Religion
Consideramos que la creencia en Dios, la creencia en algo, es religión. Pensamos que creer es religioso. Si no creemos se nos considera ateos. Una sociedad condenará a los que creen en Dios y otra sociedad condenará a los que no creen. Ambas condenas son la misma cosa. Así pues, la religión se convierte en una cuestión de creencia; y la creencia actúa y ejerce su influencia sobre la mente. De este modo la mente jamás puede ser libre. Pero ocurre que sólo en libertad podemos descubrir qué es lo verdadero, qué es Dios; no podemos descubrir a Dios o a lo verdadero mediante ninguna creencia, porque nuestra misma creencia proyecta lo que pensamos que debe ser Dios, lo que pensamos que debe ser la realidad. Estamos …ver más…
Cristo es nuestra paz.
• El Espíritu Santo
Creemos en el Espíritu Santo, Dador de Vida, santa Sabiduría, verdadero Dios. El Espíritu se mueve por medio de y es sostenido por la creación; otorga la iglesia para misión; libera el mundo de pecado, injusticia, y muerte; y transforma discípulos. Donde quiera que encontremos amor, gozo, paz, paciencia, amabilidad, generosidad, fidelidad, gentileza, o auto-control, ahí está trabajando el Espíritu Santo.
• Creación
Como una expresión de amor Divino, Dios creó los cielos y la tierra y todo lo que se encuentra en ellos, y lo llamó “bueno.” Todo pertenece a Dios y debe ser apreciado y usado justamente de acuerdo con los propósitos divinos. Dios ve a la creación como algo entero sin separación del espíritu y elemento. Dios llama a personas de todas generaciones a unirse con Dios como mayordomos en el cuidado amoroso de la creación.
• La Humanidad
Cada ser humano es creado a la imagen de Dios. En Jesucristo, Dios tomó los limites de la carne humana de la y cultura, y es conocido por medio de ellos. Así que afirmamos sin excepción el valor de cada ser humano. También afirmamos que Dios bendijo a la humanidad con el don de libre albedrío: la habilidad de decidir a quién o qué vamos a servir.
• El Pecado
Dios nos creó para ser agentes de amor y bondad. Sin embargo mal usamos nuestro libre albedrío