Sociedad intercultural
El autentico desarrollo de las sociedades implica el reconocimiento y valoración de la diversidad cultural, encontrando el enfoque y los procesos educativos que la respeten y cultiven en la práctica. Lamentablemente, el desarrollo no siempre es comprendido de este modo cuando no visualiza la diversidad cultural y las asimetrías reales del mundo contemporáneo, se convierte en una acción de asimilación de las sociedades periféricas a la cultura.
Es preciso ir construyendo el proceso intercultural que se pretende y que por fuerza habrá que afectar a nuestro modelo cultural consolidado, en lenguas, costumbres y tradiciones, haciendo cambios positivos y presentando proyectos en los cuales los niños puedan expresarse libremente. Para ello, los educadores tienen que ser parte en la consolidación de este proceso intercultural deseado, porque sin las inquietudes de nuestros niños será difícil estructurar la futura sociedad intercultural en este siglo XXI.
La educación es la clave para lograr esta sociedad y los educadores son los verdaderos pilares de dicha sociedad. Su formación es clave para enfrentar las aulas y dirigir sus clases en este nuevo contexto social y cultural. Una sociedad como la nuestra demanda una formación actualizada en técnicas, valores; y los valores obviamente por medio de la presencia y el apoyo familiar.
Los educadores deben estar conscientes de