El texto a tratar es el epílogo de la obra más famosa del historiador Tony Judt, “Postguerra: Una historia de Europa desde 1945”, que lleva por título “Desde la casa de los muertos”. En él, hace una reflexión sobre la memoria europea respecto al holocausto judío.

Tony Judt nació en el seno de una familia judía en 1948 en Londres. Fue historiador, escritor y profesor británico especializado en la historia de Europa. Estudió en el King’s College de Cambridge y en la École Normale Supérieure de París. Durante su juventud, vivió por un tiempo en un kibutz en Israel, hecho que le marcó como partidario sionista de izquierdas. Más tarde cambió su izquierdismo por posturas más socialdemócratas. En 1967 ejerció de conductor y traductor en la …ver más…

Los austriacos no cuestionaron su pasado nazi hasta que no se descubrió en los años ochenta que su presidente, Kurt Waldheim, participó en la ocupación de Yugoslavia durante la II Guerra Mundial.
En Suiza a los refugiados judíos se les negaba el permiso de trabajo, se traficaba con su oro y se beneficiaban de las pólizas de seguro de judíos asesinados. En 1938 Suiza pidió que en el pasaporte de todos los judíos alemanes apareciese una “J” para denegarles el paso al país más fácilmente.

Después de la guerra Francia seguía siendo la cabeza de Europa tanto cultural como intelectualmente; hasta que no ella no decidiera mirar a su pasado, hacia el Régimen de Vichy, Europa no lo haría. La Francia libre relegó el recuerdo de Vichy a un rincón en su memoria, pero ni siquiera fue capaz de admitir su culpabilidad. Se refugiaban en la creencia de que Vichy no era Francia. Henry Rousso, historiador francés, lo denominó “síndrome de Vichy”, como hemos visto, cada país tuvo su propio síndrome. Finalmente una serie de juicios (a P. Touvier y M. Papon) pusieron de manifiesto que la diferencia entre Francia y Vichy que se había establecido tan fervientemente no era tal.
Tanto en la Alemania del Esto como en los países comunistas del Este se reconocía el daño causado a los judíos pero se les ignoró; los monumentos conmemoraban a los “luchadores contra el fascismo”, se agrupaba a las victimas según su nacionalidad, la revuelta del gueto de Varsovia quedó