- Generalidades
- Historia
- Clasificación de riesgo
del personal que labora en el área
quirúrgica - Riesgo de los residuos
gaseosos - Riesgo de explosión
o incendio - Riesgos para personal
femenino - Estrés
- Riesgos de
contaminación por vía
hematológica - Programa de entrenamiento y
divulgación - Precauciones
universales - Recomendaciones de la
CLASA - Quirófanos
- Glosario
- Bibliografía
Durante los últimos años se ha hecho
mucho énfasis en el termino Bioseguridad, inclusive a
raíz de los dolorosos atentados del 11 de Septiembre del
2001 cuando el mundo vio con horror el mas despiadado acto
terrorista del cual se tenga conocimiento;
entonces entró el pánico
colectivo, pues se temió por guerras
biológicas y fue entonces cuando la palabra Bioseguridad
comenzó nuevamente a ponerse de moda.
Sin embargo el personal que
labora en el área quirúrgica de cualquier hospital,
está expuesto constantemente a riesgos que en
muchos textos podrían llamarse laborales o profesionales,
pero aquí llamaremos riesgos biológicos y que
requieren más que un tratamiento la prevención. La
tarea tradicional del equipo de salud en la sala de operaciones fue
la de ocuparse de la integridad del paciente. Hoy día, a
la preocupación antes señalada se le ha agregado la
de proteger la salud del equipo
quirúrgico. Médicos tanto
anestesiólogos como cirujanos, enfermeras, camilleros,
camareras y hasta el mismo paciente son susceptibles a padecer de
cualquier tipo de exposición
de poluciones, tóxicos e incluso contaminarse con objetos
infectados.
Todas las profesiones llevan implícito un
riesgo
inherente a la naturaleza
misma de la especialidad y al ambiente donde
se desenvuelve el técnico, el profesional y el obrero. La
medicina como
profesión al fin y en ella específicamente, el
personal medico y paramédico que laboran en las
áreas quirúrgicas y quirófanos no escapan a
esta situación y sufren en su organismo una serie de
agresiones por parte del medio donde actúan por efecto de
los agentes con que trabajan y de las situaciones en que
cotidianamente se ven envueltos que producen en ellos una serie
de modificaciones.
A todo el conjunto de fenómenos de
índole patológica que suele presentarse en
Anestesiólogos, Cirujanos, Enfermeras profesionales,
Circulantes y auxiliares, así como personal de área
de recuperación, se ha englobado bajo la
denominación de "Enfermedades Profesionales";
Estas enfermedades Profesionales constituyen un aparte de lo que
podría llamarse el riesgo a enfermarse en el ejercicio de
alguna especialidad o profesión, Constituye quizás
una patología sui géneris, quizás una nueva
rama de la medicina en donde por efecto de una serie de
situaciones, de hechos y de factores que van a actuar sobre los
individuos, se producen modificaciones y alteraciones que
determinan cambios leves, medianos, moderados y graves en todas
las personas susceptibles, expuestos a ellos.
El tema de la bioseguridad en quirófano ha
dejado de ser una cuestión solo del paciente,
convirtiéndose en una problemática de todo el
equipo de salud que desempeña su función en
sala de operaciones. Esta terrible realidad se ha agravado con la
pandemia del SIDA y la
diseminación de la hepatitis
sérica (B-C-D-NANB). Ambos flagelos tienen similar modo de
transmisión (sexual, parenteral, y de madre a hijo), y
aunque en el marco ocupacional la posibilidad de contagio es
mayor para el VHB, las prácticas generales que previenen
la transmisión de la hepatitis sérica
también funcionan para evitar la transmisión del
VIH1. (1)
El quirófano es un ambiente potencial y
realmente peligroso, donde concurren una serie de artefactos
electrónicos en medio de una mezcla de oxigeno y
gases
anestésicos que dan en mayor o menor grado las condiciones
favorables para la ocurrencia de accidentes no
solo de tipo de explosión o incendio sino también
del tipo de quemaduras, electrocución, fibrilación,
paro cardiaco,
traumatismo, laceraciones y heridas. (2)
El hombre ha
estado
constantemente expuesto a fuerzas físicas, compuestos
químicos y agentes biológicos, que dependiendo de
su naturaleza y concentración en el ambiente, pueden
llegar a ser tóxicos. La evolución que el género
humano tiene, se debe en parte a su gran capacidad de
adaptación a un ambiente en constante cambio. Esta
capacidad de adaptación está siendo desafiada en
los últimos años por una enorme y variada cantidad
de agentes.
En Inglaterra, en
1883 F.W. Hewitt reportó que el cloroformo se
convertía en ácido clorhídrico y fosgeno,
provocando faringitis, traqueítis y cefalea en quienes lo
administraban.
En 1949, H.B. Wertham en Alemania,
reportó la presencia de depresión,
fatiga, cefalea, anorexia,
nauseas, pérdida de memoria y
lesiones periodontales, en un cirujano, un anestesiólogo y
una enfermera, con muchos años de trabajar juntos,
utilizando éter para anestesiar a los
pacientes.
En 1967, en Rusia, A.I.
Vaisman, investigando las condiciones de trabajo de 354
anestesiólogos que utilizaban éter, halotano,
metoxifluorano y óxido nitroso, encontró que la
mayoría presentaba cefalea y fatiga. Por otra parte, de 31
anestesiólogas embarazadas, 18 abortaron. Vaisman
consideró que los abortos fueron causados por:
inhalación crónica de anestésicos
volátiles, tensión emocional producida por los
problemas del
quirófano y por trabajo excesivo.
El 6 de mayo de 1963 en Santiago de Chile,
explotó un cilindro de ciclopropano; murieron dos niños y
cuatro médicos, entre ellos el Dr. Mario Torres,
Presidente de la Sociedad
Chilena de Anestesiología.
En 1973, en Bolivia,
durante la VII Asamblea de Delegados de la Clasa, se creó
la "Comisión para el estudio de los riesgos profesionales
del anestesiólogo", comisión integrada por un
representante de Argentina, uno de Brasil y uno de
México
De 1949 a 1975 las publicaciones sobre riesgos del
personal que trabaja en el quirófano se enfocaron a tratar
el tema de la contaminación ambiental por residuos de
gases anestésicos y los peligros de su inhalación
crónica.
De 1976 a la fecha la transmisión de
padecimientos infecciosos se ha convertido en tópico
predominante en la literatura; esto se ha
debido a que los anestesiólogos del primer mundo, de donde
procede la mayoría de las publicaciones, ya superaron la
problemática de la
contaminación en sus quirófanos, pues por
ley o por
convicción, en la mayoría de los países del
primer mundo, a partir de 1976, las salas de operaciones se
construyen con extractores potentes, eficientes y silenciosos,
que recambian el volumen del
aire, de 15 a 20
veces por hora, y no se permite que funcionen los aparatos de
anestesia si no tienen instalada una válvula de
evacuación de gases al exterior o al sistema de
extracción, ya que está perfectamente demostrado
que con estos dos dispositivos se eliminan del ambiente el 90% de
los vapores y gases anestésicos residuales.
(3)
Clasificación de
Riesgo del personal que labora en el área
Quirúrgica
En Quito,
Ecuador, en
1975 durante la VIII Asamblea de la Clasa basados en una amplia
bibliografía mundial,
recolectada por la comisión, los Congresistas concluyeron
que los Riesgos Profesionales del Personal que labora en los
quirófanos, se dividen en cuatro grupos:
(4)
I. Riesgos ocasionados por la inhalación
crónica de anestésicos volátiles
residuales que existen en el ambiente de los
quirófanos.
II. Riesgos ocasionados por infecciones
transmitidas por los pacientes al personal que los
atiende.
III. Riesgos ocasionados por agentes
físicos, químicos y biológicos manejados
en los quirófanos.
IV. Riesgos ocasionados por la naturaleza del
trabajo del anestesiólogo, principalmente, por el
estrés y
el cansancio.
Los riesgos potenciales recopilados en la literatura
mundial son:
Grupo I. Por inhalación crónica de
anestésicos:
1. Toxicidad sobre el sistema nervioso
central con sintomatología
múltiple.
2. Oncogénesis.
3. Abortogénesis.
4. Infertilidad.
5. Toxicidad sobre el sistema
hematopoyético.
6. Hepatotoxicidad.
7. Nefrotoxicidad.
8. Trastornos del ritmo cardiaco.
9. Miastenia gravis.
10. Dermatitis.
Grupo II. Por infecciones trasmitidas por los
pacientes:
1. Virales:
a) Hepatitis B.
b) Hepatitis C.
c) Sida
2. Bacterianas.
3. Por hongos.
Grupo III. Por agentes físicos:
1. Por descargas eléctricas
accidentales.
a) De bajo voltaje.
b) De alto voltaje.
2. Exposición a dosis excesivas de rayos X
(radiaciones ionizantes).
3. Exposición a rayos láser
(radiaciones no ionizantes)
Grupo IV. Por la naturaleza del trabajo del
anestesiólogo:
1. Diferentes grados de estrés físico
y mental.
2. Dependencia de fármacos.
3. Hernias de discos intervertebrales sobre todo
lumbares.
4. Otras lesiones de columna cervical,
torácica y lumbar.
Riesgo de los Residuos
Gaseosos
De 1949 a 1976 los numerosos estudios publicados
sobre contaminación de los quirófanos e
inhalación crónica de anestésicos
volátiles, evidenciaron en el grupo laboral de los
anestesiólogos, una mayor incidencia de cefalea, fatiga,
irritabilidad, agresividad, alteraciones perceptivas,
cognoscitivas y motoras, padecimientos infecciosas por la
inmunosupresión que producen los anestésicos
inhalados, incremento en el riesgo de presentar aborto
espontáneo y en la incidencia de anormalidades
congénitas en sus hijos, de mayor frecuencia en las
anestesiólogas; mayor porcentaje de padecimientos
hepáticos, renales y neoplásicos, sobre todo en el
tejido linfático y reticuloendotelial, así como
mayor incidencia de infartos cardiacos, suicidios y accidentes
automovilísticos como causa de muerte.
Los residuos de óxido nitroso y
anestésicos halogenados, en ausencia de sistemas de
evacuación y extracción, pueden alcanzar
concentraciones de 3000 y 50 p.p.m. respectivamente o
más.
El NIOSH (Instituto Nacional de Salud y Seguridad
Ocupacional de USA) recomienda como límites
superiores en el ambiente de los quirófanos, 25 p.p.m. de
óxido nitroso y 2 p.p.m. para los anestésicos
halogenados.
Estas recomendaciones sólo son alcanzables con
una máquina de anestesia absolutamente hermética,
con un buen extractor que recambie el volumen del
quirófano 20 veces por hora, y una válvula de
evacuación efectiva.
Con el fin de evitar la contaminación del
quirófano, se recomienda en la bibliografía, como
procedimientos
sencillos y muy efectivos los siguientes:
1. Incrementar los procedimientos de anestesia
intravenosa total clásica.
2. Incrementar los procedimientos de anestesia
intravenosa total multimodal, empleando aines,
morfínicos, hipnóticos y amnésicos en
infusión y bloqueos locales o locorregionales, con
anestésicos tipo lidocaína o
bupivacaína.
3. Incrementar el número de procedimientos
por bloqueos regionales.
4. Administrar los anestésicos halogenados,
en circuito cerrado, con flujos bajos de oxígeno y con potencialización a
base de clonidina, morfínicos, aines y bloqueos
locorregionales, con el fin de aumentar el umbral al dolor y
disminuir el porcentaje inhalado y por tanto la
contaminación.
5. No utilizar circuitos
semicerrados tipo Bain y similares por ser extraordinariamente
contaminantes.
"El anestesiólogo que utiliza sistema Bain es
como el fumador empedernido que por su gusto fuma y se intoxica,
pero también obliga a intoxicarse por tabaquismo pasivo
a todos los que lo rodean. Así el anestesiólogo
adicto al Bain, vaporiza y tira al ambiente del quirófano,
de 10 a 25 ml de anestésico halogenado por hora y varios
litros de óxido nitroso en una jornada. El los inhala
crónicamente por gusto, por irresponsabilidad o por
adicción; pero las enfermeras del quirófano, los
cirujanos, los técnicos, auxiliares, estudiantes y
personal de limpieza se intoxican crónicamente, sin
quererlo."
Un ml de anestésico volátil produce 200
ml de vapor. Si este ml de anestésico líquido es
derramado en una habitación cerrada de 6x6x2.70 metros,
tamaño aproximado de un quirófano, generará
una concentración de vapor aproximadamente de 2 p.p.m.
Considerando entonces que 20 ml de halotano líquido
vaporizados por hora en un quirófano estándar, nos
dará aproximadamente 4000 ml de vapor o sea una
concentración de vapor de 40 p.p.m. por hora: 3 litros de
óxido nitroso por minuto son 180 l por hora y 1080 l en 6
horas. Un porcentaje altísimo de estos anestésicos,
se quedan en el ambiente del quirófano, los corredores
adyacentes y posteriormente en la sala de recuperación.
(5)
RIESGO DE
EXPLOSIÓN O INCENDIO
El anestesiólogo, Cirujano, enfermera,
instrumentistas, ayudantes y circulantes, y en fin todas las
personas que de una manera u otra están en contacto en
forma directa o indirecta con el quirófano, están
expuestas a sufrir alteraciones en su organismo por efecto de los
accidentes simples o complejos que suelen ocurrir en esta
área. Uno de los mas graves incidentes que pueden
afectarlo es la explosión o incendio. La anestesia puede
acompañarse de incendios y
explosiones debido a que algunos anestésicos generales
inhalatorios son inflamables y no es fácil eliminar de los
quirófanos toas las posibles causas de ignición. En
el campo tecnológico de la anestesia, entendemos por
combustión a una reacción química
exotérmica entre un material combustible y un agente
oxidante o comburente. Dentro de las posibilidades, el oxidante
no es otra cosa que el oxigeno o cualquier compuesto que contenga
oxigeno y sea capaz de liberarlo en determinadas condiciones. Por
su parte, el combustible puede ser Sólido (Sustancias
orgánicas, textiles, caucho,
plásticos,
madera),
Liquido (Alcohol,
Benceno, Acetona, Éter) o gaseoso (gas de alumbrado,
oxido de etileno, Ciclopropano)
RIESGOS PARA
PERSONAL FEMENINO
Askrog en Dinamarca, encontró que el personal
femenino, antes de laborar en el departamento de anestesia,
tenía 10% de abortos espontáneos. La cifra se
elevó en 21% cuando este personal fue cambiado a trabajar
en los quirófanos. Cohen y col. en USA, hicieron una
revisión retrospectiva de cinco años sobre abortos
espontáneos en el personal de hospital. Encontraron que
las anestesiólogas tuvieron 37.18% de abortos y las
doctoras no anestesiólogas 10.3%. Las enfermeras de
quirófano 29.7% de abortos y las enfermeras que trabajaban
fuera del quirófano 8.8%. Jenkins y Corbett publicaron que
los factores responsables de aborto espontáneo en el
personal de quirófano son:
1. Inhalación crónica de
anestésicos volátiles.
2. Exposición a rayos X.
3. Absorción crónica de medicamentos
inyectables por piel y
mucosas.
4. Absorción crónica por piel y
mucosas, de substancias utilizadas para asepsia, antisepsia y
curaciones.
5. Inhalación crónica de medicamentos
y substancias aplicados en aerosoles.
6. Estrés de los
quirófanos.
7. Fatiga por exceso de trabajo.
8. Los factores mencionados producen
disminución de la inmunidad que propicia virosis
subclínicas frecuentes e infecciones por hongos y
bacterias.
Cohen y col. en USA, efectuaron un estudio nacional
en 73496 personas; 49585, eran miembros del personal de
quirófanos, expuestos a inhalación crónica
de anestésicos volátiles y 23911 laboraban fuera
del quirófano y no expuestos a anestésicos. Los
investigadores encontraron 6.9% de anormalidades
congénitas en hijos de personal de quirófanos y
sólo 3% de personal de fuera de los quirófanos. En
1968, Bruce publicó un estudio sobre la causa de muerte en
anestesiólogos de la ASA, en un periodo de 20 años
retrospectivos, encontrando alta incidencia de infartos cardiacos
y de suicidios. En 1974 Bruce repitió el estudio en un
periodo de diez años retrospectivos, encontrando 46% de
muertes por infartos del miocardio, en anestesiólogos de
la ASA. Este porciento es similar al del grupo de altos
ejecutivos con gran estrés, de los EE.UU. El 9% de causa
de muerte correspondió a suicidios. En 1981 Aldrete
reportó que el porcentaje de muerte por infarto del
miocardio en anestesiólogos de la ASA, en el lustro de
1975 a 1980, seguía siendo del 46%, pero el suicidio como
causa de muerte aumentó del 9 al 21% en cinco años.
Jenckis y Bruce, publicaron que las inhalaciones crónicas
en dosis bajas de halotano, enflurano y óxido nitroso,
afectan al sistema nervios central y producen en los
anestesiólogos uno o varios de los síntomas
siguientes: cefalea, somnolencia, astenia, apatía, mareos,
cambios de conducta,
irritabilidad, impaciencia, agresividad, disminución de
la memoria,
depresión moderada a severa y en ocasiones,
síndrome depresivo grave con tendencia al suicidio.
(6)
La Asamblea de Delegados de la CLASA, tomó los
siguientes acuerdos:
1. Considerar la anestesiología como una
especialidad de alto riesgo.
2. Crear una Comisión Latinoamericana
permanente que se ocupe del estudio del riesgo
profesional.
3. Que todas las revistas de anestesiología
publiquen temas relacionados con el riesgo profesional del
anestesiólogo.
4. Que en todos los Congresos de
Anestesiología de Latinoamérica sean locales, nacionales e
internacionales, se incluyan temas que traten el riesgo
profesional del anestesiólogo y que estas conferencias
se expongan en sesiones plenarias, no en aulas chicas; esto con
el fin de que las escuchen la mayor parte de los asistentes al
congreso para concienciar al gremio sobre el
problema.
RIESGOS DE
CONTAMINACIÓN POR VÍA
HEMATOLÓGICA
Hepatitis
B: Esta infección es la más
importante a la que el anestesiólogo y las enfermeras
están expuestos ocupacionalmente; por ello deben conocerse
las medidas de seguridad para manejar las secreciones de los
pacientes y la necesidad de emplear guantes de látex
durante la intubación, extubación,
colocación de sondas nasogástricas, etc. Es
necesario que todo el personal que labora en los
quirófanos, se vacune contra el virus de la
hepatitis B.
Hepatitis C: Su principal vía de
transmisión es por transfusión. En el personal de
quirófanos, por punción accidental o por
contaminación con sangre. Una de
las principales complicaciones de la hepatitis C es la hepatitis
crónica. Si esta complicación se presenta, el 20%
progresa a cirrosis y puede desarrollarse un estado de portador
crónico siendo su sangre potencialmente
infectante.
SIDA: Algunas comunicaciones
estiman que a nivel mundial, 5000 personas se contagian
diariamente del SIDA. La OMS pronostica que para el año
2000, 4 millones de habitantes del mundo estarán
infectados del SIDA. Los portadores de VIH asintomático,
constituyen una amenaza de infección para el personal de
salas de urgencias, salas de terapia intensiva y
quirófanos. Aún cuando el riesgo de
transmisión ocupacional del SIDA sea bajo, si es comparado
con la facilidad de la infección de la hepatitis B y la
hepatitis C, si se contrae el SIDA, el
pronóstico en general es considerado como fatal. El
anestesiólogo y las enfermeras están dentro del
grupo de riesgo, ya que el VIH, se encuentra en los fluidos
corporales con los que constantemente están en contacto.
Debemos tener en mente, que el SIDA, la hepatitis B y la
hepatitis C, se contagian por la sangre del portador
asintomático o el enfermo y que la posibilidad de tener
contacto con la sangre, por el personal de anestesia, va del 8%
cuando se aplica una inyección intramuscular, al 87% para
la colocación de un catéter venoso central. Este
dato es notable sobre todo si se relaciona con este otro: el 98%
de los contactos con sangre son evitables mediante el uso de
guantes desechables durante nuestro trabajo. Los primeros casos
de SIDA (Síndrome de inmunodeficiencia adquirida) fueron
descriptos en la ciudad de Los Ángeles
(EEUU), en 1981. La enfermedad fue extendiéndose al resto
del mundo en forma de pandemia, siendo actualmente por su
extensión y en número de casos un problema
jerárquico de la Salud en todas las naciones, esto hace
que el equipo quirúrgico tenga que afrontar con mayor
frecuencia la atención de pacientes infectados. El SIDA
es el estadio evolutivo final de la infección por el virus
de la inmunodeficiencia humana (VIH), constituyendo una
enfermedad en la que se asocia un deterioro profundo de la
inmunidad celular a una serie de infecciones oportunistas y/o
neoplasmas. El cirujano tiene un limitado pero importante rol en
el tratamiento de dichos pacientes, debiendo comprender las
precauciones que deben ser tomadas por los miembros del equipo
quirúrgico para minimizar el riesgo de contraer VIH a
través de la exposición ocupacional. Además
el personal necesita saber acerca de la posibilidad de
transmisión por el mecanismo transfusional, dado que los
pacientes deben conocer el riesgo que involucra en aceptar una
transfusión de sangre.
También el cirujano tiene que conocer el espectro de
patologías que producen síntomas en el abdomen
agudo y debe definir cuando está indicado realizar una
intervención en los estados Avanzados del Sida.
(7)
PROGRAMA DE
ENTRENAMIENTO
Y DIVULGACIÓN
Entrenamiento del personal sobre causas potenciales de
accidentes en el trabajo y
sustancias peligrosas:
La educación y
entrenamiento del personal representa un importante componente de
cualquier programa de
seguridad y salud
ocupacional, por lo que éste aspecto debe formar parte
del mismo. Los empleados deben recibir información precisa y clara referente a los
riesgos que pueden encontrar en el curso de su trabajo y las
acciones
necesarias para resolverlos. Este entrenamiento debe ser
dinámico y amoldarse a las circunstancias que se
presenten, tales como la introducción de nuevas técnicas,
equipos o reactivos.
El programa de educación continuada en
Bioseguridad, debe tener presente los siguientes aspectos
básicos:
- Proveer información a cerca de potenciales
peligros en el trabajo. - Instruir al trabajador en el manejo seguro de
equipos, muestras de pacientes, sustancias químicas y
radiactivas. - Ofrecer información respecto a procedimientos
de emergencia, incluido fuego y evacuación del
área de trabajo. - Familiarizar al empleado con los procedimientos de
seguridad de la institución. - Motivar al empleado en la práctica de
procedimientos seguros de
trabajo.
Causas potenciales de accidentes de trabajo:
Con el objeto de ayudar en forma de refrescamiento sobre las
posibles fuentes de
accidentes laborales con lo cual se podrían disminuir los
riegos, se presentan algunas fuentes potenciales de
accidentes:
Divulgación
de las normas de
bioseguridad:
Resulta muy difícil mantener un alto nivel de
interés
y alerta en materia de
seguridad por un largo periodo de tiempo. Debido
a esto la divulgación y refrescamiento de las regulaciones
de seguridad se hacen imprescindibles. El supervisor de seguridad
debe mantener su equipo trabajando continuamente para mantener el
interés en la seguridad
Muchas condiciones peligrosas y acciones inseguras, no siempre
pueden ser anticipadas. En estos casos cada empleado debe
utilizar su propia imaginación, sentido común y
autodisciplina, para protegerse y proteger a sus
compañeros. Algún estímulo al trabajo seguro
del personal, puede en muchos casos ayudar a mantener la guardia
en alto.
Manual de Bioseguridad:
El más importante de todos los documentos en
materia de seguridad, lo constituye el propio manual de
Bioseguridad, es por esta razón que debe ser creado
según las necesidades del área. Es obvio entonces
que el mismo debe ser repasado con alguna frecuencia por todo el
personal. Para estos casos, la lectura y
discusión en cada sección del área
quirúrgica parece la mejor opción. Su evaluación
puede ser de gran ayuda en la actualización
periódica del manual con la participación y
experiencia de todo el personal.
Advertencias:
Una forma práctica de
recordar las medidas de seguridad en el área
quirúrgica, lo constituyen las advertencias, precauciones,
póster y cualquier ayuda visual que pueda lograr los
objetivos
deseados. Estos avisos deben ser confeccionados en cartoncillo,
con colores vivos y
colocados en sitios estratégicos según las labores
que allí se realicen.
Sería responsabilidad del Comité de Bioseguridad
la consecución del patrocinio para la elaboración
de las advertencias, en cuyo caso la institución puede
facilitar su elaboración.
Flujogramas del procedimiento a
seguir en caso de accidentes:
El Comité de Bioseguridad elaborará un flujogramas de
los procedimientos a seguir en caso de accidentes en el
área, los cuales ayudarán a orientar al personal en
forma rápida sobre los pasos a seguir en una emergencia.
Estos flujogramas estarán adecuadamente colocados en el
área quirúrgica y lo quirófanos para
facilitar su utilización.
PRECAUCIONES UNIVERSALES
1. Uso de precauciones de
barrera: empleo de
guantes, batas, mascarillas y protectores para los
ojos.
2. Lavado de manos y de otras partes inmediatamente
después de la contaminación con secreciones
bucales, nasales, lágrimas, orina, sangre y otros fluidos
del paciente.
3. Prevenir lesiones que causan agujas, bisturís,
tijeras, láminas de tapones de sueros, ampolletas rotas, y
otros objetos cortantes.
Se deberán disponer de contenedores adecuados
para todos los objetos que puedan ocasionar lesiones en la
piel.
4. El personal de quirófanos con cortaduras en
las manos o antebrazos o lesiones exudativas en estas partes,
deberán evitar el contacto directo con los pacientes,
hasta que sanen completamente.
5. Las áreas del quirófano contaminadas
con sangre o líquidos corporales, deberán limpiarse
y descontaminarse con hipoclorito de sodio al 10% u otro
desinfectante con características bactericidas y
viricidas.
6. Utilizar técnicas que produzcan un alto nivel
de desinfección, para esterilizar equipo que haya estado
en contacto con membranas mucosas de los pacientes, por ejemplo,
hojas de laringoscopio.
7. Una recomendación importante, es que los
anestesiólogos, los residentes de anestesia y las
enfermeras de quirófano se vacunen contra la hepatitis
B.
La CLASA recomienda a los anestesiólogos lo
siguiente:
1. Revise la máquina de anestesia al iniciar
sus labores. El aparato debe ser hermético y tener
válvula para drenar fuera del quirófano los
anestésicos excedentes.
2. Emplee flujos bajos. Preferentemente menores de 2
litros; utilice siempre oxímetro.
3. En todos los circuitos pediátricos coloque
el dispositivo adecuado para expulsar fuera del quirófano
los anestésicos excedentes.
4. Utilice lo menos posible el circuito semicerrado.
Si no puede evitar su empleo adáptele una válvula
de evacuación.
5. Emplee con mayor frecuencia los bloqueos
anestésicos nerviosos.
6. Emplee con mayor frecuencia las técnicas de
anestesia intravenosa total, clásica o
multimodal.
7. Los anestésicos halogenados, úselos
con flujos bajos y con válvula de evacuación.
Utilice oxímetro.
8. Potencialice sus anestesias inhaladas, con
clonidina, AINES, morfínicos y bloqueos nerviosos
locales.
9. Haga las gestiones necesarias (preferiblemente en
grupo) para que se instale en los quirófanos extractores
que recambien el volumen del aire ambiente 20 veces cada
hora.
10. Evite que el personal femenino trabaje en los
quirófanos los primeros tres meses del embarazo.
11. Cuando en el quirófano sean usados los
rayos X protéjase con delantal de plomo.
12. Si se usa el rayo láser protéjase
con lentes especiales.
13. Exija dotación de equipo anestésico
de buena calidad y
completo, incluyendo circuitos circulares cerrados para
niños y recién nacidos.
14. Exija que su quirófano cuente con
oxímetro, monitor
electrónico de presión
arterial, capnógrafo y electrocardioscopio.
15. Concientice a los residentes de
anestesiología para que lleven a la práctica estas
recomendaciones.
Diseño y construcción
El tamaño mínimo recomendado para los
quirófanos suele ser de 6 x 6 m., que debe ser de 7 x 7
cuando la sala se va a utilizar para cirugía cardiaca o
neurocirugía, los cuales requieren equipo adicional. La
altura del techo debe ser, por lo menos, de 3 m., que permite la
colocación de lámparas, microscopios, y si se
coloca aparato de rayos x precisa una altura adicional de 60 CMS.
El piso debe ser liso, sólido y fácil de limpiar.
Por otro lado, debe existir un área de preoperatorio para
la preparación del paciente. Esta sala, la sala de
despertar así como las salas de Reanimación y/o UCI
deben estar próximas entre sí y bien
comunicadas.
Circulación área
quirúrgica
En la actualidad existe el concepto de
construir una zona limpia y una zona contaminada, dentro del
área quirúrgica. Tradicionalmente se ha venido
construyendo un corredor periférico o un acceso a un
área de distribución estéril alrededor de
cada sala de cirugía. Aunque este concepto resulta
lógico en teoría,
no se ha demostrado una modificación de las tasas de
infección de heridas operatorias, en los distintos
estudios que se han realizado en este sentido. Posiblemente esto
se debe a que el enfermo y el personal son las principales causas
de infección operatoria. Por otro lado, no se suele
respetar el sentido de la circulación del quirófano
y además el grado de dispersión de bacterias suele
ser bajo.
Temperatura y humedad
La temperatura
del quirófano debe ser de 18º a 21º, aunque se
necesitan temperaturas mayores durante la cirugía
pediátrica y en pacientes quemados. La humedad suele
mantenerse entre 50 y 60%. La humedad superior produce
condensación mientras que la humedad menor favorece la
electricidad
estática.
Ventilación
El objetivo que
se pretende alcanzar con la ventilación de los
quirófanos es la disminución en la
concentración de partículas y bacterias. Estas
concentraciones bajas se alcanzan cambiando el aire del
quirófano de 20 a 25 veces hora y haciendo pasar el aire
por filtros de alta eficacia para
partículas en el aire, los cuales eliminan cerca del 100%
de las partículas mayores 0.3 u de diámetro. De
esta forma quedan eliminadas la mayor parte de las bacterias y
hongos aunque no los virus, que tienen tamaños menores.
Utilizando estos métodos
útiles de ventilación se consigue mantener una
concentración de partículas de 3 – 15 por metro
cúbico, aunque en diversos estudios realizados, la mayor
parte de los quirófanos mantienen unas concentraciones de
partículas de 45 – 60 por m3. Se han realizado
intentos de reducir el riesgo de infección en el
quirófano. Con este fin, se han introducido el aire ultra
limpio y el flujo laminar con los que se han obtenido resultados
dispares, pues mientras algunos autores afirman que con estas
tecnologías han disminuido los porcentajes de infecciones,
como por ejemplo, en cirugía ortopédica, otros
afirman que es suficiente la renovación habitual con
buenas medidas antisépticas globales para mantener unos
índices de infecciones aceptables. Otro aspecto
interesante es mantener una presión de quirófano
positiva con el fin de evitar la entrada de aire desde los
pasillos, sino que el aire de quirófano salga hacia los
pasillos cuando se abren las puertas de los mismos.
Ropa y protectores quirúrgicos
La ropa quirúrgica y los campos colocados entre
las áreas estériles y no estériles del campo
quirúrgico y el personal, actúan como barreras y
protegen de esta forma contra la transmisión de bacterias
de un área a otra. La característica más
importante que debe tener la ropa quirúrgica es su
impermeabilidad a la humedad, ya que el efecto capilar de un
paño o uniforme mojado transmitirá bacterias de un
lado a otro del material. Los uniformes quirúrgicos,
cuando son reutilizables, deben ser de algodón
con una densidad de
tejido entre 420 y 810 hilos / metro. Además, para que se
comporten como barrera a la humedad hay que tratarlos con una
sustancia impermeabilizante. Hoy se utilizan como alternativa
batas desechables fabricadas con fibra de celulosa
procesada y tratada, ya que las batas fabricadas con 810
hilos/m., son eficaces como barrera pero tienen el inconveniente
de la pérdida de dicho efecto cuando se ha lavado
más de 75 veces. Por ello, sería conveniente
utilizar batas desechables como mínimo en intervenciones
de alto riesgo. Los guantes quirúrgicos protegen a los
cirujanos de los líquidos contaminados del paciente y al
paciente de las manos del cirujano. No obstante, diversos
estudios han encontrado que hasta en un 15% de los casos se
rompen los guantes durante la intervención o presentan
orificios al final de la misma, aunque no parece que sea causa de
aumento de las infecciones. La mascarilla se debe utilizar porque
un porcentaje importante del personal de quirófano son
portadores de gérmenes altamente patógenos en los
orificios nasales o en la boca. Hay estudios contrapuestos cuando
se ha intentado demostrar el efecto de la mascarilla. Mientras
algunos encuentran disminución de infecciones con la
utilización de mascarilla, otros han encontrado resultados
similares utilizando o no mascarilla aunque estos últimos
estudios se han realizado en intervenciones de corta
duración. La colocación de las botas
quirúrgicas y alfombras adherentes a la entrada de los
quirófanos no han demostrado utilidad en la
disminución de las infecciones
quirúrgicas.
Lavado de manos
El objetivo fundamental del lavado de manos del personal
sanitario es reducir la flora residente y la flora contaminante
de manos y antebrazos. En la actualidad, diversos estudios
comparativos han demostrado que su duración debe estar
comprendida entre los 3 y 5 minutos. Se recomienda que se realice
en 2 ó 3 veces, enjuagándose cada vez, con el fin
de retirar el jabón contaminado. Se suele realizar con
cepillos que llevan incorporado yodopovidona o clorhexidina. Se
recomienda incidir sobre dedos, pliegues, uñas.
Bioseguridad.- Es el conjunto de medidas
preventivas que tienen como objeto proteger la salud y seguridad
personal de los profesionales de salud y pacientes frente a los
diferentes riesgos producidos por agentes biológicos,
físicos, químicos y mecánicos
CLASA: Confederación Latinoamericana de
Sociedades de
Anestesiología
Explosión: Es una combustión
virtualmente instantánea con producción de alta temperatura, de
luminosidad y de una onda de alta presión u onda explosiva
que se debe a la expansión violenta de los gases
resultantes de la oxidación.
Incendio: Es una combustión rápida
que desarrolla alta temperatura y luminosidad en forma de llamas
y se propaga con rapidez pero sin producir detonación u
onda explosiva
p.p.m.: Parte por Millón. Unidad de medida
de residuos
gaseosos.
- Dr. Pedro
Barbieri Bioseguridad En Quirófano. REV ARG.
ANEST. 1995; 53: 3: 147-160 - AGUILERA LEZAMA CESAR y RAFAEL FELIPE PARRA
Accidentes en Quirófano en AGUILERA LEZAMA CESAR
y RAFAEL FELIPE PARRA Riesgo a la salud en el personal del
Área Quirúrgica. Publicaciones
Científicas de la Sociedad Venezolana de
Anestesiología. Caracas 1976. Pág. 69-80 - Rodolfo Vega Ramos Riesgos profesionales del
anestesiólogo y del personal de quirófano.
PROGRAMA DE ACTUALIZACION CONTINUA PARA ANESTESIÓLOGOS
Tomo A-1 Pág. 65-69. 1997 - Cohen EN y col. Enfermedades ocupacionales entre el
personal que trabaja en los quirófanos. Rev. Col Anest
Junio, 1975. - De Lille Fuentes R. Contaminación ambiental en
salas de operaciones y su consecuencia para el
anestesiólogo y personal que labora en ellas. Rev Mex
Anest 1985; 8: abril-junio - PETER G. DUNCAN, MD. Risks and Benefits of The
Practice of Anesthesia IARS 2000 Review Course
Lectures - Isabel Almeida. Monográfico: Sida y
Cirugía. Clínica Quirúrgica 1. febrero
2001. www.sitiomedico.com.uy
Dr. Daniel J. Sánchez Silva
Anestesiólogo – Medicina
Crítica
Hospital Vargas de Caracas -Venezuela