- Generalidades
- La
eutanasia a nivel social y mundial - La
medicina ante la eutanasia - La Iglesia
ante la eutanasia - Eutanasia y
el suicidio asistido - Derechos y
necesidades de la persona con enfermedad
terminal - Conclusiones
- Recomendaciones
- Bibliografía-Lincografía
- Anexos
INTRODUCCIÓN
Cuando, hace casi dos años, el Comité
Episcopal para la Defensa de la Vida, dependiente de la Conferencia
Episcopal Española, presentó a la opinión
pública el libro"EI
Aborto: 100
cuestiones y respuestas sobre la defensa de la vida humana y la
actitud de los
católicos", ya anunció que aquel era efímero
de una serie de publicaciones que verían la luz en el futuro.
Una era la idea común: estudiar el valor y la
dignidad de la
vida humana desde la peculiar óptica
que implica el tratamiento monográfico de un problema de
actualidad. En aquella primera ocasión se trató del
aborto; hoy, de la eutanasia.
El amplio debate social
generado por aquellas" caen cuestiones sobre el aborto", la
difusión lograda por el texto en
España,
en Hispanoamérica y en toda Europa,
especialmente en los países recién salidos de la
experiencia comunista, no dejó de ser un acicate
importante para el Comité a la hora de dar cumplimiento a
su propósito inicial de continuar aquel trabajo sobre
el aborto con otros temas de similar actualidad. El millón
de ejemplares vendidos de las" 100 cuestiones sobre el aborto" y
las noticias de su
permanente uso como instrumento de trabajo y estudio en los
más variados ambientes escolares, académicos y
religiosos de varios continentes, han incentivado el esfuerzo
intenso del Comité Episcopal para la Defensa de la Vida
que ha trabajado durante más de un año en
múltiples reuniones plenarias y de ponencia, para perfilar
el texto que ahora se hace público.
Médicos, filósofos, farmacéuticos,
enfermeras, teólogos, juristas, moralistas, han escrito,
reescrito, discutido y redactado finalmente este texto sobre la
eutanasia durante largos meses de trabajo, pretendiendo lograr un
producto final
fiel al doble objetivo de
esta colección de trabajos: rigor técnico y
científico en el tratamiento y claridad y sencillez en la
exposición.
Mientras preparábamos este trabajo se han
celebrado dos referendums en los EE.UU., sobre la eutanasia,
rechazando en ambos la mayoría de los ciudadanos su
legalización; se ha reabierto en Holanda el debate – una
vez más en aquel país – sobre la
despenalización de las prácticas eutanasias; en
distintos países han saltado a los medios de
comunicación social noticias sobre "casos",
sentencias, opiniones y propuestas referentes a la eutanasia.
Estos hechos no han alterado el plan de trabajo
del Comité, aunque hayan sido estudiados, valorados y
considerados.
Cuando nuestro trabajo estaba casi acabado, el Gobierno Español ha
aprobado un Proyecto de
Código
Penal – actualmente en trámite en el Congreso de los
Diputados – en el que se regula la eutanasia como un delito singular
acreedor a una pena sensiblemente más liviana que la del
homicidio. Se
Inicia así en nuestro país la tendencia de
"comprensión jurídica" hacia las prácticas
eutanasias que, nos tememos, puede acabar a corto plazo con su
total impunidad como
ha sucedido con el aborto, despenalizado parcialmente para
atender a determinados "casos extremos" y legalizado en la
práctica hasta el punto de constituir ya un lucrativo
negocio amparado incluso por determinadas instituciones
del Estado.
La iniciativa legislativa del Gobierno hace de total
actualidad el presente trabajo que pretende servir como elemento
de reflexión para todos los ciudadanos – también
para quienes emiten su voto como Diputados y Senadores – y como
factor de formación para la conciencia
ilustrada de los católicos.
Este documento aborda la eutanasia sin rehuir ni ocultar
los argumentos de sus partidarios; sin omitir los puntos de vista
más conflictivos; sin silenciar los temas más
polémicos, pues creemos que la sociedad – los
católicos y quienes no lo son – puede y debe dedicar un
tiempo
razonable a reflexionar y lo formarse antes de emitir un juicio
sobre cuestión de tal relevancia.
En nuestro tiempo crecen sentimientos de ideas muy
acordes con la idea de hombre, de
justicia y de
derechos
humanos que subyace en este trabajo, pero a la vez se imponen
en nuestras sociedades
prácticas incompatibles con la dignidad humana. El
Comité Episcopal para la Defensa de la Vida está
convencido de que podemos impulsar los aspectos más
positivos de nuestra cultura si
todos hacemos un esfuerzo para ser coherentes con el humanismo que
ha inspirado los aspectos más positivos de la Modernidad. Por
ello, ofrece a la consideración responsable de todos los
ciudadanos – también de los políticos, los
médicos, educadores, familias y demás personas que
han de decidir sobre la eutanasia -, un trabajo que se inspira en
un profundo respeto por cada
hombre, por cada mujer, por cada
ser humano, que – para quienes creemos en Dios – es objeto de un
amor singular
y personal desde
antes de la creación y no acabará jamás,
proyectándose tras la muerte por
la eternidad
CAPÍTULO I:
GENERALIDADES
- HISTORIA
La eutanasia no es una práctica surgida en la
actualidad, sino que estaba presenta ya en las primeras
sociedades humanas. A lo largo de la historia este término
ha servido para referirse a infinidad de conceptos relacionados
con la muerte, muchas
veces incluso, desviándose de la concepción
inicial.
Se distinguen tres grandes bloques en la práctica
de la eutanasia que evoluciona de forma paralela a la
historia.
Eutanasia ritualizada.
Se conocen prácticas eutanásicas en
pueblos primitivos que van desde la eutanasia piadosa hasta la
eutanasia eugenésica. La muerte era un suceso muy temido e
incluso muy ritualizado, por ello la eutanasia
también.
En Grecia
surgió como objeto de deseo y de petición de una
serie de personas que luchaban por una muerte buena y no
provocada, sino asumida y esperada para cuando, por naturaleza
llegase. Heráclito prohibió a los
médicos quitarle la vida a un paciente aunque este mismo
se lo pidiera. Sin embargo Platón
consideraba que los menos sanos deberían dejarse
morir.
En la otra gran civilización, la romana, esta
práctica fue múltiple por la creencia de que era
mejor la muerte que una vida de sufrimiento.
Con la llegada de la Edad Media y
durante los principios del
renacimiento
(S.XIV), aparece el pensamiento
cristiano. La eutanasia tiene otro valor, el de buen morir, es
decir, la muerte como último proceso de la
salud y de la
vida del hombre. Por ello es necesaria la ayuda al moribundo con
todos los recursos
disponibles para una muerte digna y sin sufrimiento.
Eutanasia medicalizada.
Una vez surgida la medicina
científica, en el S.XIII, los médicos serán
los responsables de la práctica de la eutanasia que se
medicalizará siendo permisible y común en las
actuaciones médicas.
Ya en el S.XIX, Marx trata el
tema en su tesis doctoral
"Eutanasia Médica" proponiendo la obligación de
enseñar a los médicos a cuidar técnica y
humanamente a los enfermos en estado terminal.
A mediados del S.XX en Alemania con
la dictadura de
Hitler, se
practicó la eutanasia con el fin de exterminar a numerosos
discapacitados físicos y mentales con la disculpa
"piadosa" de que su vida sólo les reportaría un
inútil sufrimiento. Fue una etapa dura y de corrupción. Esto se hizo sin tener en
cuenta la opinión de los pacientes ni de los familiares.
Fue una etapa de dominación que marcó una etapa
para los alemanes muy dura de recordar.
La práctica fue llevada a cabo por
médicos, muchas veces, con graves cargos de conciencia.
Era una situación insostenible que tenía que
cambiar, dando origen a otra etapa.
Eutanasia autonomizada.
Es la etapa actual que ha surgido recientemente, a
finales del S.XX. La práctica de la eutanasia en esta era
es responsabilidad del paciente terminal y, en
ocasiones, para los profesionales y los familiares. Nunca se le
podrá practicar sin la voluntad del paciente, aunque sean
personas indefensas, vulnerables o ancianas.
Hay que tener en cuenta que en muchos países esta
práctica no es legal por lo que cualquier decisión
que se adopte con el objetivo de finalizar de modo activo con la
vida de una persona aunque
ella misma lo desee, tendrá sus detractores, porque
están en juego la
libertad y la
vida humana.
Sobre esta última etapa está basado
el trabajo, ya
que, creemos que es un tema interesante y bastante actual que nos
permitirá reflexionar, debatir, informarnos y compartir
algunos pensamientos.
Página siguiente |