EL CAPITÁN CENTELLA

El capitán estaba tomando una siesta que podía ser muy prolongada, pero los chillidos de su viejo loro lo sacudieron rápidamente exclamando quién los atacaba, mas el loro seguía con sus cantos estruendosos hasta que el pirata lo hizo callar. El Capitán Centella volvió acomodarse en su lecho cuando de pronto un ruido más estrepitoso lo hizo levantar y mirar por su telescopio, vio a lo lejos que en la isla, en la torre más alta de un castillo estaba un hombre fornido, con el cual cruzó miradas nada amigables, de pronto el grandulón se llevó un objeto de metal y soplo con todas sus fuerzas. El pirata y el loro salieron despedidos al mar, enseguida treparon al barco, ya encima de el, saltaron de una pata porque se les …ver más…

Seguidamente el pirata sacó su espada y los amenazó a todos, fue en ese instante que le creyeron porque no había otro hombre que pueda desafiar a tipos tan bravos, todos ellos lo esperaban pero nadie dijo para qué, después de tomar varias limonadas, amaneció y continuó nuevamente ese sonido estruendoso del día anterior. Tan fuerte fue el sonido, que fueron a dar en el techo incrustándose sus cabezas en el, un niño que dormía en el piso de arriba se impresionó al ver las cabezas en su piso y llamó a su mamá, y vio como recuperaban el sentido. Es un placer dijo el capitán a la señora y a su hijo, sacándose unos tapones de su oído, la señora respondió podría repetirlo. El capitán tomó nota de ese detalle volviéndose a presentar, ella se alegró bastante al escuchar su nombre, retiró también los tapones del niño y se lo dijo al oído, el niño los miró más asombrado y los ayudaron a salir del hueco que habían provocado.
En el diálogo con la mujer y el niño le hicieron saber que los ruidos molestos tenían relación con ese condenado trompetista y es por eso que todo el pueblo lo esperaba a él, paseando ya después por las calles del puerto todos gritaban y parecían irse a los trompadas, cuando solo se saludaban, tanto era el bullicio que el pirata tuvo que taparse con su sombrero sus oídos, y luego se dedicó a observar la conducta de los demás.
Seguidamente pasó una