Yo siempre tengo razón
|"Quien no opina como yo esta equivocado". Este es el convencimiento secreto de todas las personas que discuten. Y es logico que asi suceda, porque tener |
|una opinion significa creer que se tiene una opinion acertada; de donde resulta que quienes no tengan la misma opinion tendran forzosamente una opinion |
|erronea. |
|El que las propias opiniones sean siempre acertadas se basa en un hecho ya señalado en un pequeño librito de cincuenta …ver más…
(Con este procedimiento se evita, además, que aprendan gratis los curiosos atraídos por la discusión). |
|Lo molesto, en una discusión, es que cuando uno está exponiendo sesudamente sus opiniones, el otro lo interrumpa para preguntarle: "Me permite, ahora, |
|hablar a mí?" O sea: ¿Me permite opinar? Pero, ¿cómo se lo va a dejar al otro que opine? ¿Cómo se lo va a dejar que, opinando, se forme el prejuicio de |
|que tiene razón? A veces, el otro, pasándose de vivo, lo interrumpe a uno para decirle: "¡Yo no opino lo mismo!" Y con eso cree tener razón, sin darse |
|cuenta de que precisamente porque no opina lo mismo está equivocado. De ahí que, para abreviar la discusión y demostrarle rápidamente al otro que está |
|equivocado, conviene preguntarle: "¿Usted no opina lo mismo? Si contesta que sí, reconocerá que quien tiene razón es uno; y si contesta que no, estará |
|perdido, pues habrá confesado que quien no tiene razón es él. Por eso, quienes saben qué está en juego en una discusión, si se les pregunta: "¿Usted no |
|opina lo mismo?", contestan evasivos: "Mire, yo francamente... ". El "francamente" es para despistar. Los que así contestan son los que no tienen interés|
|en ponerse de acuerdo con nadie. Y, si se mira bien, se verá que en las discusiones nadie puede tener interés de ponerse de acuerdo con nadie. Si después|
|de discutir dos horas es necesario admitir que se estaba de acuerdo, se produce una doble decepción,