Resumen: “La Civilización Feudal” De Jérome Baschet
1040 palabras
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RESUMEN: “La civilización feudal” de Jérome Baschet El autor plantea que los lazos de parentesco refieren a las relaciones entre los hombres, entre los hombres y las figuras divinas o entre las figuras sobre naturales mismas. Definición enmarcada en la cristiandad medieval. La red de estas relaciones de parentesco desempeña un papel importante en la definición de las relaciones sociales, pues el parentesco es siempre un hecho que se elabora socialmente. El parentesco carnal se refiere a vínculos definidos por normas instituidas y por la existencia postulada de un vínculo carnal. Se lo llama de esta forma para dar cuenta de las concepciones medievales que lo oponen a otra forma de parentesco, llamado espiritual. El
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Tanto el Padre como el Hijo coronan a la Virgen. Respecto de la Madre, el Hijo asume la misma posición que el padre. Un mismo lazo nupcial une a la Virgen tanto con el Padre como con el Hijo: ella es madre y esposa de Dios; esposa de aquel que es a la vez su Hijo y su Padre. En el ámbito carnal, el incesto perturba el orden de las cadenas genealógicas y obstruye el funcionamiento del sistema de parentesco al otorgar al individuo, en su relación con los demás, dos lugares en vez de uno. Pero en el parentesco divino, que no reconoce el orden de las generaciones y autoriza la inversión de las posiciones, deja de plantearse la cuestión misma del incesto. Conclusión: el mundo como parentesco, la sociedad como cuerpo. En efecto, parentesco espiritual y parentesco divino poseen fundamentalmente la misma naturaleza, puesto que ambos competen a lo espiritual, en oposición a lo carnal. Ya sea que la sociedad medieval se piense como un cuerpo o como una red de parentesco espiritual, el mismo elemento asegura su vinculación: la caridad. La cristiandad descansa sobre un rechazo explícito de la lógica del don y el contradón y se constituye, por el contrario, como un sistema de circulación generalizada, en el que cada quien debe dar sin esperar nada a cambio y puede recibir, por ello mismo, sin haber dado. No se trata de reciprocidad, puesto que las relaciones que instituye la caridad son triangulares e incluyen a Dios como polo