La drogadicción como enajenación del consumo
Introducción
En menos de dos semanas la línea telefónica
nacional de emergencia para combatir la afición a la
cocaína (número: 800-COCAINE), en los Estados Unidos,
recibió más de 7.000 llamadas telefónicas
urgentes. "La cantidad de llamadas nos ha tomado por sorpresa",
dice el Dr. Mark Gold, director de la línea de
emergencia. "Habíamos creído que en los Estados Unidos
había entre 100.000 y 200.000 personas que
dependían seriamente de la cocaína. La cantidad de
llamadas indica que esta cifra probablemente sea mucho más
alta." Hay planes para que el servicio de la línea de
emergencia, que funciona 17 horas al día y tiene un
personal de ocho consejeros capacitados y dos siquiatras, tenga
más consejeros y extienda su servicio a 24 horas
diarias.
En reflexión sabemos que los problemas de drogas
han ido cambiando en la última década, por lo que los
efectos provocados por ellas se dejan notar en todas las facetas
de la persona, entre ellas en el área laboral, ya que es
evidente que la drogodependencia tiene una incidencia negativa
sobre el entorno de trabajo, sobre la productividad, (tanto del
propio trabajador como de sus compañeros y del conjunto de
la empresa), y principalmente sobre la siniestralidad, de
ahí que deba ser objeto de una especial
atención.
Es por ello que la investigación documental y
virtual que ahora se presenta tiene el objetivo de aportar un
grano de conocimiento más al acervo cultural que ya existe
sobre el tema y brindar una herramienta de defensa para detectar
y prevenir la drogadicción …considero que todos
educamos y para muestra es este documento donde van autores de
libros y sitios web, investigadores, opiniones y experiencias de
los protagonistas, porque hasta los estudiantes nos enseñan
a enseñar mejor y nosotros como educadores a que sepan
construir sus propios aprendizajes propiciando su aprendizaje por
descubrimiento o perspicacia cultural y
biológica.
De manera que la drogodependencia del trabajador no
sólo afecta al normal desenvolvimiento del trabajo en
general, sino que también provoca índices más
altos de absentismo, accidentes, enfermedad y mortalidad, con los
costes humanos y económicos que lleva asociados.
Para los trabajadores, el abuso de estas sustancias
puede dar lugar al deterioro de la salud, accidentes, sanciones,
problemas de familia, pérdida del trabajo, y por tanto a la
exclusión social. Para los empresarios, conlleva problemas
de seguridad que afectan a la empresa, a la mano de obra y da
lugar a mayores costes, a menor productividad y a pérdida
creciente de competitividad.
La percepción social identifica de manera
mayoritaria las conductas de uso y abuso de drogas con
situaciones de marginación social y en especial en
situación de paro, pero esto no se corresponde con la
realidad del fenómeno. Las drogas son consumidas en la misma
proporción por la población activa que por la
población en paro o, incluso, en mayor proporción,
excepto el cannabis. Además aproximadamente tres de cada
diez trabajadores indican que en su lugar de trabajo conocen a
compañeros que beben en exceso o toman drogas. Incluso, hay
evidencias de que entre los profesionales con prestigio como
profesores y personal sanitario hay una alta prevalencia de
consumo de alcohol y tabaco e incluso fármacos.
¿Usted cree que la
legalización de las drogas sea la
solución?
Bueno se respeta su opinión, pero yo le voy a dar
la mía
Imagine una carretera donde los automóviles son
conducidos por personas que van bajo los efectos de las
drogas…. ¿le gustaría ir por esa
carretera?
Historia.
Los romanos tenían la antigua costumbre de dar a
los criminales vino mezclado con droga para mitigar el dolor de
la ejecución. Quizás esta es la razón por la que
los soldados romanos le ofrecieron a Jesús vino mezclado con
droga cuando le fijaron en el madero. (Mr 15:23.)
Como usted sabe Jesús, rehusó beberlo porque
quería estar consciente de su sacrificio, si no se
contradeciría de lo que él mismo enseño, de que
había se debía mar a Dios con todas las fuerzas, con
toda la mente y con toda el alma, cosa que estando drogado no se
logra.
El Dr. Lawrence Stager, profesor adjunto de
la arqueología siropalestina en el Instituto Oriental de la
Universidad de Chicago, ha informado:
"En Cartago recobramos semillas de
adormideras, lo cual sugiere que se usaba opio. Eso nos
instó a buscar más prueba. Pronto descubrimos que se
usaban las drogas en los ritos del templo. Se halló una
jarra grande de marihuana en el Líbano, en las ruinas de un
templo. En Creta se halló una diosa de terracota con tres
bulbos grandes de opio que le brotaban de la cabeza, así que
la práctica de usar opio era extensa."—Popular
Mechanics, mayo de 1978.
El uso y abuso de sustancias adictivas constituye un
complejo fenómeno que tiene consecuencias adversas en la
salud individual, en la integración familiar y en el
desarrollo y la estabilidad social. Aunque en la actualidad toda
la sociedad está expuesta a las drogas, hay grupos más
vulnerables que otros a sufrir consecuencias negativas de su uso,
como los niños y los jóvenes, quienes pueden truncar su
posibilidad de desarrollo personal y de realizar proyectos
positivos de vida.
El gobierno de México inició, desde la
década de 1970, acciones para atender este problema, mucho
antes de que la demanda de drogas adquiriera mayores
proporciones, por lo que contamos ya con una considerable
experiencia acumulada. Nuestro país ha realizado esfuerzos
importantes por enfrentar este problema a través del
desarrollo de un marco jurídico-normativo e institucional y
de programas que, al mismo tiempo que dan seguimiento a los
acuerdos que México ha firmado en el ámbito
internacional, son apropiados a las características
socioculturales específicas de nuestra
nación.
Para el Sector Salud la reducción de la demanda de
drogas incluye las iniciativas que buscan prevenir su consumo,
disminuir progresivamente el número de usuarios, mitigar los
daños a la salud que puede causar el abuso, y proveer de
información y tratamiento a los consumidores
problemáticos o adictos, con miras a su rehabilitación
y reinserción social. En esta tarea, la Secretaría de
Salud, SSA como cabeza del Sector Salud, promueve un enfoque
integral que incluye, además de las drogas ilegales, a todas
las que producen adicción y problemas de salud pública,
e incorpora en los programas a los diversos sectores
públicos y sociales. La sociedad en su conjunto es cada vez
más sensible a este problema y constituye nuestro principal
aliada.
El tema de las drogas ilegales, al que se dedica este
volumen, tiene especial trascendencia, ya que es parte cotidiana
de las noticias en el mundo; la representación social de las
drogas y la forma en la que son percibidas por la opinión
pública son de la mayor importancia en nuestro trabajo
preventivo. Debemos evitar que haya un clima de familiaridad y de
aceptación social hacia su uso y evitar, al mismo tiempo,
estigmatizar y criminalizar al adicto.
Como en otros problemas de salud pública, las
medidas de prevención y tratamiento de las adicciones, para
ser eficaces, deben estar sustentadas en información
científica, confiable y completa sobre la naturaleza,
magnitud y características del fenómeno. En este
sentido, este documento puede ser de gran utilidad para entender
mejor este complejo problema y cómo se presenta en nuestra
realidad: sus tendencias; los grupos de la población
afectados, la aparición de nuevas drogas, los cambios en las
formas de uso y la integración de nuevos grupos a la
subcultura del consumo, así como las consecuencias sociales
y en la salud.
Disponer de este bagaje de información es
fundamental para la toma de decisiones, y responder así a
las necesidades de nuestra población, priorizando las
acciones y los recursos disponibles de acuerdo con la naturaleza
de los problemas; también nos indica el impacto alcanzado
por las acciones y cómo reorientar los esfuerzos. Pero esta
clase de información requiere de diferentes estrategias
metodológicas que permitan conocer la situación en
distintas poblaciones y a través del tiempo. Por ello, el
reporte incluye tanto las encuestas en los hogares de la
población general como en el ámbito escolar, y otros
estudios entre los que no se encuentran en los hogares ni en las
escuelas, como es el caso de los menores en la calle. Otros
aspectos de interés son cubiertos por los trabajos en
instituciones de salud, como centros de tratamiento y en las de
procuración de justicia, a través de sistemas de
registro y reporte de casos.
En la información, destacan los datos de la
reciente Encuesta Nacional de Adicciones (ENA), realizada en
1998, que nos permite analizar las tendencias con los estudios
similares realizados en 1988 y 1993. Los datos indican que, si
bien la prevalencia global del consumo de drogas en México
es aún baja al compararla con otras sociedades, registra
incrementos y tendencias preocupantes. La mariguana se mantiene
como una de las principales drogas consumidas por distintos
grupos de la población. Los disolventes inhalables, drogas
utilizadas principalmente por jóvenes, tienden a disminuir
su importancia, pero el uso de la cocaína, droga
tradicionalmente consumida por grupos reducidos de la
población, se ha extendido actualmente a diversos sectores
como los jóvenes y los de menos recursos.
Se observa una emergencia de sustancias previamente no
utilizadas con fines de intoxicación, como ciertos
medicamentos ( el Refractyl Ofteno y el Flunitracepam cuyo nombre
comercial es Rohypnol) y, al igual que en otros países,
aparecen en el mercado drogas del tipo de la anfetamina
(éxtasis o cristal). El uso de heroína, si bien es poco
prevalente a nivel nacional, se ha ido incrementando en ciudades
de la frontera norte. Estas nuevas tendencias requieren que
desarrollemos respuestas específicas en materia de
prevención y tratamiento.
Uno de los principales objetivos de este reporte es
presentar y analizar información científica sobre lo
que sabemos del uso de drogas en México, pero también
sobre lo que nos falta por saber; en este sentido, también
puede ser de gran utilidad para guiar y reforzar nuestros
sistemas de registro y vigilancia epidemiológica y promover
la elaboración de investigaciones enfocadas hacia aspectos
específicos.
Otro de los propósitos del documento es describir
las acciones o respuestas que nuestro país ha ido
desarrollando para prevenir y disminuir este complejo problema y
que deberá continuar reforzando en el futuro. Destaca el
Programa de Prevención y Control de Adicciones de la
Secretaría de Salud, que se encuentra entre los programas
sustantivos y prioritarios del sector, y cuya operación se
está impulsando en los niveles estatales y
municipales.
La coordinación con otros sectores públicos y
privados en las tareas de reducción de la demanda es labor
central de la SSA. En nuestro país contamos con numerosas
instituciones y organizaciones públicas y privadas que, de
manera activa, desarrollan acciones de la más alta calidad,
de investigación, prevención, tratamiento y
formación de recursos humanos en el campo de las adicciones.
Este esfuerzo conjunto, de sociedad y gobierno, sin duda nos
permitirá avanzar en el control de este problema.
Definición de
drogadicción
Es una enfermedad que tiene su origen en el cerebro de
un gran número de seres humanos, la enfermedad se
caracteriza por su cronicidad o larga duración, su
progresiva y las recaídas.
Es el uso indebido de cualquier tipo de drogas con otros
fines y no los iniciales que se han prescrito, cuando existe la
prescripción.
Es una dependencia síquica, cuyo individuo siente
una imperiosa necesidad de tomar droga o, en caso contrario, un
desplome emocional cuando no la ingiere y una dependencia
física producida por los terribles síntomas de
abstinencia al no ingerirla.La drogadicción causa problemas
físicos, psicológicos, sociales y financieros.Se
denomina drogadicción al estado psíquico y a veces
físico causado por la interacción entre un organismo
vivo y una droga. Caracterizado por modificaciones del
comportamiento, y por otras reacciones que comprenden siempre un
impulso irreprimible al tomar la droga en forma continua o
periódica con el fin de experimentar sus efectos
síquicos y a veces para evitar el malestar producido por la
privación.Al hablar de dependencia de una droga se refiere
al uso compulsivo de este pero hay que diferenciar la dependencia
física y síquica. En la primera se presenta el
Síndrome de Abstinencia al dejar de consumir y en la segunda
dicho síndrome no se presenta.Se debe entender que el adicto
seguirá siendo un adicto mientras viva, es decir, que el
individuo se rehabilita para poder vivir sin consumir la droga y,
de allí en adelante, éste será un adicto en
remisión, no estará usando la droga, pero para
mantenerse en ese estado de abstinencia o remisión no
podrá bajar la guardia
¿Que son las drogas?
Son aquellas sustancias cuyo consumo puede producir
dependencia, estimulación o depresión del sistema
nervioso central, o que dan como resultado un trastorno en la
función del juicio, del comportamiento o del ánimo de
la persona.Es toda sustancia capaz de alterar el organismo y su
acción psíquica la ejerce sobre la conducta, la
percepción y la conciencia. La dependencia de la droga es el
consumo excesivo, persistente y periódico de toda sustancia
tóxica.El término drogas visto desde un punto de vista
estrictamente científico es principio activo, materia prima.
En ese sentido droga puede compararse formalmente dentro de la
farmacología y dentro de la medicina con un fármaco, es
decir que droga y fármaco pueden utilizarse como
sinónimos. Los fármacos son un producto químico
empleado en el tratamiento o prevención de enfermedades. Los
fármacos pueden elaborarse a partir de plantas, minerales,
animales, o mediante síntesis.Existe una segunda
concepción que es de carácter social, según
ésta las drogas son sustancias prohibidas, nocivas para la
salud, de las cuales se abusan y que en alguna forma traen un
perjuicio individual y social.Luego nos queda el problema
dónde actúan estas sustancias, ya que todas estas
drogas tienen un elemento básico en el organismo que es el
sistema nervioso central el cual es la estructura más
delicada y el más importante que tiene el ser humano, y si
estas sustancias actúan sobre esas estructuras
dañándolas, perjudicándolas, indudablemente que
van constituir un elemento grave y peligroso para la
colectividad; para la salud individual y lógicamente para la
salud pública.
Drogas Según Su Grado De DependenciaLas Drogas
"Duras", son aquellas que provocan una dependencia física y
psicosocial, es decir, que alteran el comportamiento
Psíquico y social del adicto, como el opio y sus derivados,
el alcohol, las anfetaminas y los barbitúricos.Las Drogas
"Blandas", son las que crean únicamente una dependencia
psicosocial, entre las que se encuentran los derivados del
cáñamo, como el hachís o la marihuana, la
cocaína, el ácido lisérgico, más conocido
como LSD, así como también el tabaco. Esta
división de duras y blandas, es cuestionada, y se
podría decir que las duras son malas y las blandas son
buenas o menos malas, pero administradas en mismas dosis pueden
tener los mismos efectos nocivos.La Dependencia es el estado del
individuo mediante el cual crea y mantiene constantemente un
deseo de ingerir alguna substancia. Si este deseo se mantiene por
mecanismos metabólicos y su falta crea un síndrome de
abstinencia, se denomina dependencia física. Si la
dependencia se mantiene por mecanismos psicosociales, suele
definirse como dependencia psíquica o psicosocial.Las drogas
se dividen en narcóticos, como el opio y sus derivados la
morfina, la codeína y heroína; estimulantes, como el
café, las anfetaminas, el crack y la cocaína, y
alucinógenos, como el LSD, la mezcalina, el peyote, los
hongos psilocibios y los derivados del cáñamo, como el
hachís.
Marco Teórico.
Diagnóstico y tendencias del
uso de drogas en México
La naturaleza de la información y las |
Dentro del campo social, y en particular de la salud,
obtener información objetiva y completa sobre el uso y abuso
de sustancias adictivas es uno de los retos más complejos.
¿Qué es lo que se pretende conocer? ¿La
proporción de individuos que han experimentado con las
drogas alguna vez y no han continuado usándolas? ¿O se
quiere estimar el número de personas que las consumen
regularmente y que han desarrollado problemas de salud y
sociales? También es importante saber cuántos adictos
hay en la población. Pero responder a éstas y otras
interrogantes con una sola estrategia de estudio es
verdaderamente imposible.
Uno de los factores que dificulta el acceso a esa
información es el hecho de que el uso y abuso de drogas
ilegales aún son conductas relativamente raras dentro del
total de la población de nuestro país, así como de
otras sociedades; esto es especialmente evidente cuando se trata
de estimar a través de encuestas en la población la
proporción de individuos que utiliza alguna droga
todavía poco difundida en nuestro medio, como la
heroína. Asimismo, en todos los países se ha demostrado
que, entre los que han probado alguna droga, un número
reducido continúa consumiéndola. También hay una
proporción de usuarios de drogas que las consume de manera
funcional, sin presentar problemas que requieran atención en
servicios de salud, o que sean captados por las instituciones de
justicia. Entre los que llegan a desarrollar problemas de salud y
sociales y/o adicción, a menudo transcurre mucho tiempo
hasta que buscan ayuda, o son identificados y registrados en
alguna institución.
A esta variedad de situaciones se agrega otro factor que
dificulta la obtención de información y es el estigma
que rodea al uso de drogas, por lo que frecuentemente no es
reportado, situación distinta al caso de otras sustancias
adictivas pero legales y más toleradas socialmente, como el
alcohol y el tabaco. Las actitudes prevalentes hacia las drogas y
las implicaciones que tiene su consumo en el ámbito legal
obstaculizan el reconocerlo como un problema de salud que
requiere atención.
Por lo anterior, se utiliza diversas estrategias
metodológicas o ventanas para tener acceso a distintos
aspectos del consumo de sustancias. Los estudios llevados a cabo
en México utilizan metodologías, indicadores e
instrumentos aceptados internacionalmente como los más
adecuados para estimar la magnitud y características del uso
y abuso de drogas. La sistematización de las herramientas
metodológicas permite, además, la comparación
entre regiones y países y la evaluación de las
tendencias a través del tiempo.
A continuación se describe las principales
estrategias aplicadas en México en la obtención de
información.
Encuestas en población general o de |
Son estudios que se realizan mediante la aplicación
de cuestionarios estandarizados a una muestra representativa de
la población que tiene un lugar fijo de residencia,
seleccionando de manera aleatoria y sistemática a los
entrevistados. Proporcionan información que permite estimar
la prevalencia del consumo de drogas, es decir, la
proporción de la población que
consumió alguna vez en su
vida (prevalencia de vida), la que lo hizo
durante el último año y los que
reportaron haber consumido en el último
mes previo a la entrevista. La información es
analizada por frecuencia y cantidad de uso y problemas asociados,
así como por variables sociodemográficas, como la edad,
sexo, escolaridad y empleo. Este tipo de estudios
epidemiológicos, de carácter transversal, es el
más utilizado para las comparaciones internacionales, ya que
permite obtener una "foto" de la situación, en un momento y
lugar determinados, es decir, una visión global del
problema.
Sin embargo, estas encuestas son costosas y requieren de
muchos recursos técnicos y humanos, por lo que pocos
países las realizan de manera continua. Otra limitación
es que no permiten acceder a información sobre otro tipo de
población que no vive en hogares, como los detenidos en
cárceles, los niños en la calle o los que están
hospitalizados.
En México, las primeras encuestas de hogares fueron
realizadas por el Instituto Mexicano de Psiquiatría (IMP)
entre 1974 y 1986 en ciudades seleccionadas del país. En
1988, se levantó la primera Encuesta Nacional de Adicciones
en una muestra representativa de la población urbana del
país (localidades con más de 2 500 habitantes) e
incluyó indicadores del consumo de alcohol, tabaco y otras
drogas; en 1993 fue realizada la segunda encuesta nacional, y la
tercera, y más reciente, en 1998. Todas se llevaron a cabo
con base en muestras probabilísticas de individuos de 12 a
65 años de edad que residen en zonas urbanas.
La segunda encuesta incluyó además un estudio
específico sobre ciudades de la frontera norte del país
y dos grandes centros urbanos: Monterrey y la ciudad de
México. La tercera encuesta incluye, además, datos
sobre la ciudad de Guadalajara.
Las instituciones responsables de estos estudios son el
IMP, la Dirección General de Epidemiología (DGE) y el
Consejo Nacional contra las Adicciones (CONADIC), todas
dependencias de la Secretaría de Salud (SSA).
Encuestas en población |
Desde 1976, el IMP y la Secretaría de
Educación Pública (SEP) han venido realizando encuestas
en muestras representativas de la población estudiantil de
los niveles de enseñanza media y media superior, con el
propósito de obtener estimaciones de la prevalencia del
consumo de alcohol, tabaco y otras drogas, así como aspectos
de la percepción del riesgo y otras actitudes y conductas
asociadas al uso y abuso. Si bien también se basan en el
auto reporte, estas encuestas utilizan cuestionarios
autoaplicables, por lo que los jóvenes pueden responder con
mayor franqueza sobre el uso de sustancias, ya que se
acentúa el carácter anónimo y confidencial de la
información.
A la fecha han sido realizadas tres de estas encuestas a
nivel nacional en los años de 1976, 1986 y 1991; las dos
primeras cubrieron sólo a la población urbana, en tanto
que la última incluyó población rural. En el
Distrito Federal se ha llevado a cabo estas encuestas
periódicamente desde 1976, la más reciente en 1997. En
las dos últimas mediciones del D.F. se cubrió las 16
delegaciones, con muestras de más de 12 000 adolescentes
matriculados en el sistema escolar.
Sistemas de registro de |
Mientras las encuestas se basan en mediciones puntuales
en el tiempo y en información obtenida directamente de los
usuarios, los sistemas de registro constituyen estrategias que
recopilan información secundaria de instituciones que
mantienen un registro permanente sobre una serie de eventos de
salud, criminales o sociales. Aunque requieren también de
una sistematización adecuada y de recursos técnicos
suficientes, son menos costosos que las encuestas; los datos
obtenidos con esta estrategia complementan los resultados de los
grandes estudios de encuesta.
Dentro de los sistemas de registro existentes en nuestro
país, destacan los siguientes:
* Sistema de Vigilancia Epidemiológica de las
Adicciones (SISVEA). Es el sistema de mayor cobertura en nuestro
medio; inició su desarrollo desde 1991 bajo la
responsabilidad de la DGE. Tiene como principal objetivo mantener
actualizado el diagnóstico del consumo de drogas, mediante
la recopilación sistemática, en diversas fuentes
institucionales, de información continua sobre cinco
indicadores: población en tratamiento; urgencias
médicas y traumáticas asociadas al consumo; mortalidad
por causas asociadas; detenidos por delitos contra la salud, y
menores infractores con consumo de drogas. Este sistema produce
anualmente un reporte con sus principales hallazgos.
En la actualidad, el SISVEA recibe información
sobre 20 ciudades del país, de las cuales casi la mitad se
localiza en la frontera norte. Entre la información
recopilada y analizada, destaca la proporcionada por Centros de
Integración Juvenil (CIJ), institución que actualmente
integra una red de más de 70 unidades de atención
preventiva y curativa para la farmacodependencia en 28 entidades
federativas. Los CIJ sostienen un sistema de registro de
información obtenida en la primera consulta a la que asisten
los consumidores de drogas, lo que ha permitido conocer
importantes tendencias en el uso de sustancias en nuestro
país.
* Sistema de Reporte de Información en Drogas
(SRID). Este sistema, diseñado por el IMP desde 1986,
registra las tendencias del consumo de drogas en la ciudad de
México a través de la información proporcionada
por 44 instituciones de procuración de justicia y de salud,
que reportan, de manera sistemática, el consumo de drogas de
los individuos que captan. Se evalúa el fenómeno
durante los meses de junio y noviembre de cada año y hasta
la fecha se ha producido 18 reportes. Entre las instituciones
participantes en el SRID, destaca la Procuraduría General de
Justicia del Distrito Federal (PGJDF) y CIJ con sus centros de
atención en el D.F. y zona conurbada.
Estudios en poblaciones especiales, de |
Los grupos de población que no pueden ser abordados
mediante las encuestas y que tampoco son registrados en el
ámbito institucional, han sido objeto de estudios que
utilizan otras estrategias metodológicas, en especial la
etnografía. Éste es el caso de las investigaciones que
se vienen realizando desde 1978 en el IMP sobre menores en la
calle, usuarios de drogas que no están en tratamiento, o
mujeres consumidoras de drogas. Recientemente se ha llevado a
cabo trabajos sobre aspectos psicológicos y sociales
asociados al consumo de cocaína; acerca del consumo de
fármacos fuera del uso terapéutico o sin control
médico, y, respecto del fenómeno emergente de las
metanfetaminas y su integración en las subculturas
juveniles, entre otros.
Muchos de estos trabajos utilizan métodos
cualitativos, que han probado ser muy útiles para
profundizar en aspectos psicosociales del consumo de sustancias
adictivas y, en especial, para acceder a estas poblaciones de
alto riesgo. En todos se ha desarrollado y/o adaptado
técnicas de orientación cualitativa de acuerdo con las
necesidades particulares de los grupos estudiados.
Otros estudios. |
Dado el creciente interés que despierta el tema del
consumo de drogas, un número cada vez mayor de instituciones
e individuos se ha abocado a la tarea de realizar tesis y
estudios en diferentes poblaciones. El Instituto Mexicano del
Seguro Social (IMSS), por ejemplo, desarrolla desde 1997 un
sistema de registro del uso de drogas en los casos atendidos en
servicios de urgencias de ciudades consideradas de alto riesgo.
También se ha realizado otras investigaciones que han
abordado la situación del consumo de sustancias adictivas en
el medio laboral.
La información resultante de todos estos trabajos
se ha congregado en los Centros de Información sobre
Adicciones, ubicados en diferentes instituciones, por lo que
pueden ser consultados por los interesados.
Situación de México en el contexto |
En años recientes, el uso de drogas se ha extendido
en el mundo haciendo evidente que es un fenómeno global. Sin
embargo, existen diferencias entre los países en cuanto a
los niveles de consumo.
Hasta hace poco se afirmaba que este problema se
presentaba fundamentalmente en sociedades muy desarrolladas y con
alto ingreso per cápita, como los países occidentales y
del hemisferio norte. Los demás, eran considerados
básicamente como productores y/o de tránsito de drogas
hacia los centros de consumo.
Sin embargo, esta caracterización no refleja la
situación actual: países tradicionalmente productores o
de tránsito comienzan a registrar incrementos en su consumo
interno y otros, que eran consumidores, están produciendo
drogas. Además de los diversos factores socioeconómicos
y políticos que contribuyen a esta situación, se debe
mencionar que las estrategias de las organizaciones del
narcotráfico se han diversificado de tal modo que ha ido en
aumento la cantidad de drogas que se quedan y se promueve su
consumo en el mercado interno de países que anteriormente
sólo eran productores o de tránsito.
Las drogas de origen vegetal, los productos del
cannabis, como la mariguana y el hashish, son los más
difundidos en todas partes; menos prevalente, pero con efectos
más serios en la salud, es el abuso de la heroína y
cocaína. El incremento más rápido a nivel mundial
en años recientes es el de las drogas sintéticas, como
las anfetaminas.
La comparación entre el consumo de distintas
sociedades es una tarea difícil, ya que muchos países
no cuentan con estimaciones cuantitativas del consumo ni
desarrollan estudios sistemáticos en sus poblaciones, sea
por razones económicas, culturales o políticas; algunos
no lo consideran como una de sus prioridades. Otra
limitación se encuentra en que, entre los países que
realizan estudios, son pocos los trabajos científicamente
válidos y que utilizan indicadores comparables
internacionalmente.
A continuación se presenta información de
México y de algunos países que cuentan con
investigaciones que emplean indicadores del consumo de drogas
comparables. En el cuadro A, figuran los resultados de encuestas
en población general sobre las prevalencias de uso de
mariguana y cocaína.
Comparación internacional sobre el uso de drogas
alguna vez en la vida en la población
general.
Al igual que en México, la mariguana es una de las
sustancias más consumida, aunque se observa importantes
diferencias. Con la información disponible, se puede
clasificar a los países según su prevalencia del uso de
mariguana por la población general en alta (los que
presentan un 20% o más de consumidores en la población
general); media (los que reportan de 10 a 19%) o baja (los que
tienen prevalencias menores al 10%).
Con ese criterio, dentro del consumo alto se
ubicarían: Australia, Canadá, Dinamarca, Estados Unidos
y Gran Bretaña.
Al rango de consumo medio corresponden: Alemania, Chile,
España y Francia.
Dentro del grupo de países con consumo bajo se
encuentran: Bélgica, Bolivia, Colombia, Costa Rica,
Finlandia, México, Panamá y Suecia.
La prevalencia del uso de cocaína es más baja,
por lo que pueden usarse otros rangos para hacer esta
clasificación: alta (de 3% o más de consumidores en la
población general); media (de 1 a 3% ) y baja (menor al
1%).
De este modo, países con alto consumo de
cocaína serían: Australia, Canadá, España y
Estados Unidos; medio incluiría a Colombia, Chile,
Dinamarca, Francia, Gran Bretaña, México, Panamá,
Perú y Suecia; y en el rango bajo se encontrarían
Bélgica, Bolivia, Costa Rica y Finlandia.
En las gráficas 3 y 4 se presenta información
que algunos países han obtenido con los estudios del consumo
de drogas en la población estudiantil.
Comparación internacional del uso alguna vez de
drogas por estudiantes.
Con respecto a la población estudiantil, diversos
países han elaborado estudios sobre la prevalencia del
consumo de drogas en ese grupo especialmente vulnerable a
experimentar con esas sustancias. Utilizando los mismos criterios
que se usaron para la población general en el caso de la
mariguana, tenemos:
En el consumo alto, se ubican los siguientes
países: Canadá, Chile, Estados Unidos, Holanda y
Gran Bretaña.Dentro del rango de prevalencia de uso medio:
Bélgica, Dinamarca, España y Francia.Con proporciones de uso bajo: Austria, Colombia,
Finlandia, Grecia, Guatemala, Luxemburgo, México,
Portugal y Suecia.
En cuanto al uso alguna vez de cocaína, los
países se agrupan de la siguiente manera, de acuerdo a su
nivel de consumo en la población estudiantil:
Alto : Chile, Estados Unidos, Guatemala,
México.Medio: Austria, Bélgica, Canadá, Gran
Bretaña, España, Francia, Holanda y
Portugal.Bajo: Colombia, Dinamarca, Finlandia, Grecia,
Luxemburgo y Suecia.
La situación del consumo de drogas en México
en relación con la de otros países, revela que, tanto
en la población general como entre los estudiantes, el nivel
de consumo de mariguana en nuestro país es bajo cuando se le
compara con otras sociedades. En cambio, en el caso de la
cocaína, México se sitúa en un nivel medio en lo
que respecta a la población general y en alto cuando
sólo se analiza su consumo entre estudiantes.
México y Estados Unidos de
Norteamérica: comparación sobre la demanda de
drogas
Es de especial interés analizar comparativamente el
uso de drogas en México y EEUU, países vecinos y con
una interacción sociopolítica y económica
especial. Ambos han establecido una importante Alianza contra las
Drogas, firmada por sus dos mandatarios en mayo de 1997, que
cuenta con una Estrategia Binacional en la que la reducción
de la demanda de drogas es una de las principales tareas de la
cooperación.
Para comprender mejor el impacto del consumo de drogas
en ambos países en términos de sus respectivas
poblaciones, se presenta la información correspondiente a la
distribución del número de habitantes por grupos de
edad y sexo; esto permite traducir las cifras de prevalencias del
consumo de drogas al número de personas.
Estados Unidos presenta prevalencias de consumo más
elevadas que México en todas las drogas y todos los grupos
de edad. En ambos países, la principal droga consumida
alguna vez es la mariguana y la mayor proporción de
consumidores de cualquier droga, se encuentra en el grupo de 26 a
34 años.
En el grupo de 12 a 17 años, la mariguana es
seguida por los inhalables en los dos países; en
México, en tercer lugar se encuentra la cocaína y en
EEUU los alucinógenos.
237 por cada mil jóvenes en EEUU y 32 por cada mil
en México han consumido drogas alguna vez.
Por cada 7 estadounidenses, lo hace 1
mexicano
en la mariguana, la relación es de 13 por
1en los inhalables de 11 por 1
en la cocaína de 5 por 1
en los alucinógenos 54 por 1, y
en la heroína 12 estadounidenses por cada
mexicano
En el grupo de 18 a 25 años, sigue en importancia a
la mariguana, en México la cocaína y los
alucinógenos en EEUU; en tercer lugar, en los dos
países se encuentran los inhalables.
Por cada 6 estadounidenses de 18 a 25 años que han
consumido alguna droga alguna vez, lo ha hecho 1
mexicano
en la mariguana, 7 por 1
en los inhalables, 7 por 1
en la cocaína, 3 por 1
en los alucinógenos, 35 por 1
en la heroína, 6 por 1
En el grupo de 26 a 34 años, después de la
mariguana, en ambos países se encuentra la cocaína; en
tercer lugar de importancia, en EEUU los alucinógenos y en
México los inhalables.
En este grupo de edad, por cada 6 (5.6) estadounidenses
que han consumido alguna droga ilegal alguna vez, lo ha hecho 1
mexicano.
en la mariguana, 7 por 1
en los inhalables, 11 por 1
en la cocaína, 9 por 1
en los alucinógenos, 52 por 1
en la heroína, 6 por 1
En ambos países el uso de drogas ilegales en el
último año fue más elevado en el grupo de edad de
18 a 25 años y menor en el de 26 a 34 años. Nuevamente
la mariguana es la droga que ocupa el primer lugar en el
consumo.
En el grupo de 12 a 17 años, el consumo en
México no llega al 1% en ninguna de las sustancias; en EEUU
después de la mariguana figuran los alucinógenos y los
inhalables.
Por cada 12 estadounidenses de 12 a 18 años que
consumieron alguna droga en el último año, hay 1
mexicano que lo hizo.
en la mariguana, 17 por cada 1
en los inhalables, 11 por cada 1
en la cocaína, 8 por cada 1
En el grupo de 18 a 25 años, la cocaína es la
segunda droga después de la mariguana en el consumo de los
últimos doce meses en México; en cambio, en EEUU, los
alucinógenos se ubican en segundo lugar, en una
proporción que duplica a la cocaína.
Por cada 8 estadounidenses de 18 a 25 años que
consumieron alguna droga en el último año, hay 1
mexicano que lo ha hecho.
en la mariguana, 11 por 1
en los inhalables, 14 por 1
en la cocaína, 4 por 1
en la heroína, 12 por 1
En el grupo de 26 a 34 años de edad, en México
la mariguana es la única sustancia que rebasa el 1% de
consumo en el último año, seguida en importancia por la
cocaína; en EEUU, también esas son las drogas más
consumidas, aunque en proporciones superiores.
Por cada 9 estadounidenses de 26 a 34 años hay 1
mexicano que consumió alguna droga en los últimos doce
meses.
en la mariguana, 10 por cada 1
en los inhalables, 7 por cada 1
en la cocaína, 7 por cada 1
El consumo de drogas durante el último mes (o uso
actual) permite estimar la proporción de individuos que han
usado drogas en los 30 días previos a la encuesta. Tanto en
México como en EEUU, la proporción de personas de la
población general que usaron drogas en ese periodo se
reduce, pero persistiendo importantes diferencias entre los dos
países. El consumo se presenta principalmente en el grupo de
los de 18 a 25 años de edad. Más de 9 millones de
estadounidenses entre los 12 y 34 años de edad han usado
drogas en el último mes en comparación con 436 mil
mexicanos.
En el grupo de edad de 12 a 17 años, la mariguana
es la sustancia preferida en los dos países, seguida por los
inhalables.
En este grupo de edad, por cada 11 jóvenes
estadounidenses que usaron alguna droga en el último mes, lo
hizo 1 mexicano.
en la mariguana, 16 por cada 1
en los inhalables, 11 por cada 1
en la cocaína, 6 por cada 1
En el grupo de 18 a 25 años de edad, después
de la mariguana, en EEUU se encuentra en segundo lugar de
importancia el uso de alucinógenos en el último mes,
mientras en México se observa a la cocaína con
proporciones muy bajas.
Por cada 8 estadounidenses de 18 a 25 años que
usaron alguna droga en los últimos 30 días, hay 1
mexicano que lo ha hecho.
en la mariguana, 10 por cada 1
en los inhalables, 8 por cada 1
en la cocaína, 3 por cada 1
En el grupo de 26 a 34 años de edad, la mariguana
continúa como la principal droga consumida en ambos
países, pero con una gran diferencia en la proporción,
pues en México no llega al 1%. Tanto en México como en
EEUU, la cocaína ocupa el segundo lugar.
Por cada 6 estadounidenses de 26 a 34 años que
consumieron alguna droga en el último mes, lo hizo 1
mexicano.
en la mariguana, 7 por cada 1
en los inhalables, 4 por cada 1
en la cocaína, 7 por cada 1
Al comparar el consumo de drogas en el último mes o
uso actual según grupos de edad y sexo, en ambos países
se observa que entre los hombres hay más consumidores que
entre las mujeres. Sin embargo, en EEUU las diferencias por sexo
son menores que en México.
Entre los hombres, en ambos países la mayor
proporción de consumidores actuales se concentra entre
los 18 a 25 años de edad.Entre las mujeres, tanto en México como en
EEUU, la mayor proporción de usuarias en el último
mes se encuentra entre los 12 a 17 años.Por cada varón de 12 a 17 años que
consumió drogas en el último mes en México,
hay 8 en EEUU; entre los 18 a 25 años, por cada mexicano
hay 7 estadounidenses y entre los de 26 a 34 años, por 1
de México hay 4 en EEUU.
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