Tenemos tres tipos de memoria. La primera es orgánica: de carne y sangre que administra nuestro cerebro. La segunda es mineral, y la humanidad la conoció hace miles de años encarnada en las tabletas de arcilla y los obeliscos en los que se tallaban toda clase de escritos; el segundo tipo corresponde a la memoria electrónica de las computadoras de hoy, hechas de silicio. Y hemos conocido otro tipo, la memoria vegetal, representada por los primeros papiros y, después, por los libros, que se hacen con papel. Para simplificar, permítanme designar al libro como memoria vegetal.
Durante siglos, las bibliotecas fueron la manera más importante de guardar nuestra sabiduría colectiva. Fueron y siguen siendo una especie de cerebro universal donde …ver más…

Por la pantalla de una computadora desfilan palabras y líneas, y para utilizarla hay que saber leer y escribir. Por estructura hipertextual solemos entender dos fenómenos muy diferentes. Primero tenemos el hipertexto textual. En un libro tradicional debemos leer de izquierda a derecha (según las culturas), de un modo lineal. Podemos saltarnos páginas; llegados a la página 300, podemos volver a chequear o releer algo en la página 10. Pero eso implica un trabajo físico. Por el contrario, un texto hipertextual es una red multidimensional o laberinto en el que cada nodo puede potencialmente conectarse con cualquier otro nodo. En segundo lugar tenemos el hipertexto sistémico. La web es la Gran Madre de Todos los Hipertextos, una biblioteca mundial donde podemos, o podremos a corto plazo, reunir todos los libros que deseemos. La web es el sistema general de todos los hipertextos existentes. Esta diferencia entre texto y sistema es enormemente importante. “Los disquetes hipertextuales, internet o los sistemas multimedia, ¿volverán obsoleto al libro?”. Y así llegamos al último capítulo de la historia de esto-matará-a-aquello. Pero esta pregunta es aún confusa, puesto que puede ser formulada de dos maneras distintas: (a) ¿Desaparecerán