Teoria cinetico molecular de los gases
Un optimismo que podríamos denominar como moderado es el que postula Herbart cuando señala: "El educador no debe estimar el poder de la educación ni menor ni mayor de lo que es en realidad; debe tratar de ver hasta dónde puede ir; pero es necesario siempre que espere a ser conducido, por la observación, de los resultados a los límites de los ensayos razonables". A la aptitud del educador para educar le llamó Zaragüeta educatividad. Es la posibilidad de influir decisivamente, de contribuir desde fuera, al proceso de formación de otro individuo inmaduro. En concreto, la posibilidad de influencia positiva y efectiva del educador sobre el educando, tanto desde la perspectiva formativa, como desde la meramente informativa. En realidad, se está admitiendo la posibilidad de que exista el educador. Su límite inferior quedaría constituido por las condiciones mínima necesarias para desarrollar una labor pedagógica eficaz. No cabria, sin embargo, señalar límite superior dado que es difícil que un hombre pueda desarrollar al máximo el ideal de buen educador. Aunque parece claro que sólo el hombre es educador, en sentido más amplio podría hablarse de esa capacidad para educar -educatividad- no sólo refiriéndolo al hombre, sino a otros entes que de una u otra forma pueden influir en la educación, siempre que estén "regidos" por el hombre. La educatividad en este supuesto podría aplicarse: al educador, a