Quien se llevo mi queso
SE HA
LLEVADO MI QUESO?
Estoy regalando este libro a mis amigos y colegas porque constituye una fascinante lectura para cualquier persona que quiera prosperar en estos momentos de cambios. Randy Harris, es Vicepresidente de Merril Lynch International
EL CUENTO
Érase una vez un país muy lejano en el que vivían cuatro personajes. Todos corrían por un laberinto en busca del queso con que se alimentaban y que los hacía felices.
Dos de ellos eran ratones, y se llamaban Oliendo y Corriendo (Oli y Corri para sus amigos); los otros dos eran personitas, seres del tamaño de ratones, pero que tenían un aspecto y una manera muy parecidos a los de los humanos actuales. Sus nombres eran Kif y Kof.
Debido a su pequeño tamaño, …ver más…
Y había tal cantidad almacenada allí que, poco después, trasladaron su casa cerca de la Central y construyeron una vida social alrededor de ella.
Para sentirse más a gusto, Kif y Kof decoraron las paredes con frases e incluso pintaron trozos de queso que los hacían sonreír. Una de las frases decía: “Tener queso hace feliz”.
En ocasiones, Kif y Kof llevaban a sus amigos a ver los trozos de queso que se apilaban en la central Quesera Q. Unas veces los compartían con ellos y otras, no.
Nos merecemos este queso – dijo Kif -. Realmente tuvimos que trabajar muy duro y durante mucho tiempo para conseguirlo. - Tras estas palabras, cogió un trozo y se lo comió.
Después, Kif se quedó dormido, como solía ocurrirle.
Todas las noches, las personitas volvían a casa cargadas de queso, y todas las mañanas regresaban, confiadas, por más a la Central Quesera Q.
Todo siguió igual por mucho tiempo.
Pero al cabo de unos meses, la confianza de Kif y Kof se convirtió en arrogancia. Se sentían tan a gusto que ni siquiera advertían lo que estaba ocurriendo.
El tiempo pasaba, y Oli y Corri seguían haciendo los mismo todos los días. Por la mañana, llegaban temprano a la Central Quesera Q y husmeaban, escarbaban e inspeccionaban la zona para ver si había habido cambios con respecto al día anterior. Luego se sentaban y se ponían a mordisquear queso.
Una mañana, llegaron a la Central Quesera Q y descubrieron que