PRÓLOGO DE ALEJANDRO LIPSCHUTZ
Francisco Núñez de Pineda y Bascuñán:
El Cautiverio Feliz [ 1 ] FUE mi querido amigo Pablo Neruda quien, hace unos veinticinco años, llamó mi atención al Cautiverio Feliz de Pineda y Bascuñán, editado en 1863 por Barros Arana. Pasamos con Pablo por varios negocios de libros antiguos buscando un ejemplar para mí; pero sin éxito. Entonces Pablo me prestó su ejemplar de este precioso libro. Lo leí de la primera a la última página durante noches enteras ya que todo el día yo estaba ocupado en el Instituto de Medicina Experimental.

El libro me impresionó profundamente, y yo quedé convencido de que este libro es una verdadera joya tanto literaria como histórica. Me dije que es nuestro deber de …ver más…

Así decidí preparar una edición en que se omitieran sólo citas mencionadas. Me he servido del ejemplar de Pablo, anotando yo con lápiz las partes que había que suprimir. Nuestra muy inteligente secretaria, la Sra. María Waidele, copió con gran empeño y hasta entusiasmo, el libro ahora ya auténticamente de Pineda y Bascuñán.

No se exagera al hablar de esta obra como de un libro clásico. Pineda. y Bascuñán piensa y escribe como uno de los primeros indigenistas, los que se dieron cuenta del enorme error que se cometía al desconocer los verdaderos valores culturales, incluso los valores morales de los indios americanos. Remito en cuanto a eso a una conferencia mía que he dictado en 1964 en Santiago y ciudades vecinas. Con toda falta de modestia, me permito insinuar, a quienes leyeran este prólogo mío, que lean también mi ensayo basado en esta conferencia (1).

Pero que no se olvide que todo lo que nos cuenta Pineda y Bascuñán es de interés fundamental también para los historiadores. Al discutir varios años atrás el problema de la conquista en sus diversos aspectos, tuve que referirme repetidamente a su sabia opinión (2); en especial pp. 142- 145, 207-208, y otras.

¡Y todo eso sin que Pineda y Bascuñán hubiera conocido, según parece, los escritos de Bartolomé de las Casas o de otros