Por medio de la elaboración de este trabajo se
podrá llegar a conocer diversos aspectos de gran
importancia acerca del embarazo en
una mujer.
Se analizaran aspectos como el desarrollo del
embarazo, examinado de manera cuidadosa y detallada. Cual es la
higiene que se
debe de mantener durante los meses del embarazo para lograr el
mismo con éxito.
De la misma manera se hablará de cómo ocurre el
parto de
manera normal, analizando diversos aspectos de importancia del
mismo.
Gracias a la realización de este trabajo se
podrá conocer más a fondo y con mayor profundidad
un tema de vital importancia para las mujeres de hoy en
día, quienes deberías de manejar este tipo de
información, para poder llevar a
cabo un embarazo exitoso, sin mayores problemas o
complicaciones.
Para nosotras como docentes, nos interesa en gran medida
este tema, debido a que gracias a él podremos conocer
información que luego podrá ser transmitida a los
demás. También es un tema de nuestra pertinencia
como mujeres y futuras madres.
EL EMBARAZO:
A partir del momento en que el óvulo es
fecundado por un espermatozoide, comienzan a producirse, en el
cuerpo de la mujer, una
serie de cambios físicos y psíquicos importantes
destinados a adaptarse a la nueva situación, y que
continuarán durante los nueve meses siguientes. Esto es lo
que conocemos como un embarazo.
Es necesario que la mujer acepte y sepa llevar lo mejor
posible estas transformaciones, porque de ello depende que este
período vital se convierta en una experiencia irrepetible
e inmensa, cuyo fruto es la creación de una nueva
vida.
A continuación se conocerán los nueve
meses del embarazo, por trimestres y cada trimestre
detalladamente mes a mes:
PRIMER TRIMESTRE:
Durante el primer mes de gestación apenas se
producen cambios. Es el período en el que se produce la
organogénesis del nuevo ser, que en su primera
época se llama embrión y a partir del tercer mes,
feto. En este primer mes es recomendable que la mujer deje de
fumar, o que al menos reduzca su número de cigarrillos a
un máximo de cuatro o cinco al día. Además,
no debe de abusar de las bebidas alcohólicas, ni tomar
medicamentos, sin consultar previamente con su médico. Se
evitará, en la medida de lo posible las vacunas y la
exposición a cualquier tipo de radiaciones.
Durante el segundo mes de gestación comienzan a aparecer
los primeros cambios hormonales. Se producen síntomas
propios de este período como los trastornos del aparato
digestivo.
Se pierde la coordinación entre los dos sistemas
nerviosos, el vago y el simpático, y se presentan los
primeros vómitos y
náuseas. Esta situación suele ir acompañada
de abundantes salivaciones (ptialismo) y, a veces, de ligeros
desvanecimientos. Puede ocurrir que los vómitos sean
excesivos llegándose a crear un estado de
desnutrición. Si los vómitos y las
sensaciones de náuseas son frecuentes, es recomendable que
la ingestión de alimentos sea
más frecuente y en pequeñas cantidades. Los
alimentos sólidos o espesos reducen estos trastornos
más que los líquidos. Se aconseja tomarlos
fríos o a una temperatura
ambiental, nunca calientes.
La mucosa bucal y las encías sufren
modificaciones desde el inicio de la gestación. Las
encías, debido a la acción hormonal se inflaman.
Esto puede favorecer la aparición de caries o el
empeoramiento de las ya existentes. Para eliminar posibles
infecciones es imprescindible una cuidadosa higiene buco-dental y
visitar, de vez en cuando, al odontólogo. Las
palpitaciones, un ligero aumento de la frecuencia respiratoria y
hasta mareos, son frecuentes en este período. En este mes,
la glándula mamaria sufre precoces modificaciones: los
pechos aumentan de tamaño, y al palpar se notan
pequeños nódulos, la areola del pezón se
hace más oscura y aumenta la sensibilidad mamaria.
También, a causa de la acción hormonal, la
glándula tiroides puede aumentar su tamaño y
provocar un ligero ensanchamiento de la base del
cuello.
Durante el tercer mes de gestación las
probabilidades de abortar son mayores, con lo que es importante
tomar ciertas precauciones. La embarazada debe evitar llevar
cargas pesadas, fatigarse o beber alcohol.
Además, no emprenderá largos viajes en
coche. Los viajes en avión sólo serán
peligrosos en los casos en que se viaje a grandes alturas, ya que
una disminución del oxígeno
(hipoxia), puede provocar malformaciones congénitas. Las
relaciones sexuales deben espaciarse durante todo el primer
trimestre.
En el caso de que aparezcan dolores parecidos a una
menstruación o hay hemorragia, por leves que sean, se
deben extremar las precauciones. Quedan entonces prohibidas las
relaciones sexuales y los viajes durante todo este período
y se aconseja acudir al tocólogo ante cualquier
síntoma, además de guardar reposo en cama. Con
estas precauciones y los preparados hormonales que ahora existen
se consigue, en la mayoría de los casos, salvar el
embarazo.
De manera específica podemos decir que tanto la
madre como el bebe sufren los siguientes cambios:
MES 1
El Bebé:
Día 1: fecundación. Día 4: el huevo
llega al útero. Día 7: se inicia la
implantación del huevo en la cavidad uterina. Se forma el
tubo neural, primitiva médula espinal. Una extremidad se
abulta: es la cabeza. Día 25: comienza a latir su
corazón. Se le conoce como embrión.
Mide 9 Mm. y pesa 0,5 grs.
La Madre:
La pared uterina aumenta su espesor y
vascularización. La placenta y cordón comienzan a
formarse. Se segrega gonadotrofina corionica, la cual es
detectada en la orina confirmando el embarazo. El útero
tiene el tamaño de una pelota de ping-pong. MES
2
El bebé:
Se perfila su cara. Se forman sus ojos y tiene
párpados. Crecen sus brazos y piernas. Sus huesos largos,
sus órganos internos y su cerebro van
desarrollándose. El embrión flota en su saco lleno
de líquido amniótico. Mide 4 cm. y pesa 5
grs.
LA MADRE:
El cordón umbilical tiene su forma definitiva. El
líquido amniótico protege al feto, manteniendo
constante la temperatura y facilitando sus movimientos. El
útero tiene el tamaño de una pelota de
tenis.
El Bebé:
Mueve brazos y piernas. Puede orinar. Se puede
distinguir su sexo. Toma el
nombre de feto, midiendo 10cm.y pesando 20 grs.
La Madre:
La cavidad uterina esta llena de líquido
amniótico que se renueva constantemente. La placenta es
pequeña pero cumple su función de
intercambio de nutrientes y productos de
desecho y secreción de estrógenos y progesterona.
El útero tiene le tamaño de un pomelo. La
embarazada podrá sentir mareos y vómitos,
cansancio, molestias en la pelvis, necesidad de orinar mas
frecuentemente. Notará un aumento de tamaño en sus
pechos acompañado de cambio de
color en la
areola. Su atención se centrara en los cambios
físicos. Es frecuente que tenga cambios bruscos de humor y
sentimientos contradictorios acerca de la maternidad.
SEGUNDO TRIMESTRE:
El segundo trimestre de la gestación es el
más llevadero y el menos peligroso. El riego de aborto disminuye
considerablemente, los vómitos cesan, aunque existen
casos, muy raros, en los que persisten durante toda la
gestación.
En el cuarto mes se produce un aumento del peso de la
madre, el cual hay que controlar. Durante este mes el aumento no
debe superar los 300 gramos semanales. El peso se debe controlar
por lo menos una vez al mes, procurando hacerlo siempre en la
misma báscula. En este mes, debido al ensanchamiento de la
cintura, comienza la necesidad de vestirse con ropa
pre-mamá, holgada y cómoda. Pueden
aparecer trastornos en la digestión a causa de una hormona
llamada progesterona; ésta se hace más perezosa y
provoca con frecuencia estreñimiento. Para combatirlo, es
conveniente consultar al tocólogo, quién
indicará el laxante más apropiado. En ocasiones un
vaso de agua tibia en
ayunas y una dieta adecuada es suficiente. Si el
estreñimiento vaya acompañado de hemorroides,
dilataciones venosas alrededor del ano, tendrá que
evitarse necesariamente. Para ello se aplicará una pomada
específica.
Durante este período se pueden practicar deportes que no supongan demasiado
esfuerzo. Es recomendable practicar una gimnasia que
favorezca la circulación periférica. Es muy
recomendable la natación,
en aguas templadas y sin demasiado oleaje, para que el esfuerzo
sea menor.
A partir del quinto mes, cuando ya son evidentes los
movimientos fetales, el control del peso
se hace imprescindible, ya que su aumento comienza a ser
considerable. En este segundo trimestre se suele aumentar unos 4
Kg. Para que la variación de peso se mantenga dentro de
los límites
normales, es fundamental conocer algunos aspectos sobre la dieta
y una correcta alimentación. La
embarazada debe comer para dos y no por dos. Hay que cuidar tanto
la cantidad como la cualidad de los alimentos.
Los requerimientos en proteínas
aumentan, siendo necesarios alimentos como la carne (mejor de
vaca, ternera o pollo), el pescado blanco, los huevos, la
leche y sus
derivados como el yogur, etc. Las grasas deben reducirse de la
dieta, pero no suprimirse. La aportación de minerales debe
ser más alta, sobre todo la del hierro. Por
eso resulta muy beneficioso tomar un comprimido diario de hierro
junto con las comidas, aunque eso lo decidirá el
tocólogo. Las necesidades de calcio también
aumentan, por lo que deberá llevarse una dieta rica en
productos lácteos
como la leche y derivados. Los hidratos de carbono se
deben tomar con moderación, y no abusar de los alimentos
ricos en féculas, como legumbres, pan y dulces.
Resulta conveniente que la dieta sea abundante en frutas
y verduras, porque junto con su riqueza en vitaminas
favorecen la digestión y regulan el tránsito
intestinal que ayuda a evitar el frecuente estreñimiento.
En el sexto mes es frecuente encontrar anemia en la embarazada.
Los tipos de anemia que pueden aparecer durante la
gestación son: la anemia ferropénica y la anemia
megaloblástica. La anemia ferropénica es la
más frecuente, debida a una deficiencia de hierro. Por
eso, como se ha dicho antes, es necesario un aumento de este
mineral sobre todo a partir del quinto o sexto mes de
gestación. La anemia megalobástica es menos
frecuente, pero sus consecuencias son más peligrosas para
la madre y para el feto. Son causadas por la disminución
del ácido fólico.
Esta deficiencia se puede evitar con una dieta rica en
verduras frescas y proteínas animales, que son
las principales fuentes del
ácido fólico. Se seguirá controlando el
peso, teniendo en cuenta que el aumento ha de ser de 400 gr
semanales aproximadamente. Las glándulas mamarias
continúan aumentando de tamaño, por lo que deben
cuidarse y prepararse para la posterior lactancia para evitar
cierto tipo de grietas. En este mes es recomendable asistir a los
cursos del
denominado parto psico-profiláctico o parto sin dolor. La
finalidad de estos cursos es la de preparar a la futura madre
tanto física
como psíquicamente para el parto, y hacerle ver que el
parto es algo natural, y que puede evitarse el dolor durante
éste.
De manera específica podemos decir que tanto la
madre como el bebe sufren los siguientes cambios:
El Bebé:
Su piel es
transparente y fina. Su intestino se llena de meconio. Traga
líquido amniótico. Sus dedos tienen uñas y
huellas dactilares. A veces tiene hipo. Mide 15 cms. y pesa 90
grs.
La Madre:
El fondo del útero alcanza el hueso del pubis. La
placenta cumple sus funciones de
nutrición,
respiración y secreción hormonal. El
líquido amniótico aumenta. El útero tiene el
tamaño de un coco.
El Bebé:
Su cuerpo se cubre de lanugo y vernix caseosa (fino
vello y unto) Tiene pelo, pestañas y cejas. Se chupa el
dedo. Duerme de 18 a 20 horas al día. Mide 25 cms. y pesa
245 grs.
La Madre:
El útero alcanza el nivel del ombligo, teniendo
el tamaño de un melón.
El Bebé:
Cuando está despierto se mueve mucho. Abre sus
ojos. Adquiere grasa debajo de su piel. Mide 30 cms. y pesa 640
grs.
La Madre:
El útero supera el nivel del ombligo, teniendo el
tamaño de una sandía. Han desaparecido las nauseas
y los vómitos. Se puedes sentir los movimientos del feto.
A veces se sienten pequeñas molestias como ardor de
estómago, constipación, congestión nasal.
Puede engordar de 250 a 500 grs. a la semana. Se puede acrecentar
el interés
por el bebé, soñando con el día y noche. Los
cambios físicos motivan sentimientos contradictorios.
Sientes que el tiempo pasa
rápidamente.
TERCER TRIMESTRE:
En el sétimo mes, las clases del denominado parto
psico-profiláctico no deben suspenderse ni un solo
día. El organismo, en esta etapa, se ha transformado
considerablemente. Empieza a notarse sobremanera el tamaño
del útero, lo que hace, en ocasiones, difícil
encontrar una postura cómoda y adecuada para el descanso.
En este sentido, es muy útil la práctica de algunos
ejercicios de gimnasia que ayudan a corregir eficazmente las
modificaciones (ortostáticas).
Durante este mes la piel de la embarazada sufre cambios,
debidos a cambios hormonales. Empiezan a aparecer manchas de
color del café
con leche en la frente y en las mejillas. También hay un
aumento de la pigmentación de los genitales externos.
Ninguno de estos cambios es motivo de preocupación, ya que
desaparecen por sí solos después del parto.
Únicamente debe evitarse una exposición prolongada
al sol. Dada la frecuencia de hiper-pigmentaciones y cloasma, son
recomendables las cremas protectoras.
A estas alturas del embarazo el sistema urinario
se ve especialmente alterado. En este caso, algunos
médicos insisten en la necesidad de administrar
antibióticos para evitar en la piel la onefritis aguda,
aunque otros dicen que estas anomalías desaparecen entre
la cuarta y sexta semanas después del parto. Ante la
toxemia gravídica es fundamental vigilar la tensión
arterial y observar con detalle la aparición de edemas,
aunque la única forma de luchar contra ella radica en el
esmerado control de las gestantes, es decir, en la profilaxis.
También deben tenerse en cuenta los aumentos
rápidos de peso y los análisis que indiquen la presencia de
albúmina en la orina.
De manera específica podemos decir que tanto la
madre como el bebe sufren los siguientes cambios:
El Bebé:
Responde a los ruidos exteriores con movimientos.
Empieza a faltarle sitio en la cavidad uterina. Algunos se
colocan cabeza abajo. Mide 40 cms. y pesa 1500 grs.
La Madre:
El útero aumenta notoriamente su tamaño.
Disminuye la cantidad de líquido
amniótico.
El Bebé:
Es el mes que acumula más grasa. Su piel toma la
coloración que tendrá al nacer. Mide 45cm. y pesa
2500 grs.
La Madre:
La parte superior del útero se palpa a unos 8 cm.
del ombligo. La musculatura uterina comienza a
contraerse.
El Bebé:
El lanugo se ha caído casi completamente. Logra
oír sonidos exteriores disfrutando de la buena música. Sus pulmones
están preparados para funcionar en el exterior. Mide 50cm.
y pesa entre 3300 y 3500 grs.
La Madre:
La altura del útero puede llegar a unos 33cm. Hay
aumento en las contracciones uterinas. Pueden aparecer dolor de
espalda, ardor de estómago, dificultad para respirar,
hemorroides, tobillos hinchados y frecuentes ganas de orinar. La
atención se centra en el parto. Hay una mayor necesidad de
afecto, atención y cuidados. El tiempo parece
detenerse.
- HIGIENE FÍSICA:
Es muy importante que durante toda la gestación
la mujer mantenga la piel muy limpia, ya que las excreciones de
las glándulas sebáceas y sudoríparas
aumentan de forma muy notoria.
El baño y la ducha de todo el cuerpo con agua y
jabón están recomendados para ser practicados
diariamente, pues el agua,
aparte de estimular la circulación de la sangre, sirve
de relajante general. Los baños deben tomarse a una
temperatura templada, alrededor de los 37 grados. No es
conveniente que sean muy prolongados y si se usa la ducha deben
evitarse los chorros violentos.
Es particularmente recomendable la higiene de los
órganos genitales, que debe ser minuciosa, ya que los
flujos y secreciones vaginales aumentan. Por este motivo, es
conveniente que se practique por la mañana y por la
noche. Las irrigaciones vaginales han sido completamente
rechazadas por el peligro que entrañan de introducción de
gérmenes.
Hacia la mitad del embarazo, hay que cuidar los
pezones, ya que comienzan a segregar un líquido
denominado calostro que puede producir irritaciones si no se
lavan bien con agua y jabón.
Cuando la mujer se encuentra hacia la mitad del
embarazo, debe cuidar sus pezones, ya que comienzan a segregar
un líquido denominado calostro que puede producir
irritaciones si no se lavan bien con agua tibia y jabón,
aplicándoles, además, una pomada adecuada a base
de lanolina para mantenerlos suaves. De esta manera, se
evitará la formación de grietas que, en algunas
ocasiones, suelen aparecer más tarde cuando comienza la
lactancia.
En el caso de que la futura madre tenga los pezones
invertidos, un cuidadoso masaje diario los devolverá a
su posición normal. También a partir del quinto
mes suelen aparecer estrías en la piel del abdomen en
algunas mujeres. Para evitarlas, son igualmente aconsejables
los masajes con una crema grasa o aceite natural que penetre en
la piel y la conserve flexible.
También es precisa una higiene dental rigurosa
después de cada comida, ya que en algunas mujeres
embarazadas suelen aparecer algunas pequeñas hemorragias
en las encías y caries dentales a causa de la gran
necesidad de calcio que la futura madre tiene en esta
época, debido primordialmente a que comienzan a formarse
los huesos del futuro niño, el cual, como es natural,
extrae de la madre el calcio que necesita. Esta
extracción de calcio que sufre la futura madre debe
compensarse con vitaminas y un régimen alimenticio rico
en calcio y sales minerales. El control de la dentadura por
parte de un odontólogo es, pues, muy
recomendable.
En algunos casos, también suele aparecer la
caída del cabello, que parece mucho más
frágil durante el embarazo, por lo que se debe lavar
adecuadamente con un champú suave, evitando los tintes y
las permanentes enérgicas
- HIGIENE MENTAL:
Entendemos por higiene mental de la mujer gestante la
preparación psicológica positiva, esperanzada y
optimista ante su embarazo, aceptando las limitaciones de su
estado y colaborando conscientemente en todos los aspectos del
mismo hasta llegar al parto.
Ciertamente, la embarazada sufre algunos trastornos
propios de la gestación que constituyen inconvenientes
muy superables, en especial con la ayuda del tocólogo y
su consejo.
Algunas mujeres sufren problemas psicológicos
derivados a su deformación física o de la
ansiedad ante el acontecimiento que se aproxima. Unos y otros
deben desecharse racionalmente.
Conviene, por lo tanto, rechazar durante el embarazo
las situaciones conflictivas, los disgustos, depresiones de
ánimo, exceso de trabajo, preocupaciones, etc.,
situaciones que, en algún caso, podrían llegar a
provocar un aborto o malformaciones del feto.
El más positivo estímulo que puede
recibir la embarazada es la comprensión, delicadeza y
esperanza confiada del esposo, responsable como ella del
acontecimiento que se aproxima.
El marido o compañero es, sin duda, la persona que
más y mejor puede ayudar a la embarazada, no sólo
animándola, sino ayudándole en muchas de las
tareas cotidianas del hogar que en los últimos meses
quizás resulten más pesadas para ella.
También es muy interesante que el padre se
interese por todas las circunstancias del embarazo y se
esfuerce en comprender los estados de ánimo de la futura
madre, interesándose por sus preocupaciones, tratando de
distraerla y animarla y colaborando con ella en los
preparativos del próximo nacimiento.
- VISITAS MÉDICAS:
Durante todo el embarazo así como en el parto,
el médico realiza una serie de exámenes
periódicos a la mujer embarazada, a fin de mantener un
control estricto sobre la viabilidad del niño, las
dificultades que éste pueda presentar al nacer, la
salud de las
madres, etc.
- ALIMENTACIÓN:
Durante el embarazo la alimentación debe ser
completa y variada para conservar la salud y la del
niño. A lo largo del embarazo el peso aumentará
entre 9 y 13 K. Es recomendable:
- Que los alimentos como la carne o el pescado sean
cocinados a la plancha o hervidos, sobre todo si existe un
aumento de peso excesivo. - Que se aumente en forma moderada las frutas,
verduras, pan con preferencia integral, arroz, pasta y
legumbres. - Beber entre medio y un litro de leche al
día, o su equivalente en yogur o queso
fresco. - Que se reduzca los alimentos con excesiva cantidad
de grasa de origen animal, como tocino, mantequilla,
embutidos, etc. - Que se reduzca los alimentos con mucha azúcar, como pasteles, dulces,
especialmente aquellos prefabricados, caramelos, chocolates,
etc. - Evitar consumir mucha sal que podría hacerla
retener líquido e hincharse. - Evite alcohol, tabaco y
drogas. - Aumentar las cantidades de calcio consumiendo
productos lácteos o suplementos de calcio diariamente,
preferiblemente en la noche. Un adecuado suministro de calcio
al organismo la hará menos susceptible a
calambres. - Moderar las cantidades. No "comer por dos". Una
ganancia elevada de peso puede hacer la labor de parto mucho
más difícil. Se recomienda no ganar más
de 13 kg. durante todo el embarazo. - Minimizar la ingesta de alimentos procesados o
enlatados e intentar comer alimentos preparados frescos.
Mientras se está embarazada, se es más
susceptible a las intoxicaciones. Algunos aditivos e
ingredientes artificiales pueden ser dañinos para el
bebé e inclusive causar daños
congénitos - Mantener una dieta balanceada que le permita a la
mujer adquirir todos los nutrientes necesarios para su
bienestar y el de su bebé. Debe asegurarse que la
dieta incluya suficientes vitaminas y nutrientes.
- VESTIDO Y CALZADO:
Durante el embarazo es aconsejable que se cumplan las
siguientes recomendaciones:
- Utilizar vestidos cómodos y
holgados. - El zapato debe ser confortable, evitando el
tacón alto así como el excesivo
plano. - La faja puede atrofiar la musculatura abdominal,
por lo que no es necesario su empleo,
salvo en los casos en los que el médico lo
aconseje - Las medias y calcetines que produzcan
comprensión local de la pierna pueda favorecer el
desarrollo de várices, por lo que no son
aconsejables.
- RELACIONES SEXUALES:
Si el embarazo cursa con normalidad no es necesario
modificar o interrumpir los hábitos sexuales, siempre y
cuando no resulten molestas para la madre. Cuando el vientre
comienza a crecer, el coito en la postura clásica puede
resultarle molestoso; si es así, puede adoptar
posiciones que sean más cómodas. Deben evitarse
las relaciones sexuales cuando existe hemorragia o
pérdida de sangre por los genitales, amenaza de parto
prematuro o rotura de las bolsas de las aguas. Se recomienda
evitar las relaciones sexuales en las 2 o 3 últimas
semanas del embarazo.
- ACUDIR A CONSULTA:
Además de las consultas periódicas
recomendadas se debe poner en conocimiento
del médico cualquier anomalía,
especialmente:
- Vómitos intensos y persistentes.
- Diarrea.
- Dolor al orinar.
- Dolor de cabeza no habitual.
- Hinchazón en zonas distintas a los pies y
tobillos por la tarde, o en estos lugares si no desaparecen
con el reposo nocturno.
- ACUDIR A EMERGENCIAS:
Se deberá acudir inmediatamente al médico
si se observa:
- Hemorragia por los genitales.
- Pérdida de líquidos por los
genitales. - Dolor abdominal intenso o contracciones uterinas
dolorosas. - Fiebre elevada.
En condiciones normales, cuando el embarazo va llegando
a su término, la madre y el hijo entran en la fase de
preparación para el trabajo de
parto. El bebé ha crecido y madurado lo suficiente para
sobrevivir y adaptarse a la vida en el medio externo. El
organismo de la madre, por su parte, ha experimentado numerosos
cambios durante la gestación que la han preparado para el
parto y la maternidad.
La labor del equipo de atención médica
(médicos, enfermeras, preparadores de psicoprofilaxis
obstétrica, etc.) comprende el control juicioso y prudente
del curso del embarazo para detectar y dar solución a los
factores denominados de alto riesgo que pueden
poner en peligro la vida de la madre o del feto durante la
gestación, el parto o el postparto, la preparación
física y emocional de la mujer durante el embarazo para
que comprenda y enfrente con naturalidad y sin miedo los cambios
implicados en el proceso del
parto y la crianza, y la vigilancia estrecha del proceso del
parto para estar atentos a la aparición de situaciones
anormales que entorpezcan el curso normal y que obliguen a la
intervención sobre alguno de los factores o la
terminación anticipada del proceso mediante la
cesárea.
El trabajo de parto se desencadena por múltiples
factores, que intervienen en la aparición de las
contracciones uterinas del trabajo de parto y pueden ser tanto de
origen materno como fetal. Se habla de los efectos de ciertas
sustancias de la placenta, de la madre o del feto, y de factores
mecánicos como el tamaño del bebé y su
efecto sobre el músculo uterino. Al parecer, los efectos
coordinados de todos estos factores son la causa de la
aparición de las contracciones.
De manera general se puede decir que el parto es el
proceso mediante el cual el feto, la placenta y las membranas
dejan el útero, cruzan por el canal del parto y salen al
exterior. Hay varios mecanismos implicados en el proceso y
éste se divide en varias etapas que se explican a
continuación:
PREPARTO:
Es el periodo de cerca de dos semanas que antecede al
parto. Durante él, la mujer experimenta varios cambios que
pueden ser indicios de la proximidad.
El primero de ellos es el descenso del útero en el
abdomen, que parece estar causado por el encajamiento de la
cabeza fetal en la pelvis materna, principalmente en las
primerizas. Esto trae un alivio relativo de la respiración
y la digestión, que estaban siendo dificultadas hasta
cierto punto por la presión de
útero sobre el diafragma y el estómago. No
obstante, el mismo fenómeno tiene el efecto de hacer
reaparecer la frecuencia urinaria (polaquiuria) a causa de la
presión de la cabeza del bebé sobre la vejiga de la
madre. El segundo signo es el aumento de la frecuencia y la
intensidad de las contracciones de preparación que
normalmente hacen su aparición en el octavo
mes. Otro signo es el aumento de la descarga o flujo
vaginal y la posible aparición de moco de color
marrón o vino tinto (tapón mucoso) proveniente del
cérvix. El cérvix sufre un proceso de
maduración, por el cual su consistencia se hace más
blanda y su posición cambia con relación al
suelo
pélvico. En las primíparas el cérvix primero
se borra (adelgaza) y luego se dilata durante el trabajo de
parto. En las multíparas, en cambio, puede haber
dilatación en este periodo de preparto, y el borramiento
se produce más adelante, cuando ya hay contracciones
regulares y el bebé está descendiendo. Otro
fenómeno corriente e interesante es un aumento
momentáneo de energía que la madre usualmente
aprovecha para arreglar la casa y dejar todo en orden.
TRABAJO DE PARTO VERDADERO:
Las contracciones tienen tres características: frecuencia, o sea el
número de contracciones por unidad de tiempo;
duración, o sea el tiempo que toma una contracción
individual de comienzo a fin; e intensidad, o sea la fuerza de cada
contracción, que en general es una medida subjetiva del
endurecimiento de la pared uterina a la palpación. Se
habla de trabajo de parto verdadero cuando la frecuencia es de
tres contracciones en un periodo de diez minutos, la
duración es de 45 segundos a un minuto y la intensidad es
buena (la pared abdominal se palpa rígida). A partir de
este momento comienza a contabilizarse el tiempo del
parto.
El trabajo de parto en su totalidad puede tomar entre 8
y 12 horas en una primeriza, o entre 6 y 8 en una
multípara y puede dividirse en tres etapas: el primer
periodo, que va desde el momento en que se regularizan las
contracciones hasta cuando se completan la dilatación y el
borramiento; este periodo puede dividirse a su vez en dos fases,
una inicial o de latencia, que va desde la regularización
de las contracciones hasta los 5 o 6 cm de dilatación del
cérvix, que es la más prolongada, principalmente en
las primerizas, y otra final, denominada fase activa, que va
desde los 6 hasta los 10 cm de dilatación; su
duración es más corta y se caracteriza por el
encajamiento y el descenso progresivos del bebé en el
canal del parto; el segundo periodo, o expulsivo,
comienza cuando la dilatación y el borramiento
están completos y termina con la salida del niño.
Su duración es variable y depende de la actividad de las
contracciones, de la reserva de energía de la madre, del
tamaño del bebé y del uso de anestesia o analgesia
obstétrica. Puede estar entre 45 minutos y dos
horas.
El tercer periodo del parto se denomina
alumbramiento y va desde la expulsión del feto
hasta la salida completa de la placenta y las
membranas
En condiciones normales tiene una duración de
pocos minutos, hasta un máximo de 45. En la actualidad se
habla de un cuarto periodo que sería el de
recuperación inmediata, es decir las primeras 2 horas del
nacimiento del bebé, durante el cual debe haber una
observación estrecha de la madre y el
hijo
FACTORES QUE INFLUYEN EN EL PARTO:
Son varios los factores que intervienen en el trabajo de
parto. Los cinco más importantes pueden resumirse como
sigue: el pasajero (o sea, el feto, las membranas y la placenta),
el canal del parto, las contracciones, la posición de la
madre y su respuesta psicológica o emocional. Los primeros
cuatro forman la base para la comprensión del trabajo de
parto como un proceso, en tanto que el último, en el cual
también intervienen factores culturales y educacionales,
tiene enorme influencia sobre los otros cuatro y puede hacer que
una misma experiencia sea percibida por una mujer y su familia como un
acontecimiento natural de gran significado afectivo y poco o
ningún sufrimiento físico o psicológico, o
bien como un suceso negativo, doloroso, peligroso y
atemorizante.
Cuando se habla del pasajero del trabajo de parto, se
incluyen todas las estructuras
que ocupan la cavidad uterina durante el embarazo. Es decir,
bebé, placenta, membranas y líquido
amniótico. En general se ha contemplado al pasajero como
un sujeto pasivo que tiene muy poca participación en la
parte mecánica del trabajo de parto. Sin embargo,
en condiciones normales las membranas y el líquido tienen
una función importante ya que sirven como un amortiguador
por delante de la cabeza del bebé durante su descenso por
el canal del parto. La presión descendente ejercida sobre
el bebé por las contracciones uterinas se transmite a la
porción de líquido y las membranas que están
situadas por delante de la cabeza y tiene el efecto que se
describirá más adelante sobre el cuello uterino.
Las membranas pueden romperse espontáneamente antes de que
comience el trabajo de parto (ruptura prematura) o durante el
curso de éste (ruptura precoz). Siempre que ocurre la
ruptura, el trabajo de parto se estimula y la protección
contra la infección que proporciona la membrana
desaparece. En muchas ocasiones el médico obstetra es
quien rompe la membrana durante el trabajo de parto para
estimular las contracciones y provocar el encajamiento de la
cabeza del bebé (amniotomía).
Puede decirse que hay dos factores del bebé que
influyen sobre el curso del parto: su tamaño
(especialmente el de la cabeza) y su posición:
Tamaño de la cabeza. Durante el embarazo y
un tiempo después del parto los huesos de la cabeza del
bebé no están solidificados. Se unen entre
sí mediante uniones membranosas (llamadas suturas) y en
los lugares donde los huesos se encuentran, quedan espacios
también cubiertos por una membrana que se llaman
fontanelas. Conforme la cabeza se introduce y desciende por el
canal del parto, las suturas y fontanelas permiten que haya
cierta superposición de los huesos del cráneo, con
lo que se logra la adaptación de la cabeza al canal. Este
fenómeno se denomina moldeamiento, que puede ser bastante
notorio. La forma de la cabeza de los recién nacidos se
recupera en unos pocos días.
Una vez que la cabeza ha salido del canal del parto, el
resto del cuerpo y la placenta salen con facilidad porque los
diámetros que presentan en relación con el cuerpo
de la madre son mucho menores que los de la cabeza. En ocasiones,
sin embargo, sobre todo en fetos de gran tamaño, la salida
de los hombros puede suponer un problema.
Posición del feto. En la gran
mayoría de los partos en la especie humana (96%) el feto
viene de cabeza (en la llamada presentación
cefálica o de vértice). El bebé adopta esta
posición hacia el final del embarazo gracias al peso de su
cabeza (la estructura
más pesada de su organismo) y la forma de la pelvis
materna. Por lo general, en las primíparas la cabeza del
feto se encaja en la pelvis al cumplir el séptimo mes de
embarazo. En las multíparas este evento puede tener lugar
un poco más tarde. La denominada presentación de
pelvis o podálica (es decir, aquella en la cual los pies o
las nalgas del feto están encajados en la pelvis materna)
es considerada en la actualidad por la mayoría de los
médicos obstetras como de alto riesgo por el peligro que
representa la retención de la cabeza en el último
momento del parto. Por eso la presentación de pelvis y la
llamada situación transversa, en la cual el bebé
viene atravesado, son indicaciones de cesárea.
LESIONES DEL PARTO:
De vez en cuando, durante el proceso del parto, el
bebé puede sufrir una lesión física
simplemente como resultado del nacimiento, y se calcula que entre
dos y siete bebés de cada 1000 sufrirán lesiones
durante este proceso. Estas lesiones son a menudo denominadas
traumatismos en el parto o lesiones en el parto.
Un parto difícil o la lesión del
bebé en el parto pueden producirse debido al tamaño
del bebé o a su posición durante el trabajo de
parto y el parto. Los trastornos que pueden relacionarse con un
nacimiento complicado pueden incluir, entre otros, los
siguientes:
- Bebés del gran tamaño (peso al nace
superior a los 4000 gramos). - Prematurez (Bebés que nacen antes de las 37
semanas. Los bebés prematuros son más
frágiles y tienden a sufrir más
lesiones). - Desproporción céfalo pelviana (el
tamaño y la forma de la pelvis materna no son
adecuados para un parto por vía vaginal). - Distocia (trabajo de parto o parto
complicados). - Trabajo de parto prolongado.
Entre las lesiones más comunes en el parto
podemos señalar las siguientes: - Presentación anormal durante el parto
(presentación pelviana en donde las nalgas aparecen
primero). - Tumor sero sanguíneo: El tumor sero
sanguíneo es una hinchazón grave de las partes
blandas de la cabeza del bebé que se desarrolla cuando
éste atraviesa el canal de parto. Algunos bebés
presentan magulladuras en la región. Sin embargo, la
hinchazón generalmente desaparece en pocos días
y sin problemas. Los bebés que nacen en un parto
asistido por el uso de una ventosa obstétrica tienen
más probabilidades de presentar este
trastorno. - Céfalo hematoma: El céfalo
hematoma es una zona de hemorragia entre el hueso y su
cobertura fibrosa. A menudo aparece varias horas
después del nacimiento como un bulto en la cabeza del
bebé. El organismo reabsorbe la sangre. Según
su tamaño, la mayoría del céfalo
hematoma demoran de dos semanas a tres meses en desaparecer
completamente. Ahora bien, si el área de hemorragia es
extensa, algunos bebés pueden desarrollar ictericia
debido a la destrucción de los glóbulos
rojos. - Moretones o marcas por
fórceps: Algunos bebés pueden presentar
signos de moretones en la cara o la cabeza como resultado del
traumatismo de atravesar el canal de parto y el contacto con
los huesos y tejidos
pelvianos de la madre. No obstante, también los
fórceps que se utilizan durante el parto pueden
provocar estos tipos de marcas o moretones transitorios en la
cara o la cabeza del bebé. Los bebés que nacen
en un parto asistido por el uso de una ventosa
obstétrica pueden presentar magulladuras o
laceraciones (cortes) en el cuero cabelludo. - Hemorragia sub-conjuntival: La hemorragia
sub-conjuntival es la ruptura de pequeños vasos
sanguíneos en los ojos del bebé. Uno o ambos
ojos pueden presentar una franja rojo brillante alrededor del
iris. Sin embargo, esto es muy común y no provoca
ningún tipo de daño a los ojos. El
enrojecimiento se absorbe generalmente entre una semana y
diez días. - Parálisis facial: Durante el trabajo de
parto o el parto, la presión sobre la cara del
bebé puede lesionar un nervio facial. Este tipo de
lesión también puede producirse cuando se
utilizan fórceps en el parto. El daño a
menudo es evidente cuando el bebé llora, ya que en
el lado de la cara que presenta la lesión no hay
movimiento y el bebé no puede cerrar
el ojo. Si sólo hubo magulladura del nervio, la
parálisis generalmente mejora en unas pocas semanas.
Sin embargo, si se produjo ruptura del nervio, quizá
sea necesario realizar una cirugía.Sin embargo, la ruptura del nervio puede provocar
un daño permanente del nervio. La parálisis
del plexo braquial se trata mediante la
inmovilización del brazo con un aparato
ortopédico o una férula. También se
realizan ejercicios especiales para ayudar a mantener el
alcance de movimiento del brazo. - Parálisis del plexo braquial:
Traumatismo que se presenta cuando se lesiona el plexo
braquial (conjunto de nervios que animan los brazos y las
manos). Es más común cuando resulta dificultoso
extraer el hombro del bebé, problema denominado
distocia de hombro. Como consecuencia, el niño pierde
la capacidad de flexionar y rotar el brazo. Si la
lesión sólo provoca magulladuras e
hinchazón alrededor de los nervios, el movimiento
debería recuperarse a los pocos meses. - Fracturas: La fractura de clavícula
es el tipo de fractura más común que se produce
durante el trabajo de parto y el parto. La clavícula
se puede quebrar si se presentan problemas al extraer el
hombro del bebé o durante un parto de nalgas. Un
bebé con una fractura de clavícula casi nunca
mueve el brazo del lado de la lesión. Es posible
también que aparezcan magulladuras sobre el hueso
fracturado. El tratamiento recomendado es la simple
inmovilización del brazo y del hombro, luego de lo
cual, la consolidación suele ser
rápida
Gracias a la realización de este trabajo se puede
llegar a conocer un tema de vital importancia para todos, tanto
hombres como mujeres, que es el embarazo. Es un tema de vital
importancia para ambos sexos, ya que ambos están
involucrados en todos los pasos del mismo, y la
información de este trabajo va dirigida a los
dos.
Se tocaron puntos como el proceso del embarazo, mes a
mes, detallando en cada uno los procesos y
cambios que ocurren, cuales son las características que
presenta tanto el bebé como la madre en cada mes y cuales
son los cambios a nivel biológico que suceden.
En cuanto a la higiene de la madre embarazada, se
trataron aspectos como las relaciones sexuales (cuando y como se
pueden realizar), la alimentación, el vestido, las visitas
médicas, cuales son los casos que se consideran como
urgencias, que anomalías se le deben de comunicar al
médico, etc.
También se analizó el parto normal,
destacando del mismo cada parte del proceso que se lleva a cabo,
cuales son los indicadores
del momento del parto y cuales son las principales señales
a nivel médico que indican que se realizará un
parto normal. Se habló de la posición del bebe al
momento de nacer, ya que es de vital importancia en el proceso
del parto, es decir, para la realización de un parto
normal.
Con la elaboración de este trabajo se pueden
conocer los aspectos de mayor importancia, desde el momento de la
fecundación hasta el nacimiento del
bebé.
- www.navegalia.com
- www.buenasalud.com
- www.mmhs.com
- www.medicosecuador.com
- www.mundobebe.com.uy
- www.mujeractual.com
- www.saludhoy.com
Sandra Santamaría.
Caracas,