RESUMEN KERIGMA
"Dios nos ama, pero nuestros pecados nos impiden experimentar este amor. El ya nos salvó, perdonándonos y liberándonos del pecado por medio de Jesucristo, de su muerte y resurrección. Lo que tenemos que hacer es creer en Jesucristo y cambiar de vida."
EL AMOR DE DIOS A CADA SER HUMANO
Dios es un padre que nos ama a todos y lo demuestra a cada momento. Su amor es efectivo (no solo afectivo). Un amor que actúa, que crea, que da vida, que sostiene, que se traduce en hechos concretos. El nos ha regalado el don de la vida y nos lo sigue regalando día a día, dándonos salud, una familia, un trabajo, un mundo donde vivir. Nada de lo que hemos recibido lo hemos merecido antes, son que lo hemos recibido gratuitamente por su amor. No …ver más…
LA CONVERSACIÓN Y LA VIDA DE LA FE
Jesucristo ofrece a todo hombre la salvación y el perdón de los pecados. Pero es necesario que cada hombre haga propia esta salvación. Y esto se logra mediante la fe y la conversión.
La fe consiste en creer en Dios y en creerle a Dios, confiar en sus promesas y obedecer sus mandatos. Es preciso primero aceptar a Jesucristo como Salvador personal y renunciar a cualquier otra cosa que pudiese apartarnos de El.
La conversión implica cambiar nuestra vida, dejando todo aquello que se opone a la voluntad divina y viviendo según el estilo de vida que nos propone Dios por medio de Jesucristo.
Y ¿qué es la fe? San Pablo la define muy bien en su carta a los Hebreos: "La fe es garantía de lo que se espera; la prueba de las realidades que no se ven" (Heb 11,1).
EL DON DEL ESPÍRITU
El Espíritu Santo es la tercera persona divina que continúa hoy obrando en medio de los hombres, animándolos a vivir según el Evangelio, fortaleciéndolos para vencer al pecado que está siempre al acecho, produciendo en ellos frutos de bien. Es preciso que cada hombre pida a Dios que lo unja con el Espíritu Santo, que lo reciba en su vida y que lo deje obrar, siendo dócil a su voz.
"Les daré un corazón nuevo y pondré en ustedes un espíritu nuevo: les arrancaré de su cuerpo el corazón de piedra y les daré un corazón de carne. Así ellos serán mi pueblo y yo seré su Dios" (Ez 11,19.20b)
LA COMUNIDAD CRISTIANA No basta nacer, hay que