Sintesis De Los Capitulos De "Viaje A La Semilla"
Capítulo I: Los obreros están demoliendo la casa de Marcial mientras un viejo aparece y observa como la casa queda reducida casi a tierra.
Capítulo II: El viejo observa como empieza a montarse la casa parte por parte, mete una llave en la cerradura e ingresa, allí yace Marcial en su lecho de muerte.
Capítulo III: Don Marcial despierta y se encuentra confesándose con el cura, una mujer que se encontraba a su lado se va y él, sintiéndose congestionado, de arregla y baja al despacho donde lo esperaban los hombres de la justicia, abogados y escribientes para disponer la venta pública de la casa, hasta que su casa es subastada y queda en manos de un desconocido.
Capítulo IV: La Marquesa vuelve a la casa, Marcial …ver más…
Los elementos no se ven completamente modificados por el retroceso del tiempo, son siempre, en esencia, lo mismo, cambian aspectos, se modifican pero al final del texto regresan a la “condición primera” al igual que Marcial.
6) En la infancia de Pedro Páramo, Comala era, un lugar que blanqueaba la tierra e iluminaba la noche, un lugar rico en vegetación que con el paso del tiempo fue desmoronándose, cual casa de Don Marcial, fue perdiendo todas sus cualidades.
El antiguo Comala significaba mucho para los personajes principales de Pedro Páramo, al igual que para Marcial su casa, todo lo que a ellos les fue sucediendo le sucedió a estos lugares, por eso en la novela y en el viaje a la semilla se les da tanta importancia.
En el caso del Marqués la casa aparece en cada uno de los capítulos deteriorada por el paso del tiempo (como Comala), y hasta determina aspectos de la vida de éste (y viceversa), allí vive y allí muere, al igual que Pedro Páramo.
Viaje a la semilla (Sierva María, “Del amor y otros demonios)
Allí en su celda, cual prisionera, prisionera de amor, con sus ojos radiantes y su piel de recién nacida, su corazón paralizado, en su cabeza rapada ya comenzaban a brotar de vuelta los cabellos como raíces con una fuerza impredecible.
Esta vez, casi sin respirar, arrancaba las uvas doradas de dos en dos con la ansiedad de