Trilce, Poema Iii - César Vallejo
III
Las personas mayores
¿a qué hora volverán?
Da las seis el ciego Santiago, y ya está muy oscuro.
Madre dijo que no demoraría.
Aguedita, Nativa, Miguel, cuidado con ir por ahí, por donde acaban de pasar gangueando sus memorias dobladoras penas, hacia el silencioso corral, y por donde las gallinas que se están acostando todavía, se han espantado tanto.
Mejor estemos aquí no más.
Madre dijo que no demoraría.
Ya no tengamos pena. Vamos viendo los barcos ¡el mío es más bonito que todos! con los cuales jugamos todo el santo día, sin pelearnos, como debe ser: han quedado en el pozo de agua, listos, fletados de dulces para mañana.
Aguardemos así, obedientes y sin más remedio la vuelta, el …ver más…
Dice que ya está muy oscuro, y que están esperando a que lleguen las personas mayores. Al preguntar a qué hora volverán, nos da la idea de que están solos desde hace rato, y que no saben dónde podrían estar. Luego, en la tercera estrofa advierte a sus posibles hermanos que no vayan a estar por ahí haciendo travesuras, que ya es tarde y que las gallinas están descansando.
En la cuarta estrofa, Vallejo les pide a sus hermanos que no tengan pena, que es mejor distraerse y jugar con los barcos en el pozo. Esta estofa sirve para animar la imagen del poema. Nos da la idea de que, aún sin sus padres, están jugando alegremente. La siguiente estrofa nos señala una especie de queja hacia sus mayores, diciendo que ellos también pueden salir y no tienen que quedarse en la casa solos.
Por último, la sexta estrofa nos da la imagen de un Vallejo que comienza a cuestionar si hay alguien ahí que lo esté escuchando. Dice que llama, que busca a sus hermanos en la oscuridad, y que no los encuentra. Finalmente se pregunta si no será él el único que se ha quedado solo en la casa, si sus hermanos no se habrán ido también. Al usar la palabra “recluso” en el último verso nos evoca la idea de que está encerrado en esa casa, y que no puede salir; como un huérfano que no tiene adónde ir, ni nadie con quien estar.
César Vallejo perdió a su madre a los veintiocho años