Reino animal
La joven escritora suspira en la ventana...-¿cuando llegara mi príncipe azul?...¡quiero un príncipe azul como en los cuentos de castillos y hadas!-...se recordaba así misma cuando de niña, jugando con sus muñecas soñaba que un día, un valeroso caballero vendría a rescatarla del castillo encantado...
Vuelve a la realidad...su cuarto de alquiler: una cama, libros y cajas (con libros)...una mesa, con varias hojas escritas a la mitad...y una gran desesperanza encajada entre pecho y espalda que le hace respirar con dificultad...lo piensa, es imposible no pensarlo...lo recuerda: él le decía palabras de amor, y ella tontamente le creía...luego, con el corazón destrozado debía comenzar de nuevo y pensar