CONSAGRACIÓN A DIOS
Bendito seas, Señor Jesús, Dios de poder y de bondad, que por medio de tu muerte y resurrección nos redimiste y nos enseñaste una nueva manera de vivir, ante ti yo me inclino:
He venido a atestiguar tu amor y misericordia manifiestas en mí. Quiero agradecerte eternamente por este cáliz de vida y salvación que pones en mis labios. Por esta vida palpitante que me has dado, por mis padres y mis hermanos que ante ti también se inclinan.
Gracias por la esperanza y la fe, don de redención. Gracias por la Iglesia, tu Esposa y Madre nuestra que nos regala los sacramentos, signos de tu amor.
Gracias por mis amigos que con esa dulce miel han fortalecido mi espíritu y quitado el agobio de mi alma en momentos difíciles. Hoy,