SERRANO, Sebastià. 2004. El regalo de la comunicación. Barcelona: Anagrama (122 pp). ISBN 84-339-6202-7
> . Con estas palabras se abre El regalo de la comunicación, un libro con una refrexión sobre las maneras que tenemos de comunicarnos, escrito por un catedrático de lingüística general de la Universidad de Barcelona Sebastià Serrano. El libro, de 122 páginas, recoge diez capítulos especializados en diferentes aspectos de la comunicación la cual se divide en comunicación verbal y comunicación no verbal. La mayor parte de este libro ocupa la comunicación no verbal ya que Sebastià Serrano se dedica especialmente a explicar cuales son las facetas y las características de la comunicación no verbal. Como dice en su …ver más…

Desde hace mas de treinta millones de años los aromas eran la comunicación dominante en la naturaleza. Los olores y tactos era el lenguaje de nuestros antepasados. Y hoy en día nosotros también nos comunicamos a veces con el lenguaje de tactos ya que podemos diferenciar los tipos de los mismo como por ejemplo las caricias nos llevan el bienestar o los tactos violentos nos puede poner a defensiva. Un ejemplo de esto es cuando las madres acarician a sus crias , las lavan y aveces les hacen cosquíllas, así hacen que se sienten mejor y queridos. El cuarto capítulo, titulado El poderoso lenguaje de los ojos. En este capítulo hace una reflexión sobre cómo y por qué es importante la mirada, su uso y como nos puede ayudar a incrementar la efectividad en la comunicación. El contacto visual nos proporciona diversas experiencias con nuestro alrededor como por ejemplo un recien nacido por primera vez al abrir los ojos esta en busca de otros o cuando simplemente hablamos con alguien tenemos la costumbre de mirarle a los ojos. Sin ninguna duda los ojos son la parte más utilizada de nuestro cuerpo en la comunicación no verbal porque al hablar con alguien pasamos el cuarenta por cien de nuestro tiempo mirando a los ojos. Detras de las miradas hay todo un lenguaje de relaciones que nos ayuda a definir a la persona, que nos quiere