1939 cuando se
inició la Segunda Guerra Mundial. Las cifras son
elocuentes teniendo en cuenta que la infraestructura industrial
que posee el país es precaria dada su condición de
país agroexportador no industrializado. Los resultados
obtenidos son el fruto de la demanda sobre las industrias
manufactureras locales, debido a la creciente necesidad del
mercado interno, que no consigue abastecerse ante la falta de
importaciones
producto del conflicto bélico mundial. Gran parte de la
industria también está comprometida a exportar,
ante la demanda exterior, pidiendo productos necesarios para las
tropas movilizadas, especialmente las dedicadas a la
fabricación de alimentos y a la industria
textil.
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