Resumen de la novela Isla Cerrera
La novela Isla cerreratrata sobre el joven español Ricardo Boadilla, hijo de madre mozárabe y padre noble, moro de Granada. Los padres de Ricardo fueron perseguidos por moros hasta que decidieron convertirse en el cristianismo y bautizar a Ricardo a los seis años. Debido a su pobreza, decidieron enviar a Ricardo con su tío a Córdova. Allí Ricardo fue educado en el cristianismo. Su maestro fue Don Pedro, un sacristán que le enseñó lectura, escritura, teología y también le habló mucho sobre las conquistas en las indias, los tesoros y los misioneros. De aquí creció su interés en ir a las Indias y ser un misionero. A los dieciocho años, su tío le dijo que lo iba a enviar a …ver más…
Ricardo realizaba las tareas de Orgáz en la hacienda e hizo reformas para tratar mejor a los indios. Su estrategia no dio resultado, ya que los indios trabajaban mucho y no había tiempo para educarlos en el cristianismo. Se sintió que su esfuerzo no tenía fruto, solo lograría algo si él tuviese el poder. Luego de varios meses, Ponce de León le dice que le encontró una encomienda con cincuenta indios y mucha tierra por el precio de doscientos pesos en oro. Ricardo tenía sólo cien pesos y pidió a Orgáz dinero prestado. Orgáz le dio el dinero y Ricardo le pidió que fuera con él a las tierras a trabajar. Ambos emprendieron camino a sus nuevas tierras en el oeste de la Isla. Les tomó diez días llegar. Estando ya en la hacienda, comenzaron a trabajar las tierras. Pasado el tiempo Ricardo se convencía que los indios no querían ser cristianos, querían ser libres y siempre se escapaban. Con ellos estaba un indio llamado Cayán, quien les ayudaba en la hacienda. Ricardo se enamoró de una india llamada Guimazoa, quien llegó con su padre a la hacienda de Ricardo huyendo de su antiguo amo. La noche que Ricardo le pidió a Guimazoa que viviera con él, entraron unos indios a su casa, se la llevaron y se escaparon. Al otro día, cuando trataron de salir a buscar los indios, un huracán azotó la isla. Los guardas que buscaban los indios murieron, los frutos de la hacienda se perdieron. Desde ese momento, Ricardo no salía mucho de su casa. Se la pasaba escribiendo